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viernes, 31 de mayo de 2013

El conde de Fernán Núñez herido en Argel

En el año 1775, bajo el reinado de Carlos III, se planeó una expedición militar española contra Argel, ciudad del norte de Africa, base de la piratería del Mediterráneo y que traía de cabeza a los puertos y navíos del este de nuestra península desde el siglo XVI.

Grabado de la Historia del Reyno de Argel de Laugier de Tasi. Siglo XVIII
La idea del ataque se le atribuye a al Marqués de Grimaldi, secretario de Estado de Carlos III, sin embargo, los historiadores apuntan a que fueron dos sacerdotes los que inspiraron dicho ataque, fray Joaquín de Eleta y la Piedra, confesor de Carlos III y el trinitario fray Alonso Cano Nieto que conocía dicha ciudad e incluso la llegó a cartografiar por haber participado en la última gran redención de cautivos de 1769. Como persona capaz de realizar la empresa eligieron a Alejandro O'Reilly, conde de O'Reilly que capitanea la expedición.

Alejandro O'Reilly por Goya

Según su biografía, incluída en su obra Vida de Carlos III, el conde de Fernán Núñez, Carlos José Gutiérrez de los Ríos Rohan-Chabot acude solícito al llamamiento que se le hace en el mes de mayo bajo el puesto de brigadier. En la noche del 7 al 8 de julio desembarca del navío San José en aquellas playas, a las órdenes del marqués de la Romana, Pedro Caro y Fontes, mandando la brigada del Rey formada por cuatro batallones de los regimientos Inmemorial del Rey, Lisboa, España y Príncipe, con 27.000 hombres.


Al inicio de una gran batalla cae muerto el marqués, y presencia cómo decapitaban los argelinos al teniente de guardias españolas, José de Landa, su maestro en la milicia. El conde decide no retirarse del campo de batalla a pesar de las graves pérdidas y ejecuta con las reservas una hábil maniobra, salvando la situación, pero sufriendo una contusión en el pecho que le hizo comenzar a arrojar sangre por la boca.


Detalle del anterior

A pesar de esto, la situación de las tropas españolas no fue a mejor y esta expedición fue considerado el fracaso militar mayor del reinado de Carlos III, levantándose numerosas críticas en todo el país y poniéndole de sobrenombre a O'Reilly el de Capitán del Desastre.


En el palacio de los Duques de Fernán Núñez, en el de su villa del mismo nombre, se conservaba una concha cogida por el Conde al ser herido, y en la que se leía lo siguiente, escrito de su mano:


Esta  concha la cogí en la  Playa de Argel 
 el día 8 de Julio de 1775 después de la Batalla.

 Fernán-Núñez.

El conde escribió una crónica sobre los hechos, que se ha convertido en un instrumento muy valioso para el análisis histórico de lo sucedido, el Diario de la expedición contra Argel. Comprende los sucesos desde el 25 de mayo hasta mediados de julio, época del regreso de las tropas.

Mientras, en la villa de Fernán Núñez, se recibían las malas noticias sobre la derrota española, incluyendo entre ellas la de que el conde se encontraba herido. Según Crespín Cuesta: ...al conocer el Concejo esta comunicación se reunió en cabildo de urgencia (una especie de pleno extraordinario) y tomaron el acuerdo de rendir sus respetos a su excelencia, ofreciendo una fiesta solemne a Nuestra Señora de Guadalupe, patrona y protectora de la Casa de Fernán Núñez, con exposición del del Santísimo Sacramento, para implorar la misericordia divina sobre la persona del conde...

Virgen de Guadalupe, presidiendo el Altar Mayor de la Parroquia de Santa Marina. Diseñado por el propio sexto conde.
El cinco de febrero de 1776, le confirió el rey, como premio por su conducta en Argel, el grado de Mariscal de Campo, con destino el Ejército nacional de Castilla La Nueva y el dos de marzo le nombró gentil hombre de cámara con ejercicio para acompañar a la Corte y le dió el siete de diciembre de dicho año la Gran Cruz de la Orden de Carlos III, la cual hoy podemos ver en  los escudos de la casa ducal que están rodeando toda la Plaza de Armas de nuestro pueblo.


Insignia de la  Real y Distinguida Orden de Carlos III


Escudo de la Casa Ducal de Fernán Núñez.

 · Información editada procedente de:
- Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crespín Cuesta. 1994.
- Vida de Carlos III. Carlos José Gutiérrez de los Ríos.
- http://anatomiadelahistoria.com/ 

martes, 2 de abril de 2013

Nacimiento del Primogénito del V conde

En Julio de 1742 se recibe en la villa, con gran satisfacción, una carta del quinto conde José Diego Gutiérrez de los Ríos y Zapata, cuyo contenido era:

A mi Corregidor y Villa de Fernán Núñez.
Ayer, día 11 de este mes, fue Dios servido diese mi mujer a luz, con toda felicidad, un varón, cuyo aviso os doy por la satisfacción que deberéis tener, de continuar su Divina Majestad, este beneficio, en nuestra lealtad y mi Casa y esa Villa y Estado, y por las demostraciones correspondientes que no dudaré de vuestra lealtad y celo. dios os guarde muchos años. Cartagena, Julio 12 de 1742.
EL CONDE.
El futuro VI conde de Fernán Núñez, Carlos José de los Ríos
El Concejo, Justicia y Regimiento de la localidad, encabezado por el corregidor, don Rodrigo de Fuentemayor, expresó al conde su satisfacción por tan feliz acontecimiento que aseguraba la sucesión en la Casa de Fernán Núñez y acordó celebrarlo con una fiesta solemne en la Parroquia de Santa Marina, en acción de gracias, dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de los Señores de la Casa, con exposición del Santísimo Sacramento. 

