martes, 31 de julio de 2012

Los cuadros del tercer conde

El tercer conde de Fernán Núñez, Francisco Gutiérrez de los Ríos y Córdoba quiso dar cuenta de su noble pasado con una serie de proyectos encaminados a ensalzar su apellido y la consecución de algunos títulos reales como el de Grandeza de España. Entre ellos ya hemos hablado aquí del Catálogo historial genealógico de la casa de Fernán Núñez de Luis de Salazar y Castro o los cuadros de los que tratan esta entrada y que por suerte aún se conservan hoy en Fernán Núñez.

En su testamento (en el Archivo Histórico Provincial de Córdoba) se puede encontrar la relación de dichos cuadros, entre otros bienes muebles.  Se ha escrito ya a cerca de estos cuadros, existiendo un excelente artículo por parte del Presidente de la Asociación Cultural Los Ríos o su mención en algún artículo de la doctora Carolina Blutrach. 

Si estos cuadros tuvieron en la figura del conde un mecenas en el siglo XVIII, ahora lo tienen en la figura de la Asociación Cultural de Los Ríos que es la que vela por su integridad, cediendo sus subvenciones para la restauración de los mismos, ya que ni los años, ni los políticos que han ido gobernando Fernán Núñez,  ni el lamentable estado de la que es su casa, el Palacio Ducal, han ayudado a su conservación y mantenimiento, estando algunos en un estado grave de conservación.

 Los autores arriba citados mencionan la importancia de dichos cuadros, de cómo van ligados al palacio o como son la representación de un pasado ilustre que sería mostrado por el conde y sus sucesores en algún salón de audiencias de su fortaleza palacio, hoy, palacio ducal. A parte de los cuadros hay que destacar tres obras de dimensiones mayores que son los dos Árboles Genealógicos y el gran lienzo-retablo que ni siquiera se podía colgar de ninguna de las habitaciones del Palacio por su gran tamaño y que solo era utilizado durante la procesión del Corpus Christi, cubriendo parcialmente la fachada del palacio durante la misma.

Posteriormente los sucesores del tercer conde, como es el caso de Carlos José Gutiérrez de los Ríos, agrandarían dicha colección con otros cuadros. Con el paso del tiempo algunos de estos cuadros saldrían del palacio, otros desaparecerían y otros serían donados a algún museo como en el caso del lienzo-retablo.

 Hoy muchos de ellos podemos visitarlos en el Ayuntamiento de Fernán Núñez, en la zona de la ampliación, subiendo las escaleras si se entra por la Puerta de la Villa o a la derecha si se entra por la puerta principal de la Plaza de Armas. 

 He ido hablando de algunos de ellos a lo largo de las entradas, las cuales enlazo debajo de cada título.

¿Cuáles eran estos cuadros?

Los cuadros se pueden dividir en cuatro grandes series:

1. De temas religiosos:  

La imposición de la casulla a San Ildefonso


San Antonio y otro santo no identificado
San Ignacio de Loyola



El lienzo en el Museo Naval de Madrid, su ubicación actual


2. Paisajes de las posesiones de la casa condal.

Jurisdicción de Abencalez desde el camino que va de Córdoba a La Rambla.
Vista de la torre de La Morena.


 3. Batallas

Participación en la primera conquista de Almería por Fernán Gutiérrez de los Ríos.
Fernando III reparte las tierras de Córdoba entre sus súbditos. 

Reparto de las Behetrías entre Ríos, Osorios y Villalobos.



Participación en el cerco de Sevilla. 

4. Retratos



Segunda condesa Ana Antonia Gutiérrez de los Ríos  Quesada y Argote
Tercer conde Francisco Gutiérrez de los Ríos y Córdoba (paradero desconocido)
Tercera condesa (consorte) Catalina Zapata 
(ambos cuadros encargados por el tercer conde tras su matrimonio) 
 Tercer conde de Barajas Antonio Zapata (padre de Catalina Zapata)
Tercera condesa de Barajas (consorte) Ana María de Silva
(padres de Catalina Zapata) 
Personaje desconocido: ¿Felipe III?

