martes, 18 de diciembre de 2012

Exposición Vencen Silvestres de Gabriel Carrasco

Rompiendo la temática señorial que siempre suele tener este blog  en esta etapa, pasamos a algo totalmente diferente y actual, una exposición de pintura de Gabriel Carrasco. 

Cartel de la Exposición

No conozco de nada a este pintor así que podéis estar seguros que hago esta entrada con una gran  objetividad.

Desde el pasado 14 de Diciembre y hasta el 22 de diciembre en el Salón de las Cañas del Mesón del Duque de Fernán Núñez, situado en la Plaza de Armas, núcleo neoclásico de este pueblo, se puede visitar e incluso adquirir alguna de sus obras.
 
Ventana del Salón de las Cañas, con la fachada del Palacio Ducal en frente.

También se estrena este Salón de las Cañas como espacio expositivo. Un marco incomparable que une uno de los establecimientos hosteleros más antiguos de la provincia de Córdoba con el arte contemporáneo. 

Sobre su obra voy a hablar bastante poco porque es innecesario y faltaría a la misión de esta exposición, que no es otra que el público se acerque y sea el propio artista quien de primera mano muestre y argumente los significados de su obra. Lo hago con toda mi mala intención de obligar a que sea quién lee a ir al Mesón y juzgue, opine, sienta y escuche por si mismo.


Algunas de sus obras

Gabriel Carrasco nació el 28 de diciembre de 1985 en Fernán Núñez, es licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Córdoba y pertenece además a la productora SABBIA Films, donde bajo la función de director, ha realizado varios cortos.


Apostar por la cultura como forma de vida parece una locura en estos tiempos, pero la locura real sería no hacer caso a la inspiración, las inquietudes, la capacidad de expresar mediante obras y la satisfacción de compartirlas con el resto de fernannuñenses en este caso, esperando que en el futuro sea compartidos con muchos más gentilicios. 

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 Horario:
De Lunes 17 a Viernes 18: de 16 a 20 horas
Sábado 22: de 18 a 22 horas. Clausura a partir de las 22 horas


martes, 11 de diciembre de 2012

La ermita de Santa Marina

Hace seis meses encontré una recopilación sobre las miles de cartas que el tercer conde Francisco Gutiérrez de los Ríos y Córdoba, envió durante una época de su vida y entre ellas encontré una correspondencia con José Granados de la Barrera, el arquitecto egabrense, maestro mayor de la Catedral de Granada, fechada el 31de diciembre de 1680 donde el conde de Fernán Núñez dice:

...que invíe qanto antes el designio de la planta para la ermita de Santa Marina...

Si tuviesemos que relacionar al tercer conde con alguna de las ermitas del pueblo, parece claro que sería con la fundación y construcción de la actual ermita del Calvario y así lo hace el cronista Crespín Cuesta en sus textos. Pero  en ninguno de ellos se refiere a la ermita de Santa Marina, ni al cambio de advocación que sufriría para pasar a llamarse del Calvario. Por tanto, ya surge la interrogación de ¿cuál es dicha ermita de Santa Marina?  Si es la actual del Calvario ¿porqué se cambiaría de advocación?

Ermita del Calvario a primeros del siglo XX
Posteriormente llega a mis manos un libro de Enrique Vaca de Alfaro, médico polifacético cordobés del siglo XVII (1635 - 1725), Vida y Martirio de la Gloriosa Virgen y Martir Santa Marina de Aguas Santas. Está fechado en 1680. Entre otras cosas el autor repasa los lugares de la provincia donde se tiene devoción a la santa gallega y dice de Fernán Núñez (la negrita es mía)