Corridas de gansos en El Carpio de Tajo por David Utrilla
Además se organizaron dos corridas de toros, en la plaza mayor (la plaza de Armas) para las cuales se compraron 24 toros en Las Lomas de Úbeda y Serranías de Cazorla. Igualmente, se publicaron luminarias para los tres días que faltaban para la fiesta, que tendría lugar en 20 de dicho mes, con cuatro ducados de multa para el vecino que no las hiciese, y se organizaron también corridas de gansos, o mascaradas, y juegos de cañas (lanzarse cañas y paradlas con escudos, normalmente montados a caballo que se colocaban formando una hilera) para distraer a los forasteros que fuesen llegando con ánimo de tomar parte en los festejos.

Dichos juegos quizás sean los precedentes de aquellos que todavían se celebran en las fiestas principales de nuestro pueblo como la Feria Real de Nuestra Señora del Tránsito: con motivo de la feria se hace un desfile de gigantes y cabezudos, recordando a lo que el texto del archivo municipal llama Mascaradas, y los juegos de cañas y gansos quizás sean el antecedente  a los que se celebran en el Paseo de Santa Marina en las mañanas y tardes de la Feria de Agosto pero con muchas variaciones y sin animales.

Cuadro de un juego de cañas en la Plaza Mayor de Madrid.Siglo XVII. Museo Municipal de Madrid

·Información editada y ampliada procedente de:
Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crespín Cuesta

jueves, 29 de noviembre de 2012

La fortaleza-palacio de Fernán Núñez en tiempos del tercer conde (Introducción)

El castillo o fortaleza-palacio de Fernán Núñez está rodeado de enigmas y solo tenemos cuatro o cinco pistas sobre cómo pudo ser y sus épocas constructivas o de reparaciones.  Primero, en lugar de hacerlo hacia adelante, vamos a movernos atrás en el tiempo para conocer algo más de su historia y conocer qué edificios han ocupado este espacio, el más importante de la Villa de Fernán Núñez.


Ultima etapa: Palacio Condal - Ducal (1783- hoy)
Construído desde 1783 a 1787 por el sexto conde Carlos José Gutiérrez de los Ríos y hasta nuestros días. Es de la que más información tenemos, lógicamente.

Plaza de Armas de Fernán Núñez


Cuarta etapa: Fortaleza - Palacio (Incierto - 1755 a 1783) 
Probablemente no tengamos fecha de inicio porque se hizo a través de modificaciones de la antigua fortaleza medieval. Si consta el hecho que marcó su desaparición: fue incendiado y parcialmente destruído por el terremoto de Lisboa en 1755.  

Se tiene constancia documental de obras acontecidas en el mismo por parte del tercer conde Francisco Gutiérrez de los Ríos en su relación diaria de cartas.

Por desgracia podemos contemplar como era la plaza y su entorno en esa época pero no como era el palacio fortaleza en sí, aunque sí muchos de sus edificios auxiliares gracias al cuadro Procesión de la Virgen de Guadalupe. La vista del cuadro es desde las almenas del palacio-fortaleza, o bien desde uno de sus balcones o ventanales.

Cuadro de la Procesión de la Virgen de Guadalupe. La plaza en el siglo XVII
Pero aún hay una posibilidad de saber algo más sobre esta fortaleza:  en el testamento del tercer conde, adjunto a él, hay un inventario postmortem de todos los bienes muebles de los que disponía las principales estancias de dicha fortaleza-palacio. Al hacer nombramiento de los mismos, describe sus estancias.


 Tercera etapa: Castillo (a partir de 1236 - incierto) 
El castillo fue creado  en torno a la torre conquistada por Fernán Núñez de Témez a los árabes.
Es nombrado en algunos testamentos como el del  maestre escuela de la catedral de Córdoba, Lope Gutiérrez de los Ríos y Alfonso (otorgado el 24 de junio de 1441), segundón,  hermano del séptimo señor de Fernán Núñez donde deja 400 doblas para la construcción del castillo. Hay que tener en cuenta que aún existía el reino nazarí de Granada. Probablemente la conquista de este último fuese el inicio del final de una fortaleza con fines militares, dando paso a un lugar de recreo y vivienda de nobles.

Existía la figura de la dama de llaves o gobernanta del castillo. Una de ellas, María de Negrillo, natural de La Rambla tuvo hasta tres hijos con Alonso de los Ríos y Sotomayor, XIII señor de la villa, aunque estaba casado con una señora de la nobleza cordobesa, Aldonza de Angulo y Berrio.


Segunda etapa: Torre de Fernán Núñez. (siglo VIII - 1236)
Al ser una torre árabe es probable que se iniciase su construcción tras la llegada de los musulmanes a la península, desconociendo su año exacto de fabricación y sí se hizo sobre los restos de otra anterior.
Lo que está claro es que fue conquistado por los caballeros de Fernando III, y entregado a su conquistador, Fernán Núñez de Témez que le dió su nombre.

La parte en piedra es lo único que queda de la antigua torre. Caballerizas en la Plaza de Armas


Primera etapa: Torre romana (siglo I a.C.)
Según cuenta Crespín Cuesta, y con ello llegamos al inicio de la historia de este edificio, la torre de Fernán Núñez tiene su origen más allá de la época árabe. Tenemos que retroceder hasta la época del Imperio Romano. La relaciona con Casio Longino, gobernador de Hispania.


