viernes, 29 de julio de 2011

El cuadro de Diego Gutiérrez de los Ríos y Guzmán

El 30 de Diciembre de 2008, se presentó en el ayuntamiento de Fernán Núñez la restauración de la obra  El Conde Don Diego de Fernán Núñez, pieza anónima del siglo XVIII que mide 1,10 metros de ancho y 2,10 metros de alto. Los restauradores Teresa de la Rosa Casado y Manuel Luque Posada realizaron esta intervención. La obra fue sufrada al 50% por parte de la Asociación Los Ríos y el ayuntamiento de Fernán Núñez.

El cuadro, antes de su restauración
A continuación dejo el resumen del informe técnico que elaboraron los especialistas y los enlaces donde está la biografía de dicho conde, sin duda unos de los más importantes de nuestra villa.

Las tareas de restauración duraron unos tres meses y se centraron generalmente en una limpieza general de la obra y la colocación de unos bordes perimetrales nuevos, ya que la ausencia de ellos había provocado que se clavara el cuadro sobre el  bastidor, directamente sobre la capa pictórica.

Se realizó una limpieza media para no eliminar la pátina original de la obra, que  es lo que le da el aspecto de envejecido a la obra. La suciedad en la  superficie de la capa pictórica se debía por un exceso de cola, de ahí el ennegrecimiento de la capa superficial.

El bastidor, que en el informe previo de restauración realizado iba a ser tratado para únicamente un palo con el fin de su posterior colocación, hubo que desecharlo íntegramente y sustituirlo por uno nuevo, debido a la propagación y empeoramiento de un ataque de insectos xilófagos.

Las zonas donde desapareció la capa de preparación se restituyeron con estuco original, tras lo cual se reintegró la capa de color desaparecida con materiales reversibles y mediante la técnica llamada "rigattino", la más adecuada para esta obra. Una vez concluida la intervención completa de la pieza, se aplicó la protección para matizar el brillo y unificar aún más los colores de la obra pictórica. 




Entrada elaborada con las siguientes:
Entrada del blog de La Hornacina sobre la restauración.
Noticia en El Día de Córdoba
Entrada en el blog de Manuel Luque Torres (restaurador)
Entrada en el blog de la Asociación Cultural Los Ríos

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miércoles, 27 de julio de 2011

Fernán Núñez y sus cañones ingleses del siglo XVII

Apuntes históricos
El 24 de junio de 1657, el almirante inglés Robert Blake intentó entrar en Cádiz con una escuadra como había realizado poco antes en Málaga. Quedó en el intento gracias al decidido empeño del gobernador de Sanlúcar de Barrameda y principal jefe de galeras de la costa andaluza,  Diego Gutiérrez de los Ríos y Guzmán, segundo conde de Fernán-Núñez, que no sólo impidió el desembarco sino que los siguió y dio alcance cuando ya habían abordado a una flotilla de galeones procedentes de América. Tras la contienda no sólo se salvó el cargamento de los galeones sino que se infringió una importante derrota y apresamiento del enemigo, e incluso Blake falleció antes de llegar a Inglaterra. 

Retrato de Sir Robert Blake
Un cañón y ocho bombardas fueron el trofeo que de aquel singular acontecimiento trajo el conde a  este pueblo y quedaron como recuerdo en una de las dependencias del castillo de Fernán-Núñez durante 125 años que se vino abajo gran parte de este por el terremoto de Lisboa. Con la destrucción del castillo y la construcción del nuevo palacio por Carlos José Gutiérrez de los Ríos, biznieto del vencedor de Blake, quedaron empotradas en una de las torres del nuevo palacio, hasta hoy.
 
Los cañones en la torre de Fernán Núñez
Para poder contemplar los cañones nos tenemos que ir hasta el patio de Caballerizas. Este patio se sitúa tras una verja franqueada por dos bustos de dos de los condes de Fernán Núñez. Ahora esta parte, pertenece al ala de los edificios que fueron vendidos, y por tanto de propiedad privada, pero normalmente la verja está abierta.