En la Villa de Hernanuñez la principal Iglesia Parrochial está dedicada a S. Marina, refierelo Andres de los Rios: y el otro heredamiento de tierras, la torre de Hernanuñez donde oy esta el lugar y vasallos de donde se a entendido que la primera fundaçion, y poblaçion del lugar fue hecha en tiempo que Cordova era de Moros, y lo fundaron ellos, y le dijeron Abencaez que es nombre Arabigo de donde tomó el nombre de Abencaez el heredamiento de tierra que esta en aquel sitio donde fue el lugar, y oy se ven las ruynas del, y de la Iglesia que hizieron en el los Christianos luego que se ganó Cordova por el Sancto Rey Don Fernando, en cuyo lugar está oy una hermita que le dicen S. Marina, porque en el Archivo de la Iglesia Mayor de Cordova está una Escritura en la qual parece que luego como Obispo y Canonigos en la Iglesia Mayor de el la hizieron repartimiento de diezmos a la Iglesia y Pola de Abencaez. Y prosigue más abajo. Y el averse retirado de aquel sitio el lugar y poblacion fue porque a el año de 1361 que Diego Gutierrez de los Rios fue Sr del lugar era Cordova frontera de Moros que le comían cada dia hasta las Puertas de la ciudad los Moros de Granada y pareciole a Diego Gutierrez de los Rios que tenia mas seguros sus Basallos teniendo la poblacion del lugar arrimada a la torre de Hernanuñez para tenella para su defensa cotra los Moros y asi para los Basallos y poblaçion del lugar de Abencaez a la Torre de Hernanuñez y asentaron el lugar ayi arrimado a la Torre donde oy esta el lugar, que esta a menos de media legua de donde fue la primera fundaçion de Abencaez...
Enrique Vaca Alfaro por Valdés Leal
 Las cartas que nos arrojarían la luz en este asunto se encuentran en el Archivo Histórico Nacional, en Toledo, incluyendo el hipotético plano de la planta de la ermita que el conde recibiese. Lógicamente no me puedo desplazar hasta allí simplemente para consultar los documentos , pero si que he podido ir al Archivo Histórico Provincial a buscar algo más sobre esta misteriosa ermita que hoy o no existe o se encuentra con otro nombre. En el testamento del tercer conde, aparece:

Por cuanto está empezada una ermita en el sitio donde estaba nuestra antigua Villa de Bencaliz, encargo a mis sucesores y testamentarios lleven el debido efecto y perfecion las obras. Capilla que es de la advocacion de Santa Marina de Aguas Santas. Como así mismo la escritura sobre la cofradía y capellanía que en ella se ha de seguir por ser obligacion y Patronato tamvien nuestro, sobre todo por la mayor comodidad para gozar del Sto. Oficio de Misa la gente que avita en aquel pago.

Bencaliz es la castellanización del topónimo mozárabe Abencalez, la jurisdicción primitiva que la Casa de Haro tenía en nuestro término y que por matrimonio se fusionó con la de los Fernández de Córdoba (jurisdicción de la torre de Fernán Núñez) y juntas, ambas jurisdicciones, formaron el mayorazgo de Fernán Núñez ya bajo el apellido de los Gutiérrez de los Ríos por unión de esta casa con los Fernández de Córdoba. De este último texto, extraído del testamento del tercer conde, se obtiene gran cantidad de información:

- En el vizcondado de Abencaez seguían viviendo algunos vecinos de Fernán Núñez, que o nunca se trasladaron tras el traslado y fundación de la nueva iglesia en 1385 o que volvieron a asentarse en dicho pago con el tiempo.

- El conde decide crear una capilla o ermita en el pago de Abencaez para que los que alli viven asistan a misa. Es curioso como la ermita sigue conservando los repiques de las 12 del medio día que marcaba la hora de descanso de las faenas agrícolas para una oración.

- La ermita nueva se construye en el lugar donde estaba Abencaez y su iglesia y se le da la advocación de Santa Marina de Aguas Santas, en honor a las apariciones acontecidas en dicho pago en el siglo XIV.
 
Sin embargo, si contrastamos el primer texto (de Vaca Alfaro) con el segundo (el testamento) y la carta del Conde  hay una incongruencia. El médico cordobés dice que en 1680 la ermita ya está construída, mientras que la fecha de la carta que el tercer conde envía  para la solicitud de planos para la construcción de la ermita es del mismo 1680. Es más, la ermita aparece en el testamento, fechado en 1717, como no terminada, y ni siquiera se ha fundado en ella una cofradía o hermandad para su atención.