Con este repaso, intento relacionar cada edificio o construcción con sus fuentes y periodos históricos.  Sobre todo, en el caso de la cuarta etapa, y concretamente por el Inventario postmortem de los bienes muebles del tercer conde que es lo que voy a usar en la siguiente entrada para describir las principales habitaciones del palacio-fortaleza, hasta ahora desconocido, al menos para el que escribe estas lineas.

Gracias al inventario podemos darnos un pequeño paseo por sus aposentos y conocer cómo eran las habitaciones y la decoración de uno de los nobles españoles más importantes del siglo XVII.


 · Información editada procedente de:
- Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crespín Cuesta. 1994.

· Enlaces relacionados:
Introducción sobre Francisco Gutiérrez de los Ríos y Córdoba, tercer conde de Fernán Núñez.
Breve biografía de Francisco Gutiérrez de los Ríos
Las reformas de Francisco de los Ríos en Fernán Núñez (I)
Las reformas de Francisco de los Ríos en Fernán Núñez (II)
Las reformas de Francisco de los Ríos en Fernán Núñez (III)
Las cartas del tercer conde de Fernán Núñez
Los cuadros del tercer conde
La fortaleza-palacio de Fernán Núñez en tiempos del tercer conde
Francisco Gutiérrez de los Ríos y el convento de la Concepción de Córdoba
El entierro del tercer conde de Fernán Núñez
Descendencia y muerte del tercer conde de Fernán Núñez
Francisco Gutiérrez de los Ríos en Fernán Núñez y Córdoba 

miércoles, 24 de octubre de 2012

Las lápidas de la torre de la Iglesia de Santa Marina


Es típico hablar de la fachada de Santa Marina como una parte austera de la iglesia. En parte beneficia a su interior por sorprender al visitante por el contraste, pero lo cierto es que su exterior conserva elementos que pasan desapercibidos, con muchos años de historia que merece la pena recordar y rescatar, en especial sus tres lápidas que se sitúan en forma de cruz.

Consta de dos lápidas de color rojizo  a modo de brazos y son las que en peor estado se encuentran y por fechas sabemos que son las de mayor antigüedad. Probablemente estuviesen colocadas de otra forma en la torre o incluso en otra parte de la iglesia, hasta que a finales del siglo XVIII fueron cambiadas formando esta cruz que hoy podemos contemplar. La prueba de ello es las múltiples fracturas que presenta una de ellas.

¿Qué cuentan dichas lápidas?
¿Quiénes las pusieron ahí?
¿Por qué motivo?

Pues para responder de forma rápida, las lápidas fueron puestas por Francisco Gutiérrez de los Ríos, tercer conde  y por su nieto Carlos José Gutiérrez de los Ríos, sexto conde.  Estas lápidas se encontraban para recordar los siguientes hechos:



1. La devoción que la Casa Condal tenía hacia la Virgen de Guadalupe como su protectora desde primeros del siglo XVI.

2. La fundación de una obra pía o de caridad para el casamiento de las jóvenes huérfanas o viudas de Fernán Núñez el quince de enero de 1692. Esta obra se hacía en honor de la Virgen de Guadalupe.

3. La refundación de la obra pía en 1784 tras problemas de herencias en la casa condal que hicieron bloquear dicha obra de caridad desde 1721.

1ª Lápida

Esta lápida colocada en Marzo de 1717 por el tercer conde cuenta la historia del patronazgo de la Virgen de Guadalupe como protectora de la Casa de Fernán Núñez. Don Alonso Gutiérrez de los Ríos y doña Beatriz Carrillo (hija de los señores de Montemayor) contrayeron matrimonio con tan solo diez años ambos. Tras varios años sin descendencia, decidieron peregrinar hasta el monasterio cacereño de Guadalupe y al poco tiempo llegó su primer hijo Fernando Gutiérrez de los Ríos y Carrillo. Don Alonso y doña Beatriz trajeron una réplica a Fernán Núñez de la Virgen extremeña y crearon un fiesta anual que se celebraba el ocho de septiembre con gran solemnidad y que debía ser mantenida por todos los sucesores de la casa señorial así como el envío de cirios hasta el monasterio de Guadalupe para que alumbrase a la Virgen durante las fiestas más importantes. Su primogénito no continuó con dicha devoción aunque veremos como otros sucesores si que la continuaron siglos después.

Cuadro que recuerda la traída de la imagen de la Virgen de Guadalupe a la Villa
El tercer conde aprovecha para dejar claro que la Iglesia Parroquial de Santa Marina es del Patronazgo de los Gutiérrez de los Ríos, y que su familia tiene enlaces con la casa real de España, para lo que menciona que su sexta abuela era prima segunda del rey Fernando V el Católico, datos relevantes para la obtención de otros títulos como el de duque o la Grandeza de España, ambos obtenidos más tarde por sus sucesores.

Transcribo su texto:
El excmo. Sr. Conde D. Francisco de los Ríos hizo poner esta lápida a primeros del mes de Marzo de 1717 en memoria de sus sextos abuelos D. Alonso de los Ríos y Córdoba y Dª Beatriz Carrillo de Córdoba sobrina legítima hija de prima segunda del S. Rey Fernando el Católico que fueron décimos señores de esta Villa desde D. Fernán Núñez de Témez cuyos sucesores [parte ilegible] fortalecieron y fundaron esta Iglesia Parroquial de Santa Marina aquella que llaman de Aguas Santas en Galicia y los sobredichos D. Alonso y Beatriz trajeron  del Real Convento de Guadalupe la Santa Imagen de aquella advocación que colocaron en el altar mayor tomándola por patrona suya y de sus sucesores en su Estado fundando una fiesta perpetua [parte ilegible] el 8 de septiembre en cada año y [parte ilegible] solemnidad que la del Convento con diferentes bienes de qeu consta por el testamento de los Sres que para en el Archivo de esta Casa y esto referido también en el de esta Iglesia y atribuyéndole no haber tenido sucesión el hijo de los Refereridos Sres. al no haber cumplido con [parte ilegible] dispusieron en la que sea continuado por los demás sucesores de esta Casa, como dicho Conde D. Francisco como se espera que continuara siempre en adelante sobre [parte ilegible] a todos los Prelados eclesiásticos a que pertenezca y seglares [parte ilegible] por esta lápida nunca podrá suponer que falte [parte ilegible].

2ª Lápida


 El tercer conde usa uno de los símbolos de la Casa, la Virgen de Guadalupe para  fundar una obra caritativa. En primer lugar, continúa con el cambio de la fecha de la festividad de la Virgen de Guadalupe al cinco de marzo, fecha en la que el nació. Su madre la segunda condesa Ana Antonia Gutiérrez de los Ríos manda cambiar la fecha de la fiesta de Guadalupe del ocho de septiembre al  cinco de marzo, para celebrar  y dar gracias por haber dado un hijo heredero después de dos generaciones de mujeres, hijas únicas, en esta Casa de Fernán Núñez (la segunda condesa Ana Antonia y su madre, Aldonza Gutiérrez de los Ríos que no llegó a ser condesa por fallecer antes de que su padre, el primer conde Alonso Estacio Gutiérrez de los Ríos) La segunda condesa profesaba gran devoción por la Virgen de Guadalupe: quiso darle una capilla dejando para ello quinientos ducados y que uno de sus vestidos de gala se emplease para hacer un manto.

Volviendo a la obra caritativa, consistía en la dotación de mujeres pobres de la villa que se debían de casar el día de dicha festividad, el cinco de marzo. El propio conde relata en las escrituras de su fundación que se hacía para: "muestra de mi benevolencia a la fidelidad y amor que yo y mis predecesores habemos experimentado en nuestros vasallos de la Villa de Fernán Núñez desde la conquista de aquel reino y población de cristianos que allí hicimos"

Estas escrituras también dejan claramente como se repartirían las rentas destinadas para la celebración: una parte se usa para pagar los gastos propios de la fiesta (gastos en la iglesia de Santa Marina), otra parte en el Convento de San Francisco de Córdoba (donde se diría un sermón por dicha fiesta) y otra parte para limosna. El restante se convertiría en tantas dotes como doncellas o viudas pobres de solemnidad hubieran. Por pobre de solemnidad se entiende las que no tienen bienes raíces ninguno y vivían solo de su trabajo. El orden para recibir la dote era el siguiente:
1. Huérfanas de padre y madre
2. Huérfanas solo de padre
3. Huérfanas solo de madre
4. Pobres que tengan padre y madre y de entre ellas las de mayor edad.
5. Viudas

Y para todas ellas, la condición era ser hijas de vecinos naturales de la villa o que por lo menos tuvieran vencindad en ella de diez años antes de la elección. Eran elegidas antes de año nuevo y se casaban, como hemos dicho el cinco de marzo.

Transcribo su texto:
 El excelentísimo Señor Conde Don Francisco fundó una obra pía [ilegible] en Madrid a los 13 días de Enero de 1692 ante Andrés de Catalañazor escribano (ssno) de S.M. (su majestad) para casar huerfanas con preferencia las de P (padre) y M(madre) en su falta las de M y en ella las de P(padre), Vas (viudas) de esta Villa situada [ilegible] en censos perpetuos de plata sobre posesiones libres propias de su Excelencia y clausula de que se le [ilegible] fundación en cada año el día 5 de marzo que es el de su Nacimiento y se den personalmente en esta Iglesia Parroquial las dotes a los casados en aquel día y otras condiciones que con en aquel y [ilegible] cuyas copias auténticas están protocoladas en la [ilegible] de escribano y del Archivo del Cabildo de esta Villa y Correduria de su excelencia que encarga la conciencia a los Vicarios y curas de esta Parroquia donde está fundada esta obra pía cuiden celen y soliciten el puntual cumplimiento de ello como hasta el presente se ha cumplido y que si así no lo hiciesen incumplan en indignación divina y den estrechas cuenta a Dios de su omisión y perjuicio de sus feligreses asi mismo [ilegible] cuales persona eclesiástica o seglar que no diere cuenta en los Tribunales superiores pues para que conste a todos esta lapida se ha puesto.
Y también añadió a los 14 días del mes de Enero de 1698 ante Luis de Mesa escribano público y del Cabildo de esta Villa [ilegible] para el aniversarioo que se hace y ha de hacerse en esta Iglesia siempre el día siguiente el de la oración de los difuntos por los señores fundadores de ella y de esta Villa y sus sucesores y criados perpetuamente en las partes arriba expresadas pertenecientes señalando el [ilegible] que en Córdoba tiene su Casa.
Lápida 3

La fundación, a la muerte del tercer conde, quedó sin uso por falta de bienes.  Su hijo don Pedro Gutiérrez de los Ríos, cuarto conde, quiso reestablecerla y para ello dejó la mitad de sus bienes libres. Falleció en 1934 pero su mujer, Ana Francisca de los Ríos y Alsacia,  le sobrevivió hasta 1752, siendo la poseedora de dichos bienes. El sexto conde, era sobrino de don Pedro (don Pedro y doña Ana Francisca no tuvieron hijos y heredó el título primero su hermano menor, el quinto conde José Diego Gutiérrez de los Ríos y le siguió el hijo de este Carlos José Gutiérrez de los Ríos) y se encargó de embargar los bienes de su tía una vez difunta, así como de resolver cuestiones que aún estaban pendientes del testamento de su abuelo, el tercer conde, como pagos a sus criados que su hijo Pedro, cuarto conde se negó a realizar.

Una vez todo resuelto en 1784 se reestableció la fundación con una dote de 2206 reales y para celebrar este hecho el sexto conde invitó a los casados que se habían beneficiado de la obra pía a una merienda en el jardín del palacio.

Jardines del Palacio

Carlos José Gutiérrez de los Ríos mandó colocar una nueva lápida en la fachada principal de la Iglesia de Santa Marina que guardaría la memoria de la caridad de su abuelo y la suya propia como continuador de su iniciativa.

Transcribo su texto:

Ha de saberse que aunque la caridad y el amor que el Conde Don Francisco profesó siempre a sus vasallos le hizo mandar en su testamento la obra pía de la dote que expresa esta lápida inmediata no pudo tener efecto por falta de caudales. El conde don Pedro su hijo mandó agregar a ella la mitad del valor de los bienes líquidos que resultasen después de sus días y en 1772 se liquidaron 34239 reales y 11 maravedíes. El conde don Carlos su sobrino, nombrado Patrono, como señor del Estado se hizo cargo de esta suma desde el año de 1766 había dado por sí una dote anual de 600 reales y desde el de 72 lo aumentó hasta 1633 reales incluyendo esta los 834 correspondientes al rédito de la mitad del capital de los 34239 reales y 11 maravedíes del Conde Don Pedro. Últimamente en 22 de mayo de 1784 formalizó esta fundación y la dotó a perpetuidad completando una dote anual de 2206 reales. Como consta en la escritura de la fundación otorgada ante Alonso Espinosa en dicho día con lo que a los 63 años del fallecimiento del Conde Don Francisco su abuelo, primer móvil de este pensamiento al cuarto poseedor de sus bienes se vió verificada esta piadosa memoria debida a aquel magnánimo, caritativo y discreto padre de su pueblo que como tal hay que encomendarle siempre a Dios. Sirva este ejemplo a la posteridad y no arrepentirse nunca de extender las ideas caritativas y patrióticas más allá de lo que alcancen sus medios, Dios se los dará algún día a sus sucesores para ponerlos en obras sin apropiarse en mérito que tuvieron los primeros que las crearon, publicaron y promovieron para mucha honra y gloria y bien de la patria.

Ha sido esta una entrada larga que quizás sea un poco áspera de leer, pero he considerado que valía la pena conocer la historia de estas lápidas que son las guardianas de muchos entresijos históricos entre los condes de nuestro pueblo y mujeres que vieron en estas ayudas una oportunidad de tener una vida mejor, puesto que por simplemente ser mujeres y pobres, no podían casarse por no poder aportar ninguna dote al matrimonio.
 


 · Información editada procedente de:
- Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crespín Cuesta. 1994.
- El tercer conde de Fernán Núñez (1644 - 1721): Corte, parentesco y memoria familiar. Carolina Brutrach. Florencia. 2009.

martes, 22 de marzo de 2011

El cuadro de la Procesión de la Virgen de Guadalupe (II)

En la anterior entrada describía la escena de la procesión, y ahora es el turno del paisaje. El problema de este cuadro es que no se conoce su fecha exacta de creación. La primera vez que se mencionan el conjunto de cuadros del que este forma parte, es en el testamento del III conde, don Francisco Gutiérrez de los Ríos que vivió entre 1644 y 1721. En 1706 es cuando se retira de la vida militar y decide volver a Fernán Núñez a pasar el resto de sus días, viviendo el pueblo un resurgimiento que muchos autores lo han considerado como el verdadero fundador de nuestro pueblo. Es también cuando comienza a interesarse por sus antepasados y quizás cuando decida el encargo de estos grandes lienzos.

Por tanto, si este cuadro es del siglo XVIII ¿las vistas que tiene serán también del XVIII?

He aquí la incógnita.  Probablemente así lo sea, pues es prácticamente imposible que este noble pudiese recordar como era la Plaza de Armas en el siglo XVI, concretamente en torno a 1525, cuando se celebró la procesión de la Virgen de Guadalupe. De esta época esperaríamos una Plaza de Armas más militarizada, por la cercanía en el tiempo a las épocas de guerra con el reino de Granada y para la defensa de las incursiones de los árabes por la campiña.

Vemos una Plaza de Armas donde quedan algunos reductos militares, restos de muros almenados, pero que van dando paso a nuevas zonas palaciegas e incluso con jardines ya del estilo del siglo XVIII, como el que se ve tras una puerta.

De la iglesia de Santa Marina de Aguas Santas ya hablé en esta otra entrada, así que me voy a centrar en los edificios que vemos en la Plaza de Armas.

El aspecto actual de la Plaza de Armas data de 1783 - 1787, pues tras el terremoto y maremoto de Lisboa  de 1755 todo el conjunto quedó gravemente afectado, por tanto probablemente lo que vemos en el cuadro es una imagen de ese conjunto antes de este gran desastre.

1. Palacio o palacete 


Ocuparía la parte de la Plaza donde se encuentran hoy los edificios de las antiguas escuelas. En la imagen vemos un edificio de dos torres, de un estilo clásico o neoclásico que probablemente fue destruído por el terremoto de Lisboa. No parece tener una puerta principal, lo que hace pensar que estaría vinculado a la fortaleza pues en varios documentos de esta época ya se habla de la Fortaleza-Palacio de Fernán Núñez. No hay datos de qué señor o conde lo construyó. Consta de dos cuerpos y el aspecto es bastante similar a la fachada del palacio actual. En una de las esquinas, la que estaría frente a la torre de Fernán Núñez de Témez (torre que no se puede ver en el cuadro, por desgracia) tiene un escudo de armas de los Gutiérrez de los Ríos. En el lado contrario una puerta almenada da a un recinto con una fuente tras la cual podemos observar más dos ventanales con arcos de medio punto que asomarían al Llano de las Fuentes y al Encinar. No queda hoy día ningún resto de este palacio.

2. Casas capitulares/Antiguo Ayuntamiento


En este recorte vemos la esquina de la Calleja de la Cárcel, esquina donde actualmente se encuentra el Mesón del Duque y el actual ayuntamiento. En el cuadro podemos ver que antes del mesón había una gran casa que estaba habitada por nobles, así lo demuestran sus vestimentas. Por la ubicación eran propiedad de los condes de Fernán Núñez, con total seguridad, como lo fue el mesón que posteriormente se construyó sobre esas casas de la imagen. 

En cuanto al ayuntamiento, podemos contemplar como era un edificio de estilo renacentista con arcos de medio punto en su fachada, tanto en el primer cuerpo como en el segundo, donde tres arcos hacen una balconada y se acompaña de dos ventanas enrejadas, tan al estilo de Fernán Núñez, ventanas que cada día se están perdiendo más en nuestras construcciones actuales. En 1704 se derribaron las casas viejas propiedad del concejo de la villa y se encargó a Francisco Moyano, escultor del pueblo un escudo de la villa y de la casa condal que labró en escayola que serán los que hay a ambos lados del balcón. Además le encargaron un lienzo de la Virgen de Guadalupe, que era para la sala de Cabildos del ayuntamiento, del cual hoy desconocemos su paradero.

El resto de construcciones son de menor importancia, parecen grandes pabellones probablemente con función militar y casas de los habitantes del pueblo en las que en casi todas se puede observar como tienen un corral en su parte trasera.

lunes, 21 de marzo de 2011

El cuadro de la procesión de la Virgen de Guadalupe (I)

Como decíamos en la anterior entrada, la devoción por la Casa de Fernán Núñez a esta virgen extremeña, está confirmada por un cuadro que pertenece a la colección de cuadros que son parte del Palacio Ducal y cuya ejecución fue mandada probablemente por el III Conde don Francisco Gutiérrez de los Ríos, junto con otros cuadros que recordaban hazañas y hechos extraordinarios de sus antepasados como el Socorro a Castro del Río o La Batalla del Campo de la Verdad.

La escena que describe el cuadro es la solemne procesión que se hizo para trasladar la imagen de la Virgen de Guadalupe hasta la Iglesia de Santa Marina en 1525 tras la peregrinación años atrás al Monasterio cacereño de los señores de Fernán Núñez como promesa para obtener un heredero, súplica que se cumplió al poco tiempo después cuando doña Beatriz quedó embarazada de su primogénito.

Cuadro ubicado en el ayuntamiento
En la imagen vemos una vista de Fernán Núñez desde la actual fachada del Palacio, que  antes de 1783, sería el Castillo. Es dificil realizar ampliaciones porque es un oleo y por ubicarse en una zona muy iluminada del ayuntamiento me resulta difícil conseguir buenas fotografías, así que lo mejor es que quien quiera verlo con detalle se desplace hasta el ayuntamiento. Contemplamos la Plaza Armas y los edificios que la componían destacando las Casas Capitulares en su lado derecho y las caballerizas y un palacio a la izquierda, así como pabellones militares. Al frente una calle llevaba hasta la antigua iglesia de Santa Marina. Para explicarlo lo vamos a dividir en cuatro partes.

Esquema de la composición del cuadro

A) Lado izquierdo:
En el podemos ver un despliegue militar, seña de identidad de esta Casa durante la Edad Media. El cuadro da muestra de la importancia que tenían las huestes de los señores de esta casa nobiliaria en las guerras y conflictos del reino de España. Se ve un cuerpo de caballería formado por unos veinte jinetes, alineados, observando el evento, así como un  gran cuerpo de infantería, completamente armado con lanzas y otras armas que observa también la solemne procesión. Quedan ambos grupos, enmarcados por muros almenados y por los pabellones militares, en color rojo, pertenecientes al castillo. Cierra el ángulo una puerta  almenada de acceso al recinto, que está en la esquina de la izquierda, la cual da a un jardín con una fuente y otros ventanales que formarían parte de la zona de recreo del palacio o palacete que está en color violeta en el esquema.

Detalle del lado izquierdo
B) Parte central:
Es la procesión en sí (imagen de la Virgen en rosa en el esquema), acompañada por un séquito de personajes de tipo religioso que portan cirios y algún estandarte (en color verde) La procesión parte de la esquina inferior derecha quizás porque la imagen había llegado a la plaza por la Puerta de la Villa, acceso normal a nuestro pueblo en la época, o porque salía del castillo, por alguna puerta ubicada en ese flanco. Se enfila pasando por el centro de la Plaza de Armas en dirección a Santa Marina, conservandose la misma trama de calles que hay hoy día: asciende por la actual calle Cronista Alfonso Zurita, calle creada para comunicar directamente la zona noble con la zona religiosa de nuestro pueblo. La parte final de la comitiva son los nobles, ataviados de capas y espadas (color morado). Justo detrás del último sacerdote aparece un noble acompañado de una mujer que parece estar embarazada, pudiendo ser el décimo señor don Alonso  y su esposa doña Beatriz ya encinta. En el primer plano hay otros nobles discutiendo o debatiendo y unos niños se han acercado a una mesa donde parece que hay algún entretenimiento (¿juego de naipes?)

Detalle del lado derecho: en el círculo posibles figuras de los señores de Fernán Núñez
C) Lado derecho
En este lado vemos el antiguo y primer ayuntamiento de nuestro pueblo y el resto de casas que acogían el cabildo y las instituciones relacionadas con el gobierno de la Villa. Todas las casas están con las ventanas abiertas y engalanadas para la ocasión, asomándose a ellas parte del vecindario, siendo también partícipe del evento. Incluso aparecen algunas personas en actitud orante arrodilladas al paso de la imagen.

D) Texto explicativo (escrito en castellano de la época)
AVIENDO ESTADO SIN SUCESIÓN MUCHOS AÑOS LOS SEÑORES D. ALONSO DE LOS RIOS Y Dª BEATRIZ CARRILLO DE CORDOVA HIJA DE LOS SEÑORES DE ALCAUDETE DN MARTIN Y DE Dª MARIA CARRILLO PRIMA SEGUNDA DEL SEÑOR REY DN FERNANDO EL CATOLICO FUERON EN ROMERIA AL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE DONDE DEJARON FUNDADA UNA FIESTA PERPETUA EN SU STAUARIO TRAYENDO UNA COPIA DE AQUESTA SAGRADA YMAGEN A SU VILLA DE FERNAN NUÑEZ DONDE LA COLOCARON EN EL ALTAR MAYOR DE SU YGLESIA PARROQUIAL DE SANTA MARINA DEJANDOLE MUI YLUSTRE DOTACION Y ENCARGANDO A SUS SUZESORES LA GRAN DEVOZION A ESTA SANTA YMAGEN POR CUIO MEDIO OBRA DIOS NUESTRO SEÑOR MUCHOS MILAGROS Y LES CONCEDIO A LOS SOBREDICHOS SEÑORES MUI COLMADA SUCESION COMO CONSTA EN LOS AUTORES GENEALOGICOS QUE TRATAN DE LAS CASAS DEL REYNO DE CORDOVA Y EN ALONSO LOPEZ DE HARO EN LA CASA DE ALCAUDETE LA FILIACION DESTA SEÑORA.

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sábado, 19 de marzo de 2011

La devoción a la Virgen de Guadalupe en Fernán Núñez

El décimo señor de Fernán Núñez, don Alonso Gutiérrez de los Ríos y Venegas y su esposa Beatriz Carrillo de Córdoba, pasaron muchos años unidos en matrimonio sin lograr descendencia. Ambos fueron en peregrinación al santuario cacereño de Nuestra Señora de Guadalupe, a implorar la concesión de un heredero, que asegurase la continuidad sucesoria de esta casa de Fernán Núñez. 

Parece ser que las súplicas fueron escuchadas y al poco tiempo nació el heredero que llevó por nombre Fernando, en memoria de su abuelo paterno. La descendencia prosiguió hasta alcanzar la cifra de diez hijos.

Don Alonso trajo una imagen del santuario extremeño y en una solemne procesión fue llevada hasta el Altar Mayor que el mismo mandó construir, y donde fue sepultado, en la Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas. Se acompañó de un sermón y la posterior celebración, con los vecinos de la villa, ordenando que sus sucesores de la Casa de Fernán Núñez, la tuviesen siempre como protectora. Este hecho queda reflejado en un cuadro que se conserva en el Palacio Ducal y que ahora podemos contemplar en el Ayuntamiento, tras su restauración.



Para que siempre se recordase el favor que por su intercesión habían recibido, destinaron una renta perpetua para que todos los años, los señores de Fernán Núñez enviasen veinticinco cirios de cera blanca, dorados y plateados, que ardiesen en las vísperas y fiestas de la Navidad, en su monasterio de Guadalupe.

La Virgen de Guadalupe, presidía el Altar Mayor de Santa Marina antes de su reconstrucción, hasta el siglo XVIII, en el primitivo Altar Mayor. Posteriormente, en la nueva parroquia, presidiendo el nuevo Altar Mayor que crease Alonso Gómez de Sandoval entre 1785 y 1790 con una nueva talla de la Virgen de Guadalupe  hecha en 1791.  Parece ser que la anterior imagen permaneció en  Santa Marina, probablemente en la sacristía u otras dependencias.
Pero esta iglesia sufrió las consecuencias de la Guerra Civil y fueron destruídas muchas imágenes y altares, entre ellos la imagen de la Virgen de la que hablamos. Después de la guerra, no se volvió a colocar la imagen, sino que fue sustituído años más tarde por un imponente crucificado de Juan Polo, el Cristo de la Promesa.

En el centro del Altar Mayor se puede ver la silueta de la Virgen de Guadalupe. 1936
Ampliación del Altar Mayor (Cortesía de Juan Luis Ramírez Zurita)
Virgen de Guadalupe, tras la Guerra Civil
Hasta 1922 hay constancia de la celebración de una función a la Virgen cada ocho de septiembre y en los archivos de la Iglesia de Santa Marina queda constancia de que a partir del XVIII se relega por parte de los condes a esta parroquia, el envío de los veinticinco cirios al monasterio cacereño, dando detalle de las cuentas y elaboración de los mismos.