Esquina de las Caballerizas. Plaza de Armas de Fernán Núñez.
Desde el patio de caballerizas podemos contemplar como se ven los sillares de la antigua torre de Fernán Núñez de Témez, en lo que se denomina la "torre desmochada" porque no conserva su parte superior, sino que dicha parte es ya factura del palacio ducal, y en la zona próxima a esta parte nueva, es donde se ubican las ocho bombardas y en el centro, un gran cañón.

Cañón y bombardas en la torre de Fernán Núñez de Témez. Patio de Caballerizas
 Como hemos dicho anteriormente fue Carlos José Gutiérrez de los Ríos quién mandó esta nueva ubicación para las armas, cuando construyó el palacio a finales del siglo XVIII. Miran hacia el este, hacia el arroyo hondo, hoy Llano de las Fuentes, y antiguamente sorprendían a los visitantes que se ubicaban en dicho llano, por tener dicha dirección. La construcción de un segundo cuerpo en los edificios del patio de las caballerizas acabó con esta estampa. Es una tónica general que en Fernán Núñez se construya siempre sin ningún tipo de consideración. 

Antes y después. En rojo la construcción posterior al conjunto del siglo XVIII.
 Quizás el conde Carlos José, quiso evocar la lucha de su familia contra el reino Nazarí de Granada con esa orientación o dejar en esa torre del palacio todas las reliquias de sus antepasados, ya que añadió además una placa para recordar que esa era la torre que Fernán Núñez de Témez conquistó a los árabes y a la que dió su nombre, y la torre a su vez, dio nombre al pueblo, placa que se conserva, justo debajo del cañón central.

Lápida en mármol azulado que se sitúa debajo de los cañones de Blake
 Las bombardas están muy deterioradas por la acción del tiempo y de los elementos. Crespín Cuesta, el antiguo cronista de este pueblo, ya se pronunció varias veces a cerca del inadecuado emplazamiento de estas reliquias de nuestra historia y como el mismo dijo: por el hielo que aquí suele envolver a todo cuanto se refiere a nuestro pasado histórico, estimamos que estamos perdiendo el tiempo y predicando en la Antártida.

Estado de conservación de una de las bombardas

Estado de conservación de una de las bombardas
Esta entrada es otra muestra de la brillante historia que hay detrás de los edificios de nuestro pueblo, historia que se omite muchas veces por desidia y sobre todo la falta de conocimiento de nuestras propia historia, pues no solo era el conde el que iba en la galera, sino que muchos de sus hombres eran vecinos de nuestro pueblo que acompañaban al mismo en estas grandes empresas de la historia de España.

Información editada procedente de:
Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crespín Cuesta.
Cruces y Piedras. Francisco Crespín Cuesta.

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martes, 26 de julio de 2011

Biografía de Diego Gutiérrez de los Ríos y Guzmán (III)

La muerte le sorprendió al segundo conde de Fernán Núñez preparándose para su viaje a Venecia. El rey Carlos II lo nombró embajador en dicho país, pero Diego Gutiérrez de los Ríos no pudo incorporarse nunca al nuevo destino. De su matrimonio con la condesa de Fernán Núñez, su prima doña Ana Antonia Gutiérrez de los Ríos Córdoba y Argote, tuvo los siguientes hijos:

1. Francisco Gutiérrez de los Ríos y Córdoba, sucesor de esta casa.

2. Diego de Quesada de los Ríos, que sirvió en la Real Armada del Océano, en el ejército de Flandes y en el de Cataluña, siendo capitán de Infantería, Caballería y Coraceros y, posteriormente, jefe de las guardias del Duque de Sessa y del Príncipe de Parma, virreyes de dicho principado.

Plaza de Il duomo de Parma en Italia
 3. Martín de los Ríos, que sirvió en la armada y en el ejército de Flandes y como su hermano, fue también capitán de Infantería, Caballería y Coraceros, pasando después a las guardas del Conde de Monterrey y Duque de Vistahermosa, gobernadores de Flandes, llegando a ser Maestre de Campo en dicho país centroeuropeo.

4. Lope Félix de los Ríos, fue menino o paje de la reina. Comenzó la carrera de letras, pero falleció por una enfermedad incurable muy joven.

