El 13 de marzo de 1692 se le concedía al tercer conde y décimoctavo señor de Fernán Núñez, Francisco Alvaro
Domingo Joseph Antonio Feliz Fausto Gutiérrez de los Ríos y Córdoba la facultad para instituir un mayorazgo o agregar al que ya poseía todos o parte de sus bienes muebles, heredamientos, jurisdicciones, casas y hasta ganado. Francisco de los Ríos, hizo su agregación mediante su testamento, fechado el 7 de Abril de 1717, por supuesto lo firmó en su fortaleza-palacio de Fernán Núñez con la supervisión del vicario de la Parroquia, y personaje de gran relevancia en la vecina villa de Montemayor: Pedro de Luque Granados.
A este testamento se añadió un inventario postmortem con sus bienes muebles que fue elaborado dos días después de su muerte, el 22 de abril de 1721, ante su escribano Alonso de Espinosa y Campos; estando presente su secretario Francisco de la Torre; su mayordomo, Diego Gallego; su caballerizo, Lorenzo de Villafranca; su abogado de cámara, Alonso de Córdoba y Aguilar; su contador: Joseph de la Mampuesta y el Padre General de menores de la Villa y curador de los bienes ausentes, Juan Francisco Salinas.
A este testamento se añadió un inventario postmortem con sus bienes muebles que fue elaborado dos días después de su muerte, el 22 de abril de 1721, ante su escribano Alonso de Espinosa y Campos; estando presente su secretario Francisco de la Torre; su mayordomo, Diego Gallego; su caballerizo, Lorenzo de Villafranca; su abogado de cámara, Alonso de Córdoba y Aguilar; su contador: Joseph de la Mampuesta y el Padre General de menores de la Villa y curador de los bienes ausentes, Juan Francisco Salinas.
Así fue como añadió alhajas, faroles, paños, tapices, pinturas y esculturas que en el momento en el que se hiciera efectivo el testamento pasarían a formar parte del patrimonio familiar, inseparable, que se transmitiría a través de las generaciones al igual que el título de conde de Fernán Núñez y vizconde de Abencalez. Los bienes aparecen con detalle, pero voy a tratar de nombrar solo los más interesantes y los que tengan que ver con la descripción de las habitaciones (un 20% del total)
La descripción empieza desde una puerta llamada del caracol, que el propio conde nombra como "puerta principal que en esta fortaleza sube a ellos" (los cuartos de invierno) Por tanto, tras la puerta hay una antesala, una especie de recibidor donde se encuentra una escalera de caracol mediante la cual se accede al segundo piso. Hay muchos otros espacios de la fortaleza que no son descritos, pero al menos se centra en el núcleo noble de la misma y nos permite, echándole imaginación, intuir como era este palacio en aquellos primeros años del siglo XVIII.
Antesala
Estaba adornada con cuatro faroles de vidrio claro con las armas de la casa en hierro limado que alumbraban la escalera.
En ella había una mampara y cuatro mesas de color caoba, junto con un banco. Le acompañaban doce sillas de vaqueta de Moscovia (cuero ruso), tres cortinas de paño verde y colgando en medio de la antesala un farol grande de vidrio claro. El color verde va a estar muy presente en todas las descripciones.
Se trataba de una sala para que los que pedían audiencia con el conde pudiesen esperar comodamente, independientemente de si era una persona o un gran grupo.
Galería y sala de la torre principal
Ya en la primera planta de la torre, describe gran cantidad de paños y tapicería de gran calidad, algunos de los cuales llevaban bordadas las armas de la Casa.
La memoria recalca que había cuatro cortinas de paño verde, un dosel de la tapicería mejor de Bruselas con las armas de la Casa y alianzas reales en la caída y el cielo, con una tarima cubierta de paño verde. Quizás bajo este dosel se colocasen con los condes para recibir a sus vasallos en sus audiencias.
La sala también estaba decorada por otros paños de la misma tapicería, de temática religiosa, uno de ellos, según cuenta el inventario, era Historia de las Pesquerías de San Pedro, basado en una serie de dibujos que Rafael, el pintor italiano, hizo para los Papas y que fueron mandados a Bruselas para confeccionar tapices en serie. Estos tapices fueron adquiridospor los reyes de Europa (Enrique VIII de Inglaterra, Francisco I de Francia o Felipe II) y una de estas copias también la adquirió el tercer conde de Fernán Núñez para adornar su palacio fernannuñense.