Igualmente los sucesores de don Alonso siguieron profesando devoción a la Virgen de Guadalupe e incluso dispusieron de una nueva copia para el Palacio construído sobre el castillo en el siglo XVIII, que se colocó en la capilla de Santa Escolástica, situada en una de las torres de dicho palacio, en una pequeña hornacina  en el altar del Resucitado.
Virgen de Guadalupe de la Capilla de Santa Escolástica
Esta imagen figura en los inventarios de dicho Palacio como Virgen de las Batallas. Este nombre puede tener relación con el hecho de que los señores de Fernán Núñez  durante el siglo XVI, XVII y XVIII destacaron siempre en el ambito militar, tanto en tierra como en mar y esta imagen  de la Virgen de Guadalupe, de pequeño tamaño, podía acompañar a los señores y posteriores condes en cualquier contienda.

También era costumbre celebrar solemnes misas para dar gracias a la Virgen cuando a alguno de los señores o condes le sucedía algún hecho extraordinario. Por ejemplo, en julio de 1742 se recibe en la Villa una carta del quinto conde don José Diego Gutiérrez de los Ríos que relata el nacimiento de su primogénito. El Concejo y Regimiento de la localidad, encabezado por el corregidor, don Rodrigo de Fuentemayor acordó celebrarlo con una fiesta en la Parroquia de Santa Marina de Aguas Santas, en acción de gracias, dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe.

En julio de 1775 llegó a Fernán Núñez la noticia de que entre los heridos en un expedición española a Túnez contra los berberíscos se encontraba don Carlos José Gutiérrez de los Ríos, sexto conde de la villa. Al conocer el Concejo esta comunicación se reunió el cabildo de urgencia, tomando el acuerdo de rendir sus respetos al conde, ofreciendo una solemne fiesta a Nuestra Señora de Guadalupe, para implorar misericordia sobre la persona del conde.


Información editada y ampliada procedente de:
Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crespín Cuesta
Colaboración de Juan Luis Ramírez Zurita.

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domingo, 13 de marzo de 2011

Alonso Gutiérrez de los Ríos y Venegas (I)

Don Alonso Gutiérrez de los Ríos y Venegas fue el décimo señor de Fernán Núñez. Tomó posesión de sus estados el uno de marzo de 1493. Fue Veinticuatro de Córdoba y Alcalde Mayor de las Dehesas del Reino, designado por la reina Juana, La Loca, como consta en una carta de la misma del 7 de abril de 1508, en agradecimiento a un acuerdo sobre tierras de La Vereda y Fuente los Ojos, del término de Fernán Núñez, en la cual figura el siguiente encabezamiento:

El muy Virtuoso y Noble Cavallero, Alfonso de los Ríos, Señor de la Villa de Fernán Núñez, uno de los Veinticuatro Cavalleros del Regimiento desta dicha ciudad, Alcalde de las Defesas della, e su Tierra, por la Reyna nuestra Señora.

Juana La Loca, por Juan de Flandes (reinó de 1516 a 1556)
Por este cargo gozaba de gran autoridad en cuestiones de límites, ejerciendo de juez en pleitos y querellas sobre términos, lindes y propiedades.

En su adolescencia estuvo sirviendo de paje a los Reyes Católicos, puesto de gran estimación que solo se daba a los hijos de los principales caballeros. Después intervino y prestó ayuda a los reyes de España en todas las empresas y guerras donde fue solicitada su participación:  en la de Granada, junto con su padre Fernando de los Ríos, contra Francia, en Nápoles junto a Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán y las rebeliones de moriscos en Ronda. Como veremos en las siguientes entradas, su participación quedó demostrada mediante la correspondencia con los monarcas. Y por supuesto, esa ayuda se prestaba gracias a los fernannuñeses que dejaban nuestro pueblo, para formar parte de las tropas de de este señor.

En 1506 es elegido Procurador para las Cortes de Castilla, por la ciudad y reino de Córdoba.

En torno a 1520 se desplazó en peregrinación, pues no conseguía tener hijos, hasta el Santuario de la Virgen de Guadalupe, en Extremadura, iniciando la devoción de la Casa de Fernán Núñez por dicha imagen, hecho documentado por uno de los cuadros conservados en el Palacio Ducal y porque antiguamente se conservaba una copia de dicha virgen en el altar mayor de la Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas y que fue destruída en la Guerra Civil. De todo ello hablaremos con más detalle en otras entradas.

Real Monasterio de Guadalupe en Cáceres

También entorno a estos años, por propia iniciativa y con cargo a sus rentas mandó edificar la capilla de Santa Ana, después Hospital de la Caridad de Nuestro Señor Jesucristo y hoy ermita de La Caridad.

 Ermita de la Caridad en la actualidad
Por último, mandó en su testamento, con fecha a 17 de enero de 1531 construir una Capilla Mayor, con suntuoso enterramiento, en la Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas de Fernán Núñez, donde dispuso que le sepultasen a su muerte, siendo el primer señor de esta casa que dejó de enterrarse en la capilla del Sagrario de la Mezquita Catedral de Córdoba y el primero también en recibir sepultura en dicha parroquia. A día de hoy no queda ningún resto de dicho enterramiento, que se perderían con la reconstrucción y ampliación en el siglo XVIII de dicha iglesia.

Murió don Alonso el nueve de mayo de 1531, en nuestro pueblo y fue enterrado como dispuso en su testamento, en la capilla que apenas se encontraba en construcción. Casó con Beatriz Carrillo de Córdoba que falleció el siete de abril de 1545 y fue sepultada en el desaparecido Convento de la Concepción de Córdoba, en el coro de su iglesia.


Información editada procedente de:
Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crespín Cuesta

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