5. Ana de los Ríos y Quesada, que casó con Juan de Carvajal y Escabias y Quesada, señor de Ruy Sánchez.

6. Inés de los Ríos y Benavides, monja profesa en el convento de la Concepción de Córdoba, patronato de su familia.

7. Isabel de los Ríos y Córdoba, monja en el mismo convento

8. Antonia de los Ríos y Quesada, religiosa igualmente de dicho convento.

La calle Concepción, antes de la supresión del convento. Foto de Paco Muñoz.


Información editada procedente de:
Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crepín Cuesta.

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martes, 19 de julio de 2011

Biografía de Diego Gutiérrez de los Ríos y Guzmán (II)

Capitán General de la Mar Oceáno

Diego de los Ríos siempre habia sentido más predilección por el mar y siempre estuvo pidiendo a la corona un puesto en las fuerzas del mar. La oportunidad le vino en 1639 debido a la Batalla de las Dunas (The Downs), la última batalla librada entre la flota de los Países Bajos y España, en la larga guerra que los primeros mantuvieron para ser independientes de España.

Antes de la batalla de las Dunas, de Reinier Nooms (cerca de 1639)
Tras la batalla España se vió solo con una flota de galeras para la defensa de su litoral, la vigilancia de sus posesiones americanas y esto propició a buscar a un militar que se encargase de su control, este fue Diego Gutiérrez de los Ríos y Guzmán.

Felipe IV lo nombró Capitán General de la Artillería y de la Armada de la Mar Oceano. Un capitán general es un grado del ejército, como lo son teniente general o alférez, de hecho es el grado supremo. Pero también era el mando, función, destino o cargo que se ostentaba, como el más alto de una región militar en este caso sobre la costa comprendida entre la zona atlántica meridional y jurisdicción de Gibraltar. También fue nombrado Gobernador de Sanlúcar de Barrameda.

Vistas de Sanlúcar de Barrameda, cortesía de Antonio M. Romero Dorado
 Sus principales enemigos fueron los británicos: en 1656, Cromwell, envía contra las costas de Andalucía una escuadra muy poderosa, mandada por el almirante Blake. Este desembarcó en Málaga, incendió los navíos que se hallaban amarrados en el puerto, clavó los cañones costeros y causó grandes daños a la población, saqueando e incendiando cuanto encontró a su paso. El segundo conde de Fernán Núñez acudió con sus fuerzas, a pesar de no estar en su juridiscción, y logró desalojar a los intrusos, restauró los fuertes que defendían la costa y tomó medidas eficaces para que no se repitiese un suceso como ese. 

Pero Blake siguió intentándolo  y el 24 de junio de 1657 volvió a las andadas, pero ahora atacando a Cádiz. Gracias a la estrategia de don Diego, fue un intento frustrado y los barcos ingleses frustrados se encaminaron por la ruta de América en busca de flotas de galeones que venían con el cargamento de las Indias. El conde siguió a los barcos, vaticinando sus intenciones y consiguió, gracias al abordaje, que los barcos ingleses huyesen e hirió al almirante Blake, según unas bibliografías españolas le llegó a causar la muerte, mientras que las inglesas hablan de que el escorbuto, fue lo que le mató realmente.


Información editada procedente de:
Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crepín Cuesta.

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sábado, 16 de julio de 2011

Biografía de Diego Gutiérrez de los Ríos y Guzmán (I)

Participación en la Guerra de los Treinta Años
La Guerra de los Treinta Años fue un conflicto bélico que se libró en el centro de Europa durante 1618 y 1648 y otras zonas como Italia donde se enfrentaban las grandes potencias europeas de la época: España, Austria y el Sacro Imperio Romano Germánico contra Francia y sus aliados (suecos, transilvanos y algunos estados protestantes de la actual Alemania)

Lógicamente por las uniones familiares entre los Austria, que gobernaban los países del primer bando, España acudió en ayuda de los monarcas austriaco-germanos y además para defender sus posesiones próximas de Flandes y el Franco Condado. 

Los franceses además alentaban a otras posesiones españolas a conseguir la independencia, como en Nápoles y allí fue donde fue primeramente destinado el que luego sería el segundo conde de Fernán Núñez.

Don Diego Gutiérrez de los Ríos y Guzmán, como segundón del señorío de la Torre de Don Lucas y Torreblanca, se dedicó a las armas y fue enviado a Nápoles donde participó mandando en varias compañías, levantadas por el duque de Medina Sidonia, las cuales estaban compuestas íntegramente por hombres de los diferentes señoríos codobeses.

Posteriormente, pasó a Flandes, participando en la batalla de Nördlinguen y en otras acciones bélicas donde quedó reflejado su valor y heroísmo.  Finalmente fue capitán de artillería en los ejércitos del Archiduque Fernando III de Austria. 

La Batalla de Nördlingen por Jacques Courtois


A su vuelta a España, por su comportamiento en todas estas gueras, el rey Felipe IV le premió con el grado de Caballero de la Orden Militar de Alcántara y fue nombrado Procurador en Cortes por la Ciudad y Reino de Córdoba. 

Cruz de la Orden de Alcántara
 Al poco tiempo, contrajo matrimonio con Ana Antonia Gutiérrez de los Ríos Córdoba y Argote.


Información editada procedente de:
Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crepín Cuesta.

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jueves, 14 de julio de 2011

Diego Gutiérrez de los Ríos y Guzmán y los toros

Tras su retirada de la milicia, Diego Gutiérrez de los Ríos y Guzmán,  junto con su mujer, la segunda condesa de Fernán Núñez, vivía a caballo entre la capital cordobesa, la corte de Madrid, donde era procurador en Cortes por la ciudad y reino de Córdoba (lo que ahora es diputado en el congreso) y finalmente, también su castillo de Fernán Núñez.

Retrato de Diego Gutiérrez de los Ríos y Guzmán
 Por tanto, era de sobra conocido en Córdoba donde le habían puesto el mote de Diegazo. El mote se debía a su corpulencia, altura y  según sus enemigos, a su amplia barriga. Todo esto se alientaba por sus éxitos en las distintas guerras tanto en tierra como en mar, en las que había participado creándose una fama de héroe y persona de fuerte personalidad y carácter.

Ampliación del retrato anterior
Pero la edad no perdona, ni tampoco las heridas de guerra y don Diego se tuvo que retirar del campo de batalla y de la Corte, quedándose en sus domicilios cordobeses, donde se entretenía con los toros.

Tal fue su placer por las corridas de toros que decidió levantar una plaza en el Campo Santo de los Mártires, a pesar de que las corridas se venían celebrando en la plaza de La Corredera, plaza que no se llegó a inaugurar porque un toro mató a don Diego un poco antes en 1570. Quedando como la primera persona registrada que fallecio a causa de una cornada. Las malas lenguas de la época hablaban de que fue un castigo divino por ubicar en esa zona del martirio de los patronos cordobeses, una plaza de toros.

Estado actual del Campo Santo de los Mártires


Información editada procedente de:
Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crepín Cuesta.

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domingo, 10 de julio de 2011

Antepasados de Diego Gutiérrez de los Ríos y Guzmán

En casi todos los casamientos de la Casa de Fernán Núñez, siempre que había una primogénita en lugar de un primogénito, desde su creación hasta el siglo XVIII se han concertado entre familiares para mantener el mayorazgo bajo el apellido Gutiérrez de los Ríos, muchas veces abreviado por "de los Ríos", casándose sus hijas con parientes segundones que no alcanzarían con mucha probabilidad ningún mayorazgo de cualquiera de las ramas de los Gutiérrez de los Ríos:
- Marqueses de Murillo
- Vizcondes de Miranda
- Condes de las Gabias (antes señores de Torreblanca y Torre de don Lucas)
- Marqueses de Escalonias

El modus operandi solía ser el mismo siempre: cuando el señorío de Fernán Núñez se veía con nuevas posesiones, el señor de turno, decidía crear un nuevo mayorazgo, diferente al heredado por su primogénito (que era el de Fernán Núñez y Abencalez) y que entregaba a alguno de sus segundones: algunos de estos mayorazgos fueron el de la Torre de don Lucas, de Miranda...

En algunos casos cuando el segundón moría sin descendencia el mayorazgo retornaba al hijo primogénito.

Y si el/la primogénito/a moría sin sucesión de hijos o hermanos menores, pasaría a alguien de la misma familia, gracias a esta política de matrimonios, muy al estilo de las grandes casas reales, a fin de cuentas Fernán Núñez era un pequeño estado, dentro del Reino de Córdoba, gobernado por ellos, que no querían perder bajo ningún concepto.

Y no solo se casaba a la primogénita sino que para asegurar más aún la conexión entre familias cuando el hijo mayor era varón, también se podía dar una boda entre el y alguna prima suya, más o menos lejana.

La boda de la segunda condesa no fue por casualidad y para encontrar el tronco común entre Diego Gutiérrez de los Ríos y Guzmán y  Ana Antonia Gutiérrez de los Ríos Córdoba y Quesada, décimosexta señora de Fernán Núñez y Abencález y segunda condesa, tenemos que retornar hasta Alfonso Gutiérrez de los Ríos y Bocanegra, octavo señor de dichas villas de las que tomó posesión en 1426.

El segundo hijo del octavo señor, Lope Gutiérrez de los Ríos y Montemayor, recibió de su padre el mayorazgo de La torre de don Lucas que por matrimonios posteriores añadirían el título de señores de Torreblanca (cortijo y torre que estaban ubicados al sur de San Sebastián de los Ballesteros) Lope Gutiérrez de los Ríos es el descendiente directo de Diego Gutiérrez de los Ríos y Guzmán, cuyo hermano mayor Martín heredaria como primogénito y cuyos descendientes recibirían de manos de Carlos II el título de condes de Gavia (localidad de Granada)

Plaza de Las Gabias en la Vega de Granada
El primer conde, Alonso Estacio Gutiérrez de los Ríos vió en don Diego el esposo perfecto para su nieta, pues por ser segundón no tendría ninguna objeción por parte de su familia por problemas de mayorazgos y restauraría el apellido de los Gutiérrez de los Ríos en la Casa de Fernán Núñez, ahorrándose nuevas y costosas cláusulas como las que tuvo que pactar para la boda de su hija  Aldonza con Diego de Quesada, para conseguir que este pasara a llamarse Diego Gutiérrez de los Ríos y Quesada.


Información editada procedente de:
Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crepín Cuesta

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viernes, 8 de julio de 2011

La 2ª condesa de Fernán Núñez: Ana Antonia Gutiérrez de los Ríos

La nieta del primer conde, Alonso Estacio Gutiérrez de los Ríos y Angulo, hija de Aldonza Gutiérrez de los Ríos y Argote, llevó el apellido de la familia materna, porque su abuelo capituló que para que se produjese la boda entre su padre, don Diego de Quesada y su madre, doña Aldonza, don Diego debía cambiar su apellido por el de Gutiérrez de los Ríos. Y así se hizo. 

Ana Antonia fue la única hija de este matrimonio y sus apellidos, según lo anterior, fueron Gutiérrez de los Ríos Córdoba y Argote (cuando se repite dos veces el apellido Gutiérrez de los Ríos se cambia por el de Córdoba)

Fue la heredera de las pertenencias de esta casa en una época donde sus dominios empezaban a engrandecerse: los estados de Fernán Núñez y Abencalez, La Morena, y el dominio sobre los mayorazgos de Leonis y Tolote. Fue también cabeza mayor de las casas de Angulo y Berrio y señora de todos sus patronatos. Igualmente, conservó todos los derechos de la casa de Bocanegra a la villa de Linares, a los que sus descendientes no habían renunciado en todos estos siglos.

