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miércoles, 1 de diciembre de 2010

Los molinos de harina de Fernán Núñez (IV)

Orígenes
 Justo al lado contrario donde hoy se encuentran las huertas aparecieron los restos de una villa romana. Esta contenía un gran depósito para el agua y un estanque, además de un canal de desagüe que apuntaba hacia la zona de las huertas, quizá para aprovecharla y regar esas tierras. Puede ser que esta infraestructura se usase durante algún tiempo para contribuir al aporte de agua de los molinos y riego de las huertas en época árabe y posteriormente cuando se construyen los molinos en el siglo XVII. A día de hoy no queda ningún resto, todos fueron destruídos para facilitar las labores agrícolas (1)


 De la época árabe no nos cuentan nada las crónicas. Sería raro que no mantuvieran la tradición romana de regar las huertas, pero con la gran destrucción de Abencalez y los pocos restos que hemos encontrado no podemos afirmar ni desmentir nada.

Lo cierto es en el siglo XVII hubo quejas por parte de la mayoría de los vecinos del pueblo. Los vecinos pasaban dificultades para conseguir el pan, no solo por malas cosechas, sino también por tener que desplazarse hasta la ribera del Guadajoz por la carencia de molinos para obtener la harina.  Era un molino que había en el cortijo de La Ratosa y a otro más alejado próximo a Castro del Río. Al no pertenecer a nada vinculado al término parece que cometían todo tipo de fraudes dando harina de trigo de peor calidad al que le correspondía. Así se lo transmitieron a don Francisco Gutierrez de los Ríos, III conde, el 1 de enero de 1679, bajo la presencia de los alcaldes y corregidores de dicha época. Este acogió la idea con interés y empezó la construcción de cinco molinos con la condición de que la villa ayudase en la labor. El siete de enero del mismo año el pueblo acudió a las Casas Capitulares, a los toques de campana de la Iglesia de Santa Marina y se le informó de las obras que iban a comenzar. Alguno de estos cinco ha perdurado hasta después de la Guerra Civil. Mi padre con 67 años aún recuerda haber llevado trigo al último de los molinos (si alguien le puede preguntar a sus abuelos y padres y dejar comentarios, mejor)

Para complementar esto y aprovechar el agua se establecieron diez y seis huertas, de seis fanegas cada una, en la orilla derecha del arroyo Ventojil, quedando abandonado el antiguo pago hortense cercano a las fuentes públicas, conocido hoy como "Huertas Perdidas".

Para terminar, he encontrado un documento en el Archivo del pueblo sobre las cuentas de la molienda de ciertas cantidades de trigo que data de 1769 y que no debe ser el único que debe de haber por ahí.


Después de estas entradas uno se queda algo extrañado. Sobre todo si se visita algunos pueblos mucho más pequeños que el nuestro (en pueblos de las sierras de Granada o de Cádiz) donde todavía persisten molinos. Algunos convertidos en alojamientos rurales, otros en museos, pero persisten. Dudo mucho que todo el conjunto que había en nuestras huertas no fuese digno de musealizar y conservar; me quedo con la incógnita de lo que pasó en el pueblo en estas fechas donde la solución fue quitar de en medio las Villas Romanas y los Molinos y para qué hablar de la transformación del paraje de La Juncá en la piscina municipal. 

Se recuerda que estos restos se encuentran en una finca privada y que el acceso no está permitido sin el consentimiento del dueño. Por otro lado, puede ser peligroso por las oquedades que los restos han generado con su deterioro. No obstante se puede observar desde el camino público.

1. Pdf con la Infraestructura hidráulica rural de la época romana en la provincia de Córdoba.

Se completa con las siguientes entradas:
Los molinos de harina de Fernán Núñez (I)
Los molinos de harina de Fernán Núñez (II)
Los molinos de harina de Fernán Núñez (III)

miércoles, 1 de septiembre de 2010

La torre de la Atalaya: vínculos con otras fortificaciones

En la siguiente imagen he intentado recopilar, bajo los números del 1 al 10, las fortificaciones y torres que en la época árabe, y posteriormente bajo el dominio cristiano pudieron estar vinculadas de alguna manera u otra con la torre de la Atalaya. Esto tiene el fin de mostrar su posición privilegiada en toda la campiña cordobesa.

Por colores tenemos:
  • Línea Verde: itinerario aproximado de la vereda de Córdoba-Granada.
    • Línea Roja: itinerario ficticio de la calzada romana que unía Córdoba con Antequera.
        Por la utilidad que siguieron teniendo estos caminos durante toda la edad media, son los únicos a considerar. 
      • Líneas moradas: En el punto en común de todas tenemos a la Torre de la Atalaya, la cumbre del cerro del Madroño.  No se han seleccionado torres o fortificaciones a más de 15 km de distancia en línea recta.



        1. Torre de Fernán Núñez de Témez (actual Palacio Ducal de Fernán Núñez) a 3,3 km:  Es el punto más cercano que tiene la Atalaya. Se sitúa a su suroeste. Posteriormente sería el núcleo de población más importante y más cercano a la misma y probablemente el objeto de su defensa durante gran parte de la edad media y hasta su destrucción.  La cesión histórica de esta torre y sus terrenos la acabó vinculando al señorío, marquesado, condado y finalmente ducado de Fernán Núñez. Sin embargo en el escudo de dicho pueblo solo aparecen dos torres y no tres, quizás porque más que una heredad o herencia fue una venta. Pero no cabe duda que su papel, por muy desconocida que sea, fue también decisivo en la historia de nuestro pueblo.

        2. Torre de Abencalez a 3.9 km: Lógicamente el primer núcleo poblado de nuestro municipio tenía conexión directa con la atalaya. Puede ser que incluso fuese una de las torres que el señor de la época árabe, Aben-toxil crease para defender a Abencalez y la vega del arroyo Ventojil.

        3. Torre de Albaén a 9,6 km:  esta torre estaba situada en el cortijo del mismo nombre. Crespín Cuesta pudo ver sus últimos restos y tomar una serie de notas sobre los mismos. Es la conexión más cercana que hay hacia el oeste. Realmente dudo si hay un contacto visual directo, pero  de todas formas por el sistema de fogatas si era de noche  y humo, en caso de ser de día puediesen tener algún vínculo.

        4. Torre del Cañaveral a 6.9 km: esta torre, parece que claramente es como la de Abencalez, de defensa de una población y se oculta en una cañada de un arroyo que si permite su conexión con la vega del Guadajoz, pero da en cierto modo la espalda a la torre de la Atalaya y por tanto, no tiene contacto visual directo, pero se consigue con solo andar unos metros arriba. 

        5. Castillo de Torres Cabrera a 9.5 km: el castillo de Torres Cabrera, fortaleza que controlaba la parte del Guadajoz más próxima a la capital  es otro punto clave.

        6. Ategua a 13 km: la antigua ciudad romana, gracias a su elevada posición permite contemplar unas vistas espectaculares entre ellas las del cerro del Madroño, donde se encuentra la atalaya.

        7. Espejo a 13 km: Si hay una atalaya en la campiña, esa es Espejo, su castillo es visible desde todos los puntos de los pueblos más orientales de la  Campiña Sur y por tanto, no iba a ser menos desde la torre. Sin duda ante un ataque musulmán procedente de Granada era un salvavidas para Fernán Núñez, Abencalez, Montilla y Dos Hermanas (posteriormente Montemayor)

        8. Dos Hermanas a 8 km: Esta fortaleza y pueblo estaban unidas temporalmente a esta torre así que no hay duda de que estuvieron muy vinculadas la una con la otra al menos hasta su traslado al actual Montemayor, cosa que beneficiaría más aún porque quedaban más próximas incluso. Esta fortaleza requería mucho de las circundantes por la baja cota donde se asentaba.

        9. Montilla a 12,6 km: la vistas de la fortaleza de Montilla desde la Atalaya son impresionantes, ya que desde casi todo el término de Fernán Núñez apenas podemos ver en el horizonte parte de este pueblo, y al ir subiendo y aproximandonos vemos como la cima al este de la ciudad, donde se situaba su grandioso alcázar se contempla con gran facilidad.

        10. Montemayor a 5,3 km: y cerramos el círculo con el pueblo vecino. Apenas hay contacto visual entre Fernán Núñez  y Montemayor si nos situamos en nuestro término municipal, sin embargo es perfecto este contacto  en el caso de  la Atalaya.