A pesar de que conocemos su fin y quién las mandó hacer, poco sabemos de la autoría. Casi todas corresponden a los siglos XVII y XVIII. En el caso de la serie de las batallas, según algunos autores, fue pintada por el cordobés Antonio del Castillo, y según otros historiadores fueron realizadas por algún pintor de la corte madrileña, basándose en que existen unos grabados semejantes que quizás fueron usados como bocetos por el pintor de los cuadros.

El lienzo retablo fue pintado por Francisco de Meneses en torno a 1690.

Todos estos cuadros quedaron vinculados al mayorazgo del condado de Fernán Núñez y vizcondado de Abencalez y por ende, en su sede, la fortaleza palaciega de Fernán Núñez, que fue destruída en el año 1755 por el terremoto de Lisboa. De dicha catastrofe salieron ilesos y volvierón a tener un lugar destacado en  el Palacio construído años después por el VI Conde Carlos José Gutiérrez de los Ríos Rohan y Chabot y que sustituía a la fortaleza de sus antepasados.


 · Información editada procedente de:
-Testamento de Don Francisco Gutiérrez de los Ríos, III Conde de Fernán Núñez. ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE CÓRDOBA. 
-PDF de una sesión del Coloquio Internacional sobre Mujeres e Historia:  Acercamiento a la entidad aristocrática a través de la construcción de la memoria familiar: CASA DE FERNÁN NÚÑEZ. Carolina Blutrach Jelín.
- Las Pinturas del Palacio de Fernán Núñez. Antonio J. Ariza Serrano.

viernes, 27 de julio de 2012

Exposición Etnográfica de Aperos de Labranza

Cartel de la Exposición
En los Jardines del Palacio Ducal se pude visitar, desde el 17 de julio al 18 de agosto (de feria a feria, que Fernán Núñez conserva las dos) una exposición sobre aperos de labranza y útiles tradicionales. 

Vista de la fachada posterior del Palacio y los Jardines. Juan Jesús Molero
Una amplia colección que ser reparte por las terrazas inferiores del jardín ducal. Tan solo la extraña combinación de mezclar los aperos de labranza de los súbditos con el lugar de recreo de los duques, hace ya sugerente su visita. Me parece una gran idea dar utilidad y así poder abrir de nuevo este espacio.

Tercera terraza del Palacio
En ella podemos encontrar todos aquellos útiles que nuestros antepasados usaban en las faenas del campo gracias a Antonio Ariza Naranjo y Rafael Naranjo Ramírez que han rescatado y guardado estos instrumentos que eran usados para sacar de la tierra los mejores frutos cada año, siempre con la ayuda de los animales: bueyes, mulos y burros.

Utiles para los pozos

Cencerros y tijeras

Ubio (yugo de bueyes y mulas) de la casa ducal

Distintos tipos de medidas para sembrar cereales: almudes y tazas

Cántaros, planchas y otros útiles domésticos
A parte se puede encontrar otros instrumentos relacionados con la vida diaria de inicios del siglo pasado como candiles y otras curiosidades que completan esta visita al pasado más reciente.

Existe la posibilidad de realizar visitas guiadas, para ello hay que ponerse en contacto con el concejal de  Cultura (Alfonso Tejederas) en el teléfono 957380087 extensión 25. El horario normal de visita es de 21 horas hasta la media noche.

Yo ya realicé la visita, con el mejor de los guías que puedo tener: mi propio padre. El, cercano ya a los 70 años, recuerda como no hace tanto tiempo usaba cada uno de aquellos útiles en sus labores diarias de sol a sol desde que era niño.

Desde aquí animo a todos a que os acerquéis con vuestros mayores y disfrutéis de sus recuerdos, conociendo cómo era la vida en el campo no hace más de 50 años.

Otros enlaces:

martes, 10 de julio de 2012

El reparto de Valdeconejos

Francisco Gutiérrez de los Ríos y Córdoba, tercer conde de la Villa de Fernán Núñez se retiró de la vida militar en el año 1706 y en lugar de trasladarse a la corte madrileña, decidió pasar sus últimos años en Fernán Núñez, probablemente porque seguía empeñado en sacar adelante al pueblo que le daba su mayor título. La mayoría de los historiadores y cronistas coinciden en que, Francisco de los Ríos, marcó un punto de inflexión en la vida y población de Fernán Núñez, tal es así que, todavía hoy, quedan restos de sus grandes reformas.

Busto de Francisco Gutiérrez de los Ríos, del escultor flamenco Nicolaes Millich
Durante sus años como señor de la Villa, esta resurgió pasando de menos de cuatrocientas personas a tener más de mil quinientas, según los censos de la época y ello se debió en parte a un reparto de tierras conocido como Cesión Enfitéutica, el cual voy a tratar de explicar, gracias a un artículo de José Naranjo Ramírez, profesor de la Universidad de Córdoba y Académico Correspondiente de la Real Academia de Córdoba, que podeís descargar en el pié de página (o de pantalla) de esta entrada. 

Según cuenta José Naranjo en sus investigaciones, el tercer conde decide usar como campo de pruebas sus dominios en Fernán Núñez, para un nuevo sistema de arrendamiento de la tierra que nunca se había dado en Andalucía: las cesiones a largo plazo o de tipo enfiteutico, frente a otro tipo de arrendamiento de tipo corto que no duraba más de tres, cuatro o como mucho seis años. Este último suponía una renovación de contratos y por tanto, aumento de las rentas por su actualización, frente a los arrendamientos a largo plazo donde las rentas van a mantenerse estables con el tiempo y las fanegas/aranzadas (los dos sistemas de medida de los terrenos) arrendadas van a poder ser heredadas de padres a hijos o hasta vendidas a otros. El coste era de diez reales anuales por aranzada, precio que se mantuvo hasta 1982 y que lógicamente, en fechas tan recientes ni se pagaba, por la ridícula suma que era.
El lugar elegido para llevar a cabo esta prueba fue el antiguo cortijo cerealista de Valdeconejos, del cual actualmente no quedan restos, probablemente porque la casa principal o hacienda fue abandonada una vez realizado el reparto de las tierras a los habitantes de Fernán Núñez o porque nunca llegó a tener hacienda, por la proximidad a la fortaleza condal y señorial.  Este pago de Fernán Núñez linda al sur con la villa,  al oeste con la carretera de la Estación, donde se ubica una loma con el mismo nombre, al este con el arroyo de la Huertezela y el pago de los Almendrales y al norte con el término de Montemayor (pago de La Zargadilla) y con el pago fernannuñense de Mudapelo.

Mapa del Sigpac

Valdeconejos: vistas desde la Barriada de El Higueral

Es un pago con una gran riqueza arqueológica de época romana, pero de esto ya hablaremos más adelante.

Gran mosaico encontrado en el pago de Valdeconejos
 Gracias al catrastro del Marqués de la Ensenada conocemos los pormenores de los cultivos y aprovechamientos de este reparto. Parece ser que el conde establece la obligatoriedad de plantar dichas fanegas de olivar para hacerlas rentables, por el tipo de suelo y asegurar la rentabilidad de los molinos de propiedad condal instaurados en dicha villa.

Vista de Fernán Núñez desde Valdeconejos
 De todas las propiedades condales en Fernán Núñez estas tierras cedidas suponían el 67% prácticamente y se habían convertido en un mosaico compuesto por un total de 182 parcelas, algunas llegaban a alcanzar las 10-12 fanegas, pero lo más normal es que fueran de 4 a 8.

Camino que atraviesa Valdeconejos: parcelas combinando olivar, cereal y pipas de girasol.
Todo esto se tradujo en el acceso a estas tierras de una cantidad importante de humildes campesinos locales que unieron los beneficios extraídos de estas parcelas a las de los arrendamientos cortos, permitiendo un ahorro y un nivel de ingresos bastante satisfactorio en el seno de este colectivo, hasta el punto de ser este el inicio de una numerosa burguesía agraria que daría el paso hacia el arrendamiento de los cortijos de términos limítrofes,  para su explotación, como los de Córdoba o La Rambla. Familias enteras se trasladaban de Fernán Núñez a estos cortijos, en busca de nuevos jornales, volviendo solo los fines de semana o en las fiestas, y muchas veces era para ocuparse de sus hazas arrendadas al conde/duque. Esto se mantuvo con el tiempo en los dos siguientes siglos, y así ocurrió por ejemplo con la mía que hasta los primeros años de los setenta vivía en el Cortijo de San Ildefonso de Villafranquilla.

La calle Angel Espejo, lugar donde se residía la burguesía agraria.
 Con el tiempo todo esto se extendió también a los arrendamientos de corto plazo de la Casa Condal y luego Ducal, es decir, se optó por no revisar las rentas y por implicar al agricultor como si la tierra fuese de su propiedad, permitiendo su venta y heredad de padres a hijos.

Finalmente en 1982 el señorío, condado y ducado de Fernán Núñez desaparece pero su término no es un término latifundista donde hay pocos propietarios, siguiendo el estilo latifundista imperante en Andalucía, sino un mosaico de pequeñas explotaciones,  gracias a esa implantación enfiteutica del siglo XVIII impuesta por Francisco Gutiérrez de los Ríos.

¿Este término minifundista es fruto de la casualidad o fruto de las intenciones del tercer conde?

El tercer conde, Francisco Gutiérrez de los Ríos dejó en su libro El Hombre Práctico algunas impresiones que nos ayudarán a desvelar esta pregunta, pero habrá que dejarlo para más adelante.

Fueron muchas las familias de fernannuñenses que con esas faneguillas o hazas arrendadas pudieron mantener a sus miembros o complementar los jornales ganados segando trigo o garbanzos, cogiendo remolacha o en el algodón desde el siglo XVIII hasta fechas recientes. Y todavía hoy, somos muchos los que terminamos la jornada laboral y nos vamos al tajo a recoger la aceituna, a sembrar el trigo, los garbanzos,  recoger las papas o las jabas que sembramos en estas tierras, cortar varetas, podar...  Al principio a regañadientes pero luego, cuando recoges los frutos, sientes la recompensa. La misma que tus antepasados sentían, esa recompensa que va en la tierra impresa y de la que te impregnas solo gracias al fruto del trabajo, al día a día - quizás ahora semana a semana por la mecanización-

La tierra nos trae los recuerdos de nuestros antepasados, de sus fatigas por sacar adelante a su familia y sus alegrías por conseguirlo, porque está claro que lo consiguieron, por eso hoy estamos aquí los 9736 (más los que están lejos) habitantes de Fernán Núñez.




 · Información procedente de:
NARANJO RAMÍREZ, J. 1992. Enfiteusis en Andalucía: La villa de Fernán Núñez (Córdoba), en El medio rural español. Cultura, Paisaje y Naturaleza. Homenaje a Don Angel Cabo Alonso. Salamanca: Universidad de Salamanca. pp. 445-460. [en la red]

· Enlaces relacionados:
Introducción sobre Francisco Gutiérrez de los Ríos y Córdoba, tercer conde de Fernán Núñez.
Breve biografía de Francisco Gutiérrez de los Ríos
Las reformas de Francisco de los Ríos en Fernán Núñez (I)
Las reformas de Francisco de los Ríos en Fernán Núñez (II)
Las reformas de Francisco de los Ríos en Fernán Núñez (III)
Las cartas del tercer conde de Fernán Núñez
El Hombre Práctico
Las Dieciséis Huertas de Fernán Núñez

jueves, 5 de julio de 2012

Las Dieciséis Huertas de Fernán Núñez

Francisco Gutiérrez de los Ríos y Córdoba, tercer conde de la Villa de Fernán Núñez heredó en 1662 el título y falleció en 1721. En estos 59 años sometió  a la población a incesantes impuestos, que tuvieron como contrapunto una serie de políticas que favorecieron el crecimiento demográfico y una mejora en la calidad de la vida de nuestros antepasados.  En el año 1679, este conde, ante el poco caudal del arroyo Ventojil, afluente del Guadajoz reunió todas las aguas dispersas de las distintas fuentes de la villa y las dirigió de forma que tras mover varios molinos harineros terminaran regando dieciséis huertas, treintaseis fanegas de tierra, establecidas en la margen derecha de dicho arroyo, en parte de las tierras de su vizcondado de Abencaes, concretamente las que lindaban con sus pagos de La Estacada del Pozuelo y Matallana. Estas tierras pasarían a formar un nuevo pago que se llamaría Las Huertas del Conde y posteriormente Las Huertas del Duque

Las dieciseis huertas, desde la Carretera a San Sebastián de los Ballesteros
 Las huertas fueron arrendadas, al igual que las tierras de varios cortijos de propiedad condal, en pequeñas parcelas que se transmitían de padres a hijos. Con la llegada de la democracia, tras una compra simbólica, las tierras pasaron a manos de las familias que las cultivaban desde aquellos inicios.

A raíz de su creación, otro pago hortelano, más antiguo, situado al noreste justo debajo del pago de El Higueral, contiguo al de Valdeconejos, fue abandonado, dejándose por perdido, pasándose a llamar Las Huertas Perdías, donde hoy se ubica la fuente de los Gitanos o de las Huertas Perdías.

La Fuente de los Gitanos, en el año 1992. Fotografía de Fernando Serrano.

Plano de localización
 Cuenta Crespín Cuesta en su libro Piedras y Cruces que las huertas de nuestro pueblo no son solo interesantes por su belleza o valor agroalimentario (en decadencia por desgracia) sino porque tienen algo típico y propio de ellas: la Alcaldía.

Una institución centenaria que, al igual que el Tribunal de las Aguas de Valencia, entiende en cuestiones de su propia y exclusiva jurisdicción. Ante la Alcaldía de las Huertas acuden los huertanos, en litigio por cuestiones de agua o lindes, y el Alcalde, asistido de uno o varios vecinos hortelanos,  designa, juzga y falla sobre el pleito, no acudiéndose a la justicia ordinaria, sino es en caso de que la sentencia se crea injusta o se dañen los intereses de alguno de los litigantes.

Esta institución creada en fecha inmemorial en Fernán Núñez, se ha mantenido en el tiempo hasta fechas recientes, de hecho hoy día no existe la figura como tal del alcalde pero si que hay un hortelano que se encarga de administrar el agua y coordinar las juntas que los hortelanos realicen por motivos como la reciente propuesta de intentar que el agua de la depuradora municipal se dirija hasta las mismas.

Las Huertas. Fotografía de Juan Luis Yuste.
Los productos de las huertas de Fernán Núñez llegaron a ser muy conocidos y apreciados, alcanzando fama a nivel provincial, como en el caso de los pimientos. Las frutas y hortalizas se vendían en la Plaza de Armas y posteriormente, en el Mercado de Abastos de la calle Miguel Hernández, conocido como La Plaza. Hoy son pocas las huertas que quedan y el olivar se ha hecho presente en la mayoría de ellas e incluso podemos ver plantaciones de palmeras.

Las huertas han dejado una huella imborrable en sus más de trescientos años de historia en nuestro pueblo, modificaron nuestro término creando nuevos topónimos como el Callejón de las Huertas o La Cuesta de las Huertas que es como todo fernannuñense conoce a la cuesta de la nacional 331, que ahora conecta nuestro pueblo con la autovía A45, y que era la puerta de entrada para todos los pueblos de la comarca de la Campiña Sur.
 
El inicio de la Cuesta de las Huertas,  la A45, el Monte la Mata y al fondo, Sierra Morena










  · Información editada procedente de:
Piedras y Cruces. Francisco Crespín Cuesta
Antonio Ariza Naranjo, Rafael Naranjo Ramírez. Las huertas: sus cultivos