Contrajo matrimonio en dos ocasiones, siempre con la política de mantener el apellido Gutiérrez de los Ríos en todas sus posesiones. Posiblemente todos los matrimonios estarían concertados por su abuelo con sus primos y parientes, los señores de Miranda del Río (Vizcondes a lo posteriori) o los señores de las Torres de don Lucas y Torreblanca, ambas ramas procedentes en la edad media de un tronco en común de los Gutiérrez de los Ríos, que se fueron segregando por la fundación de mayorazgos distintos al de Fernán Núñez y Abencález.

Fachada del palacio de los Vizcondes de Miranda en Córdoba
 Su primer matrimonio fue con don Alonso Gutiérrez de los Ríos y  Herrera, hijo de don Fernando de los Ríos y Guzmán, cuarto señor de Miranda, del que no tuvo hijos.

Terrenos del Cortijo de Miranda del Río (entre el Guadajoz y Fernán Núñez) que formaron el mayorazgo de dicho título
Su segundo matrimonio fue con su primo tercero Diego Gutiérrez de los Ríos y Guzmán, militar prestigioso, caballero de la Orden de Alcántara, que fue hijo de don Francisco Lope Gutiérrez de los Ríos, señor de Torreblanca y Torre de don Lucas y de doña Ana María de Guzmán. Este sería el de mayor duración y el que ostentaría el título de segundo conde de Fernán Núñez. Con una vida muy interesante que vamos a conocer en las siguientes entradas.

Retrato de Diego Gutiérrez de los Ríos y Guzman

Información editada procedente de:
Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crepín Cuesta

martes, 5 de julio de 2011

Doña Aldonza Gutiérrez de los Ríos y don Diego de Quesada

Doña Aldonza Gutiérrez de los Ríos y Argote, hija única del primer conde, don Alonso Estacio Gutiérrez de los Ríos y de María de Argote, no llegó a suceder en la Casa de Fernán Núñez por haber fallecido antes que su padre. 

Su nombre rememoraba al de las grandes mujeres de esta casa como doña Aldonza López de Haro o su abuela paterna doña Aldonza de Angulo y Berrio.

Estuvo casada con don Diego de Quesada y Benavides. Este caballero era hijo tercero de don Diego de Quesada Salcedo, décimo señor de de las villas de Garcíez y Santo Tomé y doña Ana de Benavides y Bazán, hija de don Alvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz y uno de los mayores marinos de España. 

Escudo de los Quesada en  la "Casa Grande" de Santo Tomé
Escudo de la Villa de Bedmar-Garcíez (coincide con el nobiliario de los Quesada)
Monumento a Alvaro de Bazán en Madrid por Benlliure
 Don Diego y doña Aldonza tuvieron una única hija, como consta en el testamento del primero, fechado en Córdoba el 18 de agosto de 1649, donde dice:

Sepan quantos esta Carta vieren, como yo don Diego de Quesada y Benavides, hijo lexítimo de don Diego de Quesada y de doña Ana de Benavides, mis Padres. Declaro que yo casé lexitimamente,s egún orden de la Santa Madre Iglesia, con doña Aldonça de los Ríos, Hija lexítima del primer Conde de Fernán Núñez, y de Doña María de Argote y Messa, sus Padres, difuntos, del qual matrimonio de presente tengo por mi Hija lexitima a Doña Ana de Quesada y de los Ríos, Muger lexítima de Don Diego de los Ríos y Guzmán, Condes de Fernán Núñez.

De la vida de doña Aldonza poco se sabe, pues su padre, el primer conde de Fernán Núñez, eclipsó su figura con su biografía llena de grandes hazañas y momentos, y esto, unido a su longevidad hizo que ni si quiera llegase a heredar la Casa de Fernán Núñez, como segunda condesa.  En el archivo de la iglesia de Santa Marina de Aguas Santas de Fernán Núñez se conserva el siguiente documento:

La señora doña Aldonza de los Ríos murió en esta villa, en veinte días del mes de junio de mil seiscientos treinta y dos años. Recibió los Santos Sacramentos y enterrose en la Iglesia mayor de esta villa. No hizo testamento y lo firmé en el dicho día, mes y año. Licenciado, Andres de Atencia. Pedro Fernández del Rosal.

Parroquia de Santa Marina de Aguas Santas

Información editada procedente de:
Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crepín Cuesta