La Pesca Milagrosa, tapiz que se conserva en el Vaticano. Una copia similar estuvo en Fernán Núñez. |
Según Carolina Blutrach, era una manera de denotar su poder puesto que adornaba su palacio con los mismos tapices que reyes y Papas adornaban los suyos.
Otro paño representaba la imagen del Descendimiento de la Cruz en paño de oro y seda con las armas de la Casa bordadas en las cuatro esquinas.
Otras muchos muebles completaban el mobiliario de esta sala, pero lo más curioso era un escritorio de estilo inglés que el conde se trajo de su estancia en Inglaterra donde guardaba sus objetos más personales: la insignia en oro de la Orden de Alcántara, cuatro diamantes para las mangas de la camisa y una sortija de oro con seis diamantes y una esmeralda en medio.
En esta sala también se encontraba el oratorio con un retablo de la Adoración de los Reyes. Lógicamente en un sitio tan visible para que los visitantes pudiesen contemplar las virtudes de los condes.
Dormitorio o Cámara
Pasamos al dormitorio del conde, donde hay nuevamente paños y cortinas verdes, algunas mesas, una camilla, cama, un sillón y algunos taburetes. Destaca una escultura de bronce antigua, que representaba al dios Neptuno, regalada por el duque de Medinaceli, Luis Francisco de la Cerda y Aragón, gran benefactor del conde, que a su vez recibió por parte del Papa en Roma, donde este se encontraba como embajador del reino. También de suma importancia un cuadro original de Murillo que representaba una imagen de la Virgen.
Recámara
Última habitación que aparece en la memoria a la se accedía sorteando un lienzo verde, desde el dormitorio. Era una habitación destinada para el servicio. La recámara se volvía a comunicar con la escalera de caracol inicial.
El siguiente cuadro representa el entorno inmediato a la fortaleza que se describe, puesto que las vistas para su creación fueron tomadas o simulan tomarse desde sus dependencias, probablemente alguna de las que se describen líneas arriba, quizás la galería del segundo piso de la torre principal.
Cuadro de la Procesión de la Virgen de Guadalupe. Ayuntamiento de Fernán Núñez |
El inventario prosigue enumerando muebles, solo que ahora dice que se encuentran para el adorno del resto de habitaciones y jardines, sin saber exactamente su ubicación y por tanto, sin la descripción del resto de espacios. Algunos ejemplos son:
- Retratos de el tercer conde y de su mujer de cuerpo entero (hoy en paradero desconocido) así como de otros ascendientes (algunos de los cuales se conservan en el ayuntamiento de Fernán Núñez)
- Pinturas de grandes hazañas de la Casa: pintura del Campo de la Verdad y el Socorro a Castro del Río entre muchas otras (hoy conservadas en el ayuntamiento)
- Pinturas mitológicas: de Andrómeda, de Bacanales, de Venus, hoy desaparecidas.
- Pinturas costumbristas: pintura de un costalero y su negrillo, muchachos jugando a las bolas, muchachos comiendo uvas... hoy desaparecidas.
- Dos espejos de cristal de cuerpo entero con las armas de la Casa, desaparecidos.
- Estatua de mercurio de mármol griego antiguo, desaparecido.
Según el testamento del tercer conde, quedaron agregados estos y otros muchos más muebles al mayorazgo de Fernán Núñez, y por tanto, a no ser que se cambiasen con un permiso real concedido a sus sucesores siempre deberían permanecer en dicho lugar, la fortaleza-palacio de Fernán Núñez.
Con los cambios de dinastía que tendrán en el siglo XIX, los duques, primero Osorio y después Falcó se alejan del pueblo, trasladando algunas de estas joyas con ellos, como sucede con el cuadro de Murillo que se menciona en el dormitorio, que terminó en el Palacio de Fernán Núñez de Madrid en la calle de Santa Isabel, pero que hoy se desconoce su paradero.
· Información editada procedente de:
-Testamento de Don Francisco Gutiérrez de los Ríos, III Conde de Fernán Núñez. ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE CÓRDOBA.
- El tercer conde de Fernán Núñez (1644 - 1721): Corte, parentesco y memoria familiar. Carolina Brutrach. Florencia. 2009.
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