¿Hubo una ermita anterior de la que no tenemos noticia y esta es la que Vaca Alfaro menciona?
¿Los datos de Vaca Alfaro son imprecisos y confunde las intenciones de construir una ermita con la existencia de la ermita?


Como siempre buscar entre lo antiguo acaba levantando nuevas dudas, esperemos que con el tiempo, y la digitalización de los Archivos resolvamos estas cuestiones. De lo que no hay duda es que la actual ermita del Calvario es la heredera de esa primitiva ermita de Santa Marina, bien porque esta se construyese en épocas anteriores y fuese reconstruída por el conde en 1680 o bien porque este conde la iniciase a finales del siglo XVIII y después se cambiase su nombre por el actual de El Calvario.


 · Información editada procedente de:
- Testamento de Don Francisco Gutiérrez de los Ríos, III Conde de Fernán Núñez. ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE CÓRDOBA. 
- Vaca de Alfaro, Enrique: Vida y martyrio de la mártir Sancta Marina de Aguas Sanctas. 
  ·Agradecimientos:
A Juan Luis Ramírez Zurita por darme a conocer la obra de Vaca de Alfaro.

domingo, 2 de diciembre de 2012

La fortaleza-palacio de Fernán Núñez en tiempos del tercer conde

El 13 de marzo de 1692 se le concedía al tercer conde y décimoctavo señor de Fernán Núñez, Francisco Alvaro Domingo Joseph Antonio Feliz Fausto Gutiérrez de los Ríos y Córdoba la facultad para instituir un mayorazgo o agregar al que ya poseía todos  o parte de sus bienes muebles, heredamientos, jurisdicciones, casas y hasta ganado. Francisco de los Ríos, hizo su agregación mediante su testamento, fechado el 7 de Abril de 1717, por supuesto lo firmó en su fortaleza-palacio de Fernán Núñez con la supervisión del vicario de la Parroquia, y personaje de gran relevancia en la vecina villa de Montemayor: Pedro de Luque Granados.

A este testamento se añadió un inventario postmortem con sus bienes muebles que fue elaborado dos días después de su muerte, el 22 de abril de 1721, ante su escribano Alonso de Espinosa y Campos; estando presente su secretario Francisco de la Torre; su mayordomo, Diego Gallego; su caballerizo, Lorenzo de Villafranca; su abogado de cámara, Alonso de Córdoba y Aguilar; su contador: Joseph de la Mampuesta y el Padre General de menores de la Villa y curador de los bienes ausentes, Juan Francisco Salinas.

Busto de Francisco de los Ríos en el ayuntamiento de Fernán Núñez
Así fue como añadió alhajas, faroles, paños, tapices, pinturas y esculturas que en el momento en el que se hiciera efectivo el testamento pasarían a formar parte del patrimonio familiar, inseparable, que se transmitiría a través de las generaciones al igual que el título de conde de Fernán Núñez y vizconde de Abencalez. Los bienes aparecen con detalle, pero voy a tratar de nombrar solo los más interesantes y los que tengan que ver con la descripción de las habitaciones (un 20% del total)

La descripción empieza desde una puerta llamada del caracol, que el propio conde nombra como "puerta principal que en esta fortaleza sube a ellos" (los cuartos de invierno) Por tanto, tras la puerta hay una antesala, una especie de recibidor donde se encuentra una escalera de caracol mediante la cual se accede al segundo piso. Hay muchos otros espacios de la fortaleza que no son descritos, pero al menos se centra en el núcleo noble de la misma y nos permite, echándole imaginación, intuir como era este palacio en aquellos primeros años del siglo XVIII.


Antesala
Estaba adornada con cuatro faroles de vidrio claro con las armas de la casa en hierro limado que alumbraban la escalera.

En ella había una mampara y cuatro mesas de color caoba, junto con un banco. Le acompañaban doce sillas de vaqueta de Moscovia (cuero ruso), tres cortinas de paño verde y colgando en medio de la antesala un farol grande de vidrio claro. El color verde va a estar muy presente en todas las descripciones.

Se trataba de una sala para que los que pedían audiencia con el conde pudiesen esperar comodamente, independientemente de si era una persona o un gran grupo.


Galería y sala de la torre principal
Ya en la primera planta de la torre, describe gran cantidad de paños y tapicería de gran calidad, algunos de los cuales llevaban bordadas las armas de la Casa. 

La memoria recalca que había cuatro cortinas de paño verde, un dosel de la tapicería mejor de Bruselas con las armas de la Casa y alianzas reales en la caída y el cielo, con una tarima cubierta de paño verde. Quizás bajo este dosel se colocasen con los condes para recibir a sus vasallos en sus audiencias.

La sala también estaba decorada por otros paños de la misma tapicería, de temática religiosa, uno de ellos, según  cuenta el inventario, era Historia de las Pesquerías de San Pedro, basado en una serie de dibujos que Rafael, el pintor italiano, hizo para los Papas y que fueron mandados a Bruselas para confeccionar tapices en serie. Estos tapices fueron adquiridospor los reyes de Europa (Enrique VIII de Inglaterra, Francisco I de Francia o Felipe II) y una de estas copias también la adquirió el tercer conde de Fernán Núñez para adornar su palacio fernannuñense.

La Pesca Milagrosa, tapiz que se conserva en el Vaticano. Una copia similar estuvo en Fernán Núñez.

Según Carolina Blutrach, era una manera de denotar su poder puesto que adornaba su palacio con los mismos tapices que reyes y Papas adornaban los suyos.

Otro paño representaba la imagen del Descendimiento de la Cruz en paño de oro y seda con las armas de la Casa bordadas en las cuatro esquinas.

Otras muchos muebles completaban el mobiliario de esta sala, pero lo más curioso era un escritorio de estilo inglés que el conde se trajo de su estancia en Inglaterra donde guardaba sus objetos más personales: la insignia en oro de la Orden de Alcántara, cuatro diamantes para las mangas de la camisa y una sortija de oro con seis diamantes y una esmeralda en medio.

En esta sala también se encontraba el oratorio con un retablo de la Adoración de los Reyes. Lógicamente en un sitio tan visible para que los visitantes pudiesen contemplar las virtudes de los condes.

Dormitorio o Cámara
Pasamos al dormitorio del conde, donde hay nuevamente paños y cortinas verdes, algunas mesas, una camilla, cama, un sillón y algunos taburetes. Destaca una escultura de bronce antigua, que representaba al dios Neptuno, regalada por el duque de Medinaceli, Luis Francisco de la Cerda y Aragón, gran benefactor del conde, que a su vez recibió por parte del Papa en Roma, donde este se encontraba como embajador del reino. También de suma importancia un cuadro original de Murillo que representaba una imagen de la Virgen. 

Recámara
Última habitación que aparece en la memoria a la se accedía sorteando un lienzo verde, desde el dormitorio. Era una habitación destinada para el servicio. La recámara se volvía a comunicar con la escalera de caracol inicial.


El siguiente cuadro representa el entorno inmediato a la fortaleza que se describe, puesto que las vistas para su creación fueron tomadas o simulan tomarse desde sus dependencias, probablemente alguna de las que se describen líneas arriba, quizás la galería del segundo piso de la torre principal.
En el lateral derecho del cuadro aparece un edificio cubierto de telas rojas que asemeja un palacete pero por la perspectiva, sabemos que no puede ser el de la residencia de los nobles.

Cuadro de la Procesión de la Virgen de Guadalupe. Ayuntamiento de Fernán Núñez
 Por desgracia, ninguna de las salas que se nombran fueron conservadas, tampoco la escalera de caracol, ya que unos 20 años tras el terremoto e incendio de 1755, el caserón de los Gutiérrez de los Ríos fue totalmente modificada transformándose en un palacio neoclásico.

El inventario prosigue enumerando muebles, solo que ahora dice que se encuentran para el adorno del resto de habitaciones y jardines, sin saber exactamente su ubicación y por tanto, sin la descripción del resto de espacios. Algunos ejemplos son:

- Retratos de el tercer conde y de su mujer de cuerpo entero (hoy en paradero desconocido) así como de otros ascendientes (algunos de los cuales se conservan en el ayuntamiento de Fernán Núñez)

- Pinturas de grandes hazañas de la Casa: pintura  del Campo de la Verdad y el Socorro a Castro del Río entre muchas otras (hoy conservadas en el ayuntamiento)

- Pinturas mitológicas: de Andrómeda, de Bacanales, de Venus, hoy desaparecidas.

- Pinturas costumbristas: pintura de un costalero y su negrillo, muchachos jugando a las bolas, muchachos comiendo uvas... hoy desaparecidas.

-  Dos espejos de cristal de cuerpo entero con las armas de la Casa, desaparecidos.

- Estatua de mercurio de mármol griego antiguo, desaparecido.

Según el testamento del tercer conde, quedaron agregados estos y otros muchos más muebles al mayorazgo de Fernán Núñez, y por tanto, a no ser que se cambiasen con un permiso real concedido a sus sucesores  siempre deberían permanecer en dicho lugar, la fortaleza-palacio de Fernán Núñez.

Con los cambios de dinastía que tendrán en el siglo XIX, los duques, primero Osorio y después Falcó se alejan del pueblo, trasladando algunas de estas joyas con ellos, como sucede con el cuadro de Murillo que se menciona en el dormitorio, que terminó en el Palacio de Fernán Núñez de Madrid en la calle de Santa Isabel, pero que hoy se desconoce su paradero.


 · Información editada procedente de:
-Testamento de Don Francisco Gutiérrez de los Ríos, III Conde de Fernán Núñez. ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE CÓRDOBA. 
- El tercer conde de Fernán Núñez (1644 - 1721): Corte, parentesco y memoria familiar. Carolina Brutrach. Florencia. 2009.

· Entradas relacionadas:
Introducción sobre Francisco Gutiérrez de los Ríos y Córdoba, tercer conde de Fernán Núñez.
Breve biografía de Francisco Gutiérrez de los Ríos
Las reformas de Francisco de los Ríos en Fernán Núñez (I)
Las reformas de Francisco de los Ríos en Fernán Núñez (II)
Las reformas de Francisco de los Ríos en Fernán Núñez (III)
Las cartas del tercer conde de Fernán Núñez
Los cuadros del tercer conde
La fortaleza-palacio de Fernán Núñez en tiempos del tercer conde (Introducción)
Francisco Gutiérrez de los Ríos y el convento de la Concepción de Córdoba
El entierro del tercer conde de Fernán Núñez
Descendencia y muerte del tercer conde de Fernán Núñez
Francisco Gutiérrez de los Ríos en Fernán Núñez y Córdoba 
 

jueves, 29 de noviembre de 2012

La fortaleza-palacio de Fernán Núñez en tiempos del tercer conde (Introducción)

El castillo o fortaleza-palacio de Fernán Núñez está rodeado de enigmas y solo tenemos cuatro o cinco pistas sobre cómo pudo ser y sus épocas constructivas o de reparaciones.  Primero, en lugar de hacerlo hacia adelante, vamos a movernos atrás en el tiempo para conocer algo más de su historia y conocer qué edificios han ocupado este espacio, el más importante de la Villa de Fernán Núñez.


Ultima etapa: Palacio Condal - Ducal (1783- hoy)
Construído desde 1783 a 1787 por el sexto conde Carlos José Gutiérrez de los Ríos y hasta nuestros días. Es de la que más información tenemos, lógicamente.

Plaza de Armas de Fernán Núñez


Cuarta etapa: Fortaleza - Palacio (Incierto - 1755 a 1783) 
Probablemente no tengamos fecha de inicio porque se hizo a través de modificaciones de la antigua fortaleza medieval. Si consta el hecho que marcó su desaparición: fue incendiado y parcialmente destruído por el terremoto de Lisboