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miércoles, 12 de junio de 2013

El conde de Fernán Núñez, embajador en Lisboa.

El 26 de febrero de 1778 el sexto conde de Fernán Núñez, Carlos José Gutiérrez de los Ríos Rohán-Chabot, es nombrado embajador en la capital portuguesa. A nivel político, nuestro país todavía vive una relación distante con Portugal que sigue siendo aliada de Inglaterra tras afianzarse en la corona española la dinastía de los Borbones, y por tanto, la consideración de Francia como un país aliado. Carlos José de los Ríos, desempeñó este cargo hasta marzo de 1786, estando al frente de la embajada durante ocho años. La sede de la embajada era el Palacio de las Necesidades.

Palacio de las Necesidades

El hecho que más destacó durante su cargo fue la fastuosa doble boda celebrada en el Palacio del Rocío de Lisboa. El conde llevó a cabo las negociaciones para el casamiento en la primavera de 1785 de los siguientes nobles:

Gabriel Antonio de Borbón, décimo hijo de Carlos III, que casó con la primogénita del rey de Portugal, Mariana Victoria de Braganza.

Carlota Joaquina de Borbón, primogénita de Carlos VI, que casó con el futuro rey de Portugal, Juan VI. Carlota llegó a ser la reina de Portugal y estuvo acusada de conspirar contra su propio marido, que la aisló en un palacio en las afueras de Lisboa. Carlota estuvo también a punto de ser reina regente de España, mientras su hermano Fernando VII estaba apresado por los franceses.

Carlota Joaquina y Joao IV
El conde no solo se encargó de las negociaciones sino que costeó de su propio bolsillo ambas bodas, sin escatimar en detalles.Construyó un arco triunfal que el mismo diseñó, escribiendo las siguientes inscripciones en sus frontispicios:

CAROLO. III. MARIAE. I. PETRO. III.
CATHOLICO. ET. FIDELISS. REGIBVS.
PERP. VTRIVSQ. GENTIS. CONCORDIAE.
DVPLICI.SVOR.CONNVBIO. AVCTORIB.

CARLOTAE. REG. HISP. NEPT. ET. GABRIELIS.
EIVSD. F. CVM. IOANNE. ET. M. A. VICTORIA.
REG. PORT. EF. CONIVG. FAVSTISS. CDDCCLXXXV.
C.C. FERN. NUÑS. HISP. LEG. POPP. FEL. AVG. IMP.

La fiesta que se celebró en el palacio del Rocío contaba con más de tres mil quinientas velas de cera blanca en lámparas de araña y candelabros. Además sonó una ópera anónima, aunque se cree que fue escrita por el sexto conde, llamada Il ritorno de Astrea in terra, cuya música compuso Giuseppe Palomino, instrumentista de la Real Cámara. Esa noche cenaron más de trescientos invitados en mesas adornadas con centros traídos desde París. 

Por último hizo acuñar una medalla conmemorativa cuyo anverso representa un altar antiguo sobre la que dos genios unen dos corazones. Himeneo, el dios griego de las ceremonias matrimoniales, coloca sobre ellos una corona de rosas y de mirtos. En el basamento se lee la fecha de los desposorios con la siguiente leyenda que demuestra la felicidad pública:

AVGVSTA.CONNVBIA. DIVTVRNAE. FELICITATIS. PIGNORA.

A lo lejos se descubren las vistas de las cortes de Madrid y Lisboa, en cuyas cortes se celebraron los desposorios, como se indica:

MATR. XXVII. MART.
OLYSIP. XII. APR.

Medalla conmemorativa


Una corona, formada por dos ramas de rosas y mirto, sujetas en sus extremos por un lazo, como símbolo de la unión, ocupa el reverso, y en el campo, se lee esta inscripción, destinada a dar a conocer en la posteridad el cariño y el celo del embajador a su soberano y a su patria:

GEMINATAM
POPULORUM
LAETITIAM
GRATULATVR
C.C.F.N.L.H.

El rey de Portugal quiso agradecer al conde su entrega con la boda y se puso en contacto con Carlos III, el cual autorizó al monarca luso para la entrega de un regalo digno de la categoría de un rey. Carlos José Gutiérrez de los Ríos rechazó dicho regalo. Carlos III insistió, en agradecerle de alguna manera las atenciones prestadas y acabó nombrándolo Consejero de Estado y ofreciéndole la embajada de Viena, la cual no fue aceptada, otorgándole en Marzo de 1786 la embajada de Londres, que había quedado libre tras dejarla el marqués de Almodóvar. Sin embargo, nunca la llegó a ocupar porque el conde de Aranda dejó en esas fechas libre la embajada de París, decidiendo Carlos III en último momento que el mejor para ocupar el puesto sería el conde de Fernán Núñez. El nombramiento fue a principios de 1787, pero hasta mediados de octubre no tomó posesión de la embajada.

Estas bodas no eran más que el propósito de recuperar la gran alianza entre Portugal y España, lo que se denomina históricamente como la Unión Ibérica, que ya sucedió en la época de los Austrias, en los reinados de Felipe II, Felipe III y Felipe IV.

Los inicios de Carlos José de los Ríos en la embajada no fueron fáciles. Portugal incumplía un tratado con Inglaterra del siglo XVII por el interés propio de seguir siendo su aliado. El tratado en uno de sus artículos dejaba claro cual era el número de barcos que podían entrar en los puertos lusos que eran refugio y escala de los piratas ingleses que continuamente atacaban los barcos que venían de América a España. Según el tratado, el máximo de barcos ingleses no debía ser mayor a seis, según los datos del embajador, en la ciudad de Lisboa el 20 de febrero de 1780 había hasta veinte navíos ingleses.

Con el Tratado de París de 1783 que puso fin a la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos y que Inglaterra firmó con otros países entre ellos España, se recuperaron muchos territorios que fueron conquistados por los británicos, excepto Gibraltar. En estas negociaciones intervino el sexto conde de Fernán Núñez, otorgándole Carlos III por todos sus logros y méritos, la Orden del Toisón de Oro, que fue incluido al escudo condal. 



Escudo ducal en la Plaza de Armas con la Orden del Toisón de Oro en el centro

Antes de salir de la embajada portuguesa ocurrió en Peniche, cerca de Lisboa,el dos de febrero de 1786, el naufragio del navío San Pedro de Alcántara. El conde gestionó la repatriación de los heridos, el rescate de los fallecidos y de su tesoro. Su bienhacer fue recompensado económicamente y destinó dicha recompensa para la construcción del cementerio y la restauración del Hospicio de La Caridad de su villa de Fernán Núñez.


 · Información editada procedente de:

- Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crespín Cuesta. 1994.
- Vida de Carlos III. Carlos José Gutiérrez de los Ríos.

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viernes, 17 de mayo de 2013

La Villa durante la Regencia de Francisco de Cepeda

Tras la muerte de la quinta condesa de Fernán Núñez, Carlota Rohán-Chabot en 1750, su cuñada, Ana Francisca de los Ríos y Alsacia, viuda del cuarto conde, Pedro Gutiérrez de los Ríos Zapata de Mendoza, se queda a cargo de los dos hijos de los condes: Carlos José Gutiérrez de los Ríos Rohán - Chabot, con siete años de edad y su hermana Escolástica con solo tres años. Junto a ella pasarán los lutos por la muerte de su madre y esperarán la decisión del rey Fernando VI con respecto al futuro gobierno de la villa.

Fernando VI por Jean Ranc. 1731. Museo Naval de Madrid

La minoría de edad le impide al heredero ejercer la jurisdicción de Fernán Núñez así que el rey decide que el regente sea Francisco de Cepeda y Castro, consejero de Castilla. Nació en una familia de hidalgos de La Puebla de Montalbán (Toledo).

Una fuerte amistad unía a la Casa de Fernán Núñez con la Casa de Béjar, ya que la mujer del duque de Béjar, Joaquín López de Zúñiga y Castro era Leopoldina Elizabeth de Lorena, Mademoiselle de Pons, de procedencia francesa como ella. La condesa de Fernán Núñez nombra como albacea de su testamento al duque de Béjar y le deja encomendado que tras su muerte, si el rey así lo permite, sus hijos sean mandados a la Corte de París para que se eduquen y críen en poder del excelentísimo Duque de Rohán, mi hermano. Fernando VI no dió su consentimiento y don Carlos fue educado en el Seminario de Nobles (Conocido conocido como Colegio Imperial de la Compañía de Jesús o Reales Estudios de San Isidro) y su hermana doña Escolástica en el Convento de la Visitación (también conocido como Convento de las Salesas Reales, hoy ocupado en parte por el Tribunal Supremo), ambos en Madrid. 

Actual Instituto de San Isidro, antiguo Seminario de Nobles. Madrid.
La unión entre ambos hermanos fue muy fuerte, por ser ambos huérfanos de padre y madre a tan corta edad. Posteriormente Carlos José fundará una capilla, símbolo de este afecto, en Fernán Núñez  en honor a su hermana que falleció en 1782, un año justo después se empezarán las obras de reconstrucción del palacio de Fernán Núñez.

Hasta el año 1767, Carlos José no empieza a gobernar los estados heredados por su padre, siendo la fecha en la que alcanza la mayoría de edad para dicho fin (25 años) cesando Francisco de Cepeda de su cargo.

Durante los diecisiete años de mandato de Francisco de Cepeda  sucedieron importantes acontecimientos en la villa, en los que destacó:

El terremoto de Lisboa de 1755

El uno de Noviembre de 1755 fue una fecha fatídica para Portugal y para muchos pueblos y ciudades españolas, entre ellas Fernán Núñez. Las casas del vecindario quedaron bastante afectadas, entre ellas las Capitulares, situadas en la calle Puerta de la Villa. Varias dependencias del Palacio- Fortaleza se vinieron a tierra, entre ellas las que guardaban los papeles del Concejo Municipal, que después resultaron incendiadas, quemándose todos los documentos. El Cabildo Capitular expuso la situación a Francisco de Cepeda, quien respondió lo siguiente:

Respecto de hallarse las Casas Capitulares que esta Villa tiene para celebrar sus cabildos, con la próxima ruina en que las dejó el temblor y el terremoto que S. M. nos envió el día de todos los Santos del año pasado, por cuya desgracia, no teniendo otras adonde para los actos capitulares se junten, siendo indispensable el hacerlo, como el acudir a repararlas y componerlas de la mejor forma que puedan, Prevengo a Vm. que para celebrar los cabildos, interín que se dispone la composición de las casas que se tenía la Villa y han padecido el quebranto, destine las salas de ese palacio, que no haga falta ni perjudique a lo demás de él la comunicación que será precisa por la entrada de los mismos capitulares, para que en ella, con la decencia correspondiente, acudan a sus Ayuntamientos y demás actos propios de sus empleos. Madrid y Enero 28 de 1756. Francisco Cepeda.

Bernardo Espinalt y García dice, respecto al mismo suceso:
Este palacio padeció mucho en el terremoto de 1755 que derribó una parte, y entre ella la del archivo, no sin grave perjuicio, por los papeles que de él se han extraviado, perdiéndose igualmente varias pinturas, estatuas de mármol y alabastro y acciones memorables hechas por los Señores de la Casa y de los últimos Reyes Godos y Longobardos, de que se cree procede la de los Ríos.

En septiembre de 1756 se terminaron las obras de reparación de las Casas Capitulares, las cuales importaron la cantidad de 646 reales y 28 maravedís. Aunque según el cronista Crespín Cuesta no regresaron a estas y se instalaron en otras casas que disponían en la Plaza de Armas (que hoy ocupa el actual Ayuntamiento)


Foto de la izquierda: casas  de la Plaza de Armas propiedad del cabildo antes de 1750 ( Procesión Virgen de Guadalupe) Foto de la derecha: Actual ayuntamiento
Escuelas
Por este tiempo funcionaba en la villa dos escuelas de primeras letras, una de niños y otra de niñas, donde los alumnos pagaban la enseñanza que recibían, y una tercera de Gramática, fundada y dotada por el presbítero don Francisco Suárez Varela, que falleció el dos de septiembre de 1760 y se enterró en la bóveda del brazo izquierdo de la capilla mayor. Dejó fundada, desde mucho antes de su muerte, una capellanía perpetua para sostenimiento de su escuela y por su testamento, otorgado en 1754, dejó  por heredera de sus bienes a dicha capellanía.

Intento de refundación del Hospital de La Caridad por parte del Concejo de la Villa.
Ya tratado en la primera parte del siguiente enlace donde contaba la historia del antiguo Hospicio de Fernán Núñez.



 · Información editada procedente de: 
- Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crespín Cuesta. 1994.
- Los fiscales de la Cámara de Castilla. Pere Molas Ribalta. Revista de la UCM. 1993. 
-Vida de Carlos III. Carlos José Gutiérrez de los Ríos.

lunes, 16 de enero de 2012

Las reformas de Francisco de los Ríos en Fernán Núñez (I)

Francisco Gutiérrez de los Ríos y Córdoba, tercer conde de la Villa de Fernán Núñez se retiró de la vida militar en el año 1706 y en lugar de trasladarse a la corte madrileña, decidió pasar sus últimos años en Fernán Núñez, probablemente porque seguía empeñado en sacar adelante al pueblo que le daba su mayor título.

La mayoría de los historiadores y cronistas coinciden en que, Francisco de los Ríos, marcó un punto de inflexión en la vida y población de Fernán Núñez, tal es así que, todavía hoy, quedan restos de sus grandes reformas (las veremos con detalle en las siguientes entradas)

Durante sus años como señor de la Villa, esta resurgió pasando de menos de cuatrocientas personas a tener más de mil quinientas, según los censos de la época. Se multiplicaron las construcciones de viviendas, se colonizaron fincas y desarrolló un entramado de fábricas que pocos pueblos de España podían tener en pleno siglo XVIII.
 
Reformas Sanitarias

Creó el título de Fiel Ejecutor, otorgado a Antonio de la Huerta Guerrero, que velaba por el abastecimiento de artículos de consumo y era el encargado de que los precios a los que estos se ofrecían, fuesen asquibles para todas las clases sociales de nuestro pueblo (una especie de Oficina Municipal del Consumidor) En la credencial, que hoy se conserva, consta que se hacía dicho nombramiento con el motivo de que tenía velar para que los alimentos y otros productos de consumo cotidiano estuviesen al alcance de todas las familias. Además se le encargaba  el control de los pesos, varas y medidas para su comercio, que debían de estar ajustadas al patrón público de la Villa (unos pesos y varas propios), cuyo orginal custodiaba el Concejo Municipal.

Sede actual del ayuntamiento, mismo lugar donde se ubicaban las Casas Capitulares y el Concejo Municipal en el XVIII


 El tercer conde junto con el presbítero Juan Criado de Fuentes y el fraile montillano, Fray Diego de Córdoba  instauraron el Antiguo Hospicio de Santa Ana, ahora con el nombre Hospicio de Nuestra Señora de la Salud, donde se atendía a los peregrinos,enfermos huérfanos y hasta sepultura (contado detalladamente en la entrada La ermita de la Caridad (II))

Fachada de la actual ermita de La Caridad, antigua ermita de Ntra. Sra. de la Salud único resto del hospicio


Además, Francisco de los Ríos crea, mediante un decreto el 16 de Junio de 1682, la Comisión de Diputados de Salud de Fernán Núñez, para que vigilase y velase a fin de que las enfermedades que diezmaban los pueblos, no se contagiasen al nuestro. Dicha comisión estaba integrada por Pedro Fernández del Rosal, vicario; don Pedro de Zubia, gobernador y contador del Estado; don Alonso Díaz de Cañete, alférez mayor y médico cirujano; don Antonio de la Huerta Guerrero, nombrado como Fiel Ejecutor; don García Gómez de Morales y don Andrés Gemes. Sus reuniones se llevaban a cabo en su castillo-palacio, bajo la presidencia de su hermano Diego y las resoluciones tomadas tendrían el carácter de jurídicas, cuando la importancia del asunto así lo exigiese. En los archivos también se hace constancia de que la falta de alguno de los miembros de esta comisión, cuando se hacía algún llamamiento suponía una multa de veinte ducados


 · Información editada procedente de:
Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crepín Cuesta

· Entradas relacionadas:

Las reformas de Francisco de los Ríos en Fernán Núñez (II)
Las reformas de Francisco de los Ríos en Fernán Núñez (III)

Introducción sobre Francisco Gutiérrez de los Ríos y Córdoba, tercer conde de Fernán Núñez.
Breve biografía de Francisco Gutiérrez de los Ríos
Francisco de los Ríos y Carlos II
Fernán Núñez y la Batalla de Cádiz (1702)
Francisco Gutiérrez de los Ríos y la Guerra de Sucesión Española.
Las cartas del tercer conde de Fernán Núñez
El Hombre Práctico
Catálogo historial genealógico de la casa de Fernán Núñez de Luis de Salazar y Castro (I)
Catálogo historial genealógico de la casa de Fernán Núñez de Luis de Salazar y Castro (II)
El reparto de Valdeconejos
Las Dieciséis Huertas de Fernán Núñez
La Cruz de los Desamparados (I)
La Cruz de los Desamparados (II)
Los cuadros del tercer conde
La fortaleza-palacio de Fernán Núñez en tiempos del tercer conde (Introducción)
La fortaleza-palacio de Fernán Núñez en tiempos del tercer conde
Francisco Gutiérrez de los Ríos y el convento de la Concepción de Córdoba
El entierro del tercer conde de Fernán Núñez
Descendencia y muerte del tercer conde de Fernán Núñez
Francisco Gutiérrez de los Ríos en Fernán Núñez y Córdoba 

martes, 4 de octubre de 2011

Algunos apuntes sobre las ermitas de Fernán Núñez

Durante el mes de octubre quería escribir sobre la ermita de San Sebastián por el lugar donde hoy se encuentra, el actual cementerio municipal, pero sería un error empezar a hablar de la misma sin intentar explicar las razones por las cuales las ermitas de Fernán Núñez se encuentran donde están.

A continuación en un supuesto orden cronológico, voy a ir situándolas. Me he basado principalmente en las fisionomía de las calles y algunos estudios del urbanismo de la villa, que fueron publicados en los libros de la Feria de hace unos años. Parecen razonamientos de bastante lógica y que atienden a los periodos constructivos o de expansión que ha vivido nuestro pueblo a lo largo de los siglos.

Cabe destacar la repetición de las advocaciones de las ermitas en los pueblos de nuestro entorno, así como la numerosa presencia de cruces de término. Algunas ermitas recibieron su nombre por albergar a la Hermandad de la Santa Caridad, otras por la devoción a San Sebastián o a la Vera Cruz o incluso "Del Calvario" todas ellas presentes en poblaciones de La Rambla, Montemayor, Montalbán... 

Ermita de San Sebastián de Montemayor
 1. Capilla de Santa Ana (XVI), de Nuestra Señora de la Salud (XVII), de la Caridad (XVIII)

Estas tres advocaciones, a lo largo del tiempo, ha ido recibiendo la ermita situada en la calle Empedrada, hoy llamada Escultor Francisco Bonilla. Por los documentos se puede afirmar y reconocer como la ermita más antigua de todas las de Fernán Núñez (si no aparecen documentos de la ermita de la Vera Cruz o de San Sebastián que así lo contradigan).

La ermita de la Caridad, actualmente
Su creación como capilla del Hospicio de Santa Ana la situaba en una zona colindante a la población, próxima al camino a Córdoba, para que cumpliese su función de Hospicio correctamente, así los peregrinos y visitantes que buscaban asilo la encontraban fácilmente y a la vez estaba alejada del centro de la villa, para evitar contagios e infecciones ya que en el siglo XVI cuando se funda el Hospicio y la capilla, la calle escultor Francisco Bonilla probablemente era la circunvalación del Fernán Núñez medieval. 

En verde la situación de la ermita de La Caridad, en rojo entramado medieval de Fernán Núñez.
 En el anterior dibujo lo que trato de demostrar es como se funda en las afueras, pero no muy lejos de la población y a la orilla del camino principal, la vía que unía Fernán Núñez con Córdoba.

2. Ermita de la Vera Cruz (hoy Parroquia de la Vera Cruz)

No tengo conocimiento sobre su fundación pero algunos documentos nos hacen dilucidar que está también en torno a mediados del siglo XVI, poco después de la de Santa Ana, de la Salud o La Caridad. Juan Aranda Doncel la menciona en su artículo Movimiento cofrade y religiosidad popular durante los siglos XVI y XVII en seis localidades de la Campiña cordobesa : Aguilar, Baena, Espejo, Fernán Núñez, Montemayor y La Rambla,  aportando como fechas 1580 y 1589, mencionando unas obras que se hicieron en la ermita consistentes en el empedrado del suelo y un aposento para el santero.

La torre de la Vera Cruz, integrada en el casco urbano
 Al hablar de aposento del santero parece que deja más claro aún, que nos encontramos en las afueras de Fernán Núñez, ya que la ausencia de vecinos hace necesario que se le adose una vivienda para una persona encargada de su mantenimiento, como en otras ermitas (la del Calvario y la de San Sebastián) También la tradición oral y su propio nombre nos indica que estuvo al lado de una cruz de término, que marcaba el final/principio de Fernán Núñez con el camino que lo unía con la aldea de Abencalez. Se situaba en un montículo, de los de mayor altura del pueblo, siendo la torre de la actual iglesia el edificio más visible de Fernán Núñez, actualmente.

Puede ser que su fundación fuese paralela a la de San Sebastián, por las similitudes: ambas junto a una cruz de término y ambas paralelas en la entrada/salida del pueblo en sus lados oeste y este.

En blanco, lugar donde está la ermita de la Veracruz, en verde la ermita de La Caridad

 3. Ermita de San Sebastián o La Vieja Ermita

Tampoco está recogido en ningún documento de cuándo data la fundación de esta ermita. El primer documento que tenemos es de los Archivos del Cabildo donde refleja que hubo una gran epidemia de peste en 1680 y las víctimas fueron enterradas en un enterramiento junto a ella. Hoy ha quedado más centrada en el casco urbano de Fernán Núñez, por la posterior creación del barrio del Monte de La Vieja Ermita, hoy abreviado en Monte La Vieja

Ermita de San Sebastián en la actualidad

La ermita vigilaba desde su cerro el camino a Montemayor, con una cruz de término y con casa del santero. Hoy está integrada en el cementerio municipal. Así que como mínimo nos vamos al siglo XVII para buscar sus orígenes, pero su nombre popular, ya en desuso, La Vieja Ermita, nos denotaba su antigüedad, aunque lo que veamos hoy es una reconstrucción.  Por tanto, en el siglo XVII la Vera Cruz cerraba el fraco oeste y San Sebastián, el franco este del pueblo. 

En amarillo, la ermita de San Sebastián.
 Y pasó el tiempo y Fernán Núñez creció. Entre los siglos XVII y XVIII las casas se extendieron al frente del casco antiguo, en un cerro paralelo que hoy forman las calles Juan Criado y San José y por tanto, rodeando al antiguo Hospital y Capilla de la Caridad, quedando integrado en el centro del casco urbano. Ahora, la que se encuentra en la circunvalación es la ermita de la Vera Cruz, que es refundada por una de las condesas de nuestro pueblo, pero pierde la característica de ser una de las ermitas de las afueras.

4. Ermita del Calvario.

Fue uno de los condes el que decidió fundar en 1721 una nueva ermita en el camino a Abencalez, para recordar dicha aldea y a una cruz que se eregía en sus proximidades (la de los Desamparados) que más que cruz de término es una cruz conmemorativa de la destrucción de Abencalez por los musulmanes del reino de Granada (aunque también marca el límite de los términos de Fernán Núñez y Abencalez, que hoy no existen por ser todo un mismo término) Ahora sí, volvíamos a tener una nueva ermita a extramuros, a una distancia tan grande como la ermita de San Sebastián.
En azul, la ampliación de Fernán Núñez, en rojo en el camino de Abencalez la ermita del Calvario.

La ermita del Calvario, desde la Ronda de las Erillas
 Quedan en el tintero dos ermitas que aparecen mencionadas por Crespín Cuesta pero sin mucha solidez, que serían las ermitas de San José, en la calle del mismo nombre y la ermita de San Isidro, en frente de la ermita del Calvario, en el pago así denominado.

A finales del siglo XVIII y durante el XIX, Fernán Núñez vivió con gran prosperidad gracias a las reformas de los condes y los repartimientos de tierras de los mismos, de hecho en los mapas anteriores se puede comprobar como durante el XIX y el XX, Fernán Núñez, cuatriplicó su superficie, por el gran aumento de población, superando a sus vecinos de Montemayor y La Rambla, municipios que históricamente siempre habían ganado en población a la villa.

La ermita de la Veracruz, ya estaba totalmente rodeada de vivienda y la expansión urbana alcanzó a la ermita de San Sebastián, que mantiene algo más de distancia de las viviendas por estar rodeada del cementerio municipal, pero aún así, tiene casas próximas.

Finalmente se tuvo que convertir la ermita de la Vera Cruz en Parroquia de la Veracruz, para el reparto de la feligresía del pueblo.


Más información sobre otras ermitas de Fernán Núñez:
La Vera Cruz

viernes, 29 de abril de 2011

La ermita de la Caridad (IX)

Y para terminar, la búsqueda de los restos del Hospicio por los alrededores de la actual ermita,  hizo que me fijara en las casas adyacentes a dicha ermita. En la casa arriba (número 19) encontré un detalle en sus puertas que me llamó la atención.

Puerta de la casa nº 19
Si nos fijamos en la parte superior de dicha puerta, a pesar de las múltiples capas de pintura podemos observar que hay dos escudos en su parte superior.

Detalle de la puerta
Los dos escudos tienen en su interior un corazón, símbolo que se asocia a muchas de las antiguas Cofradías de La Caridad. Lo que no sabemos es si estas puertas siempre estuvieron en esa casa, sirviendo esta como parte del Hospicio o quizás fuesen las oficinas que se construyeron para los franciscanos en su tercera y última refundación a finales del XVIII o  bien, fueron trasladadas a esta casa desde el antiguo Hospicio, situado en otra de las casas adyacentes tras la venta o desamortización de alguna de sus partes.

Lo positivo es que a pesar de todas las circustancias desfavorables, siempre habrá alguna huella del pasado, que muestre la magnificiencia que este Hospicio y su ermita tuvieron siglos atrás.


Fotos y texto del autor del blog. Nuevamente dar las gracias a Juan Luis Ramírez Zurita.

Entradas relacionadas:
La ermita de La Caridad (I)
La ermita de La Caridad (VII)
La ermita de La Caridad (VIII)

jueves, 28 de abril de 2011

La ermita de la Caridad (VIII)

Y, pensándomelo bien, si hacerla o no, aquí está la entrada del interior de la ermita de La Caridad:


Siguiendo el orden, desde su fachada a la parte final, podemos ver como su techo es una bóveda de arco rebajado con algunas molduras y pilastras.


En su parte central hay una cúpula y en una de las pechinas sobre las que se apoya tenemos la imagen de uno de los evangelistas. Escultura probablemente de época reciente, correspondiente a la última restauración posterior a la Guerra Civil. No sé si habría más evangelistas y se desprendieron o si realmente nunca se llegaron a colocar. 


En la parte final tenemos el espacio que correspondía al Altar Mayor y su camarín, hoy tapado por una cortina y por cajas y amontonadas.



Este es el aspecto del camarín en su interior, dicho camarín albergó probablemente la imagen de Nuestra Señora de la Salud (según consta en el Madoz del 1830) y posteriormente, de la Virgen o Nuestra Señora de La Caridad de la cual consta, mediante los archivos, que había una imagen.

De los muros laterales poco podemos hablar, entre objetos amontonados y muebles podemos ver restos de puertas que comunicaban con las estructuras explicadas en la anterior entrada.


Y sobre todo lo que se ve es como se viene abajo cada día que pasa, a pesar de que ya quede poco de lo que  fuese la ermita inicial y aquel hospicio, a pesar de que no tenga un uso concreto, excepto los días de Semana Santa. Las goteras en sus techos, las humedades, las plantas que crecen en su fachada y en sus muros laterales acabarán venciendo a estos 486 años de Historia de Fernán Núñez. 

Tampoco entiendo muy bien porque se acumulan tantas cosas en su interior y se le ha dado esa función de almacén.

Sería una lástima que llegue el 2025, y cumpla quinientos años de su primera fundación e irónicamente nadie tenga la intención  de devolver lo que este hospicio y su ermita hizo tantos siglos con la gente de nuestro pueblo y de fuera: ayudar y reparar.


Agradezco muy especialmente la ayuda de Juan Luis Ramírez Zurita.

Entradas relacionadas:

La ermita de La Caridad (VII)
La ermita de La Caridad (IX)

domingo, 17 de abril de 2011

La ermita de La Caridad (VII)

Visto su frontal pasemos a su único y muy deteriorado lateral visible.

Aspecto actual de la fachada lateral

En el siguiente esquema he hecho un perfil de la fachada. En morado he sombreado las ventanas o puertas que están tapiadas, mientras que en rojo he trazado los restos de costrucciones que parecían estar adosadas a ese lateral.
Esquema de la fachada
 1. Ventana
Conforme avanzamos desde la actual plazuela de La Caridad, desde la calle Escultor Francisco Bonilla hasta su interior, encontramos en primer lugar esta ventana  rectangular y tapiada. Parece que luego se hizo una construcción justo en ese lado de la ermita que la dejó sin función y por eso fue tapiada. Dicha construcción cerraría el acceso a esa zona del Hospicio donde se encontraba la puerta lateral y por eso, quizás se tapió la puerta lateral ya que ahora los feligreses sólo podía acceder a la ermita por la puerta principal, a los pies de la nave o quizás siguió operativa para que desde el interior de la ermita se permitiera al acceso al patio formado.



2. Puerta lateral y ventana
De la puerta lateral ya hablamos en la anterior entrada. Ahora nos centramos en la ventana, también tapiada que está junto a ella.  Parece que en su parte superior presentaba un arco de ladrillo, a juego con el dintel y las jambas de la puerta adyacente.


3. Ventana de la parte superior de la cúpula y cúpula
Junto con el ojo de buey, es la única ventana que aporta luz al interior de la actual ermita. Se situa justo debajo de la cúpula central. Para el sustento de la cúpula, este lado de la pared cuenta con dos grandes contrafuertes y vamos a ver como existía una dependencia en su parte más baja.


4. Restos de una dependencia
Parece ser que a los pies de la cúpula había una dependencia anexa a la antigua ermita, consta de una ventana tapiada y de una puerta.Quizás se tratase de una antigua sacristía o una zona de paso entre la ermita y el antiguo hospicio que podía situarse en la casa de abajo o de su derecha.




5. Muro y restos de dependencias
Una vez pasamos la cúpula aparece un gran muro hecho con materiales de acarreo y ladrillos que probablemente cerraba una nueva habitación mucho más estrecha que la anterior, pero de mayor altitud. Quedan restos de su tejado así como de la decoración de las estancias, como podemos ver en la siguiente foto.

Una vez pasamos el muro encontramos un arco de ladrillo tapiado muy próximo al suelo.


 6. Arco y sótano.
En el fondo tenemos un muro de contención, pues el terreno fue allanado para construir dicha ermita, ya que la cota va ascendiendo (como se puede comprobar en la calle próxima, Juan Criado) Aproximado a este muro tenemos un arco de poco más de un metro, pero en este caso no está tapiado.


Si observamos en su interior, a parte de mucha basura, restos óseos y una cometida que circula de forma abierta, sin tuberías, al fondo encontramos unas escaleras. Dichas escaleras conducen al camarín de la ermita




Entradas relacionadas:

sábado, 16 de abril de 2011

La ermita de La Caridad (VI)

 ERMITA DE LA CARIDAD (ACTUALMENTE): FACHADA PRINCIPAL

Una vez terminada su historia vamos a conocer como es hoy la actual ermita de La Caridad, que como hemos dicho está cerrada al culto y que se encuentra en el mismo lugar que la primitiva ermita de Santa Ana,  del siglo XVI y luego llamada de Nuestra Señora de la Salud. Y lo vamos a hacer con su exterior.

Aspecto actual con un muro en el solar vacío adyacente
Vamos a describir su fachada frontal y el lateral que queda al descubierto por dar a un solar vacío,  concretamente en su lado derecho donde hay restos de construcciones, y otros restos que vamos a analizar en otras entradas que pertenecerían a las dependencias de los franciscanos o al antiguo hospicio.

Aspecto tras el muro
 Su fachada frontal, que da a la calle Escultor Francisco Bonilla o calle Empedrá, probablemente sea una copia o restauración de la última que tuvo antes de su incendio, que pertenecía al siglo XVIII  y por tanto, seguía  los cánones imperantes en los últimos momentos del barroco y tocando ya el neoclasicismo que iba a triunfar como estilo característico de finales del dieciocho. Tiene una pequeña plazoleta de escasas dimensiones probablemente como consecuencia de su antiguo cementerio, que se extendía  a sus pies y a su alrededor. Es de una única nave, de planta rectangular. Lo más normal es que aparquen coches en la plazuela, bloqueando la parte de la puerta principal(impidiendo incluso fotografiarla) y además tiene los contenedores de basura de la zona justo en la fachada (y esta política de protección del patrimonio es la que práctican los políticos de mi pueblo desde que tengo uso de razón)
Esquema frontal
1. Actual puerta principal. 
La puerta se enmarca en dos pilastras. Con un frontón entrecortado que aloja una hornacina.
Detalle de la puerta
Antiguamente hubo otra puerta en el lateral, no sabemos si desde un principio, por ser tantas las refundaciones que hicieron y se encuentra justo antes de la mitad de la nave. Dicha puerta está tapiada actualmente (se observa si se traspasa el muro blanco adosado -foto 1- a la ermita que se ve desde la calle) Como vemos en la imagen su dintel y jambas estaban hechas de ladrillo, recordando al estilo de la puerta  de la parroquia de Santa Marina

Puerta lateral tapiada
2. Hornacina y ojo de buey


Detalle de la hornacina
 Situada en el centro de la portada, tenemos una hornacina con una terminación en forma de venera o concha  en su parte superior.  A su vez se remata por una cruz. Analizando más de cerca vemos la imagen de una mujer que sostiene en brazos un niño desnudo. Dicha imagen es del escultor local Juan Polo y es una alegoría a La Caridad.

Detalle de la alegoría de La Caridad, de Juan Polo

El ojo de buey es de las únicas aperturas hacia el exterior que conserva la ermita, y que no está tapiada. Como vimos en otras entradas, el grabado de Vicente Mariani de 1787 ya nos mostraba un ojo de buey



3. Espadaña
La espadaña tiene dos arcos para alojar dos campanas diferentes. Sin embargo solo aloja una. Quizás recordando la vieja tradición, que ya narré en otra entrada, de la campana de Abencalez encontrada por Juan Criado de Fuentes, uno de los precursores  del hospicio y la ermita en su segunda fundación que la colocó en dicha espadaña.  Sin embargo, en el grabado de Mariani observamos una espadaña que solo parece alojar una única campana, porque solo tiene un arco en ella y no dos como en la actual.

Apenas tengo conocimientos de arquitectura, por ello puedo cometer errores al expresar las formas y estilos arquitectónicos.
Información y fotografías del autor de este blog, agradeciendo especialmente la ayuda y el debate continuo de Juan Luis Ramírez Zurita.

miércoles, 13 de abril de 2011

La ermita de La Caridad (V)

 SIGLO XIX y XX: ERMITA  DE LA CARIDAD 


Nos vamos aproximando a nuestros tiempos en el recorrido de la historia de la ermita. En el siglo XVIII se pierde una de las partes más importantes, tan importante que hasta eclipsaba las auténticas advocaciones de la capilla y el hospicio en siglos anteriores (de Santa Ana y de Nuestra Señora de La Salud): desaparece la Hermandad de la Santa Caridad, como cofradía asistencial y pasa a ser una cofradía penitencial. No obstante, el hospicio sigue en marcha ya que siguen en ella los hermanos franciscanos.

La actual cofradía de Jesús Orando en el Huerto y María Santísima de la Paz y Esperanza es la heredera de aquella cofradía de la Santa Caridad. Durante el reinado de Isabel II dicha cofradía se reorganiza y cobra un fuerte impulso realizando estación de penitencia la noche del Miércoles Santo con sus titulares: la Santa Cruz, Jesús del Huerto, Jesús Caido, Jesús Humilde y Nuestra Señora de la Mayor Angustia. En 1883, Francisco Díaz y Jurado, el sacristán mayor y perteneciente la Orden Tercera de San Francisco,  dona un manto de terciopelo a esta última y imagen, hoy desaparecida.

[...] un hermoso manto de terciopelo negro con galón y fleco de plata fina, conteniendo además dicho manto doscientas setenta y dos estrellas de plata mediana, tres estrellas mayores de las cuales una sobredorada, y mucho mayor blanca figurando un sol y otras doce pequeñas formando un círculo
Esta donación es la última noticia que tengo sobre los franciscanos,  que estuvieron desde 1688, regentando el hospicio y cuidando de su ermita, mínimo hasta  el año 1883.

Los siguientes años son bastante confusos, la historia de España pasa por desamortizaciones y cambios de régimen  que  casi con seguridad, pues no he encontrado datos, afectarán a la débil institución y a su ermita. El proceso culmina con el abandono por parte de los franciscanos del hospicio y con el incendio de la ermita en la Guerra Civil.


Al acabar la contienda  se reorganiza la cofradía, aprobándose un nuevo reglamento en 1948. En la década siguiente se traslada la estación de penitencia a la noche del Miércoles y Viernes Santo sucesivamente y se abordan  las obras de reconstrucción de la ermita.  Por suerte, parece que no todo el edificio se perdió y que parte de lo que hoy podemos contemplar es del siglo XVIII de la época de su tercera refundación por don Carlos José Gutiérrez de los Ríos, sexto conde.

Antiguas imágenes de la Cofradía del Huerto
Desde finales del siglo XX hasta hoy, tenemos una ermita vacía, sin altares, con excasos restos decorativos que solo abre sus puertas en los ensayos de los costaleros y cuando el Domingo de Ramos hacen estación de penitencia las imágenes de la actual Cofradía que son trasladadas desde la Parroquia de Santa Marina, donde están ubicadas habitualmente. 

Una ermita que debe distar de lo que fue en el  pasado, cuando fue la principal iglesia de Fernán Núñez, durante la reconstrucción de Santa Marina de Aguas Santas en el XVIII, un lugar donde descansan aún hoy, muchos de nuestros antepasado pues sus alrededores, junto al cementerio de Santa Marina de Aguas Santas era el lugar de enterramiento de los vecinos de la villa, desde su primera fundación en el XVI hasta la creación forzosa por la epidemia de peste de 1785 del nuevo cementerio en torno a la ermita de San Sebastián.
 

Información editada y ampliada procedente de:
Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crespín Cuesta

domingo, 10 de abril de 2011

La ermita de La Caridad (IV)

SIGLO XVIII y XIX: ERMITA Y HOSPICIO DE LA CARIDAD 
(continuación) 

En esta etapa, no ocurre como en los anteriores siglos y gracias al grabado de Vicente Mariani  de 1787 he logrado encontrar algunas referencias para describir la ermita y su hospicio en dicha época. En el se reflejan las reformas acontecidas en nuestra villa por el sexto conde, don Carlos José Gutiérrez de los Ríos Rohan y Chabot. Entre estas reformas se encuentra la refundación del Hospicio de la Caridad que como no, aparecen en dicho grabado.
Grabado de Vicente Mariani
El grabado recoge con detalle las características de los principales edificios de Fernán Núñez en dichas fechas y que hoy aún se conservan. Así encontramos, por ejemplo, el arco que se crea para salvar el desnivel de la capilla del Nazareno en la Iglesia de Santa Marina o como ajusta las dimensiones de las torres del Palacio, haciendo una más ancha y otra más estrecha, como ocurre en la realidad. Por tanto, nos podemos fiar de la imagen que da sobre el hospicio y su capilla. 

En el dibujo vemos una ermita de una sola nave, con un óculo en su fachada y una espadaña.  La orientación de esta es igual a la actual, con su fachada a la calle Empedrá. A ella se le adosa una casa a su izquierda, tal como hoy sigue sucediendo. A su lado derecho aparece un espacio vacío y a continuación ,una gran casa con un torreón que se corona por una cruz. Destaca dicho torreón por ser más alto que la espadaña.

Recorte y retocado del grabado de Mariani
Parece ser que se ha mantenido el ojo de buey hasta nuestros días y la casa adosada de su izquierda, aunque ahora es de un particular. También se conserva el espacio vacío entre ermita y la casa de abajo o casa de la  derecha, hoy con una tapia. Sin embargo, la torre y la gran casa adyacente han desaparecido para dar paso a un complejo de viviendas que fueron construidas en el solar de una casa de unas dimensiones abismales. Que Vicente Mariani, destaque este último edificio quiere significar algo, pues el resto de casas del vecindario de aquel Fernán Núñez del XVIII son simplemente tejados sin entrar en detalles y solo se centró en reflejar con detalle los edificios principales.



Según lo leído, la casa adyacente en el lado izquierdo de la ermita quizás fuese el edificio de oficinas que los frailes montillanos usaban y que exigieron en su tercera refundación. Mientras que el vacío contiguo a la ermita describía el pequeño recinto usado como cementerio y unas habitaciones aledañas a la ermita que comunicaban a esta con el Hospicio que sería el gran torreón y la casa adyacente. Todo esto no son más que meras suposiciones, así que me asomé in situ para ver si podía aportar algo de luz a tanta incógnita.

1. Actual complejo en la casa situada a la derecha de la ermita

2. Ermita y espacio vacío

3. Casa Nº19, casa arriba de la Ermita o a la izquierda
En las siguientes entradas, terminaremos la historia de dicho complejo analizando estos tres puntos para buscar qué queda de aquel hospicio, describiremos el interior de la ermita y se narrará la última etapa histórica.

Información editada y ampliada procedente de:
Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crespín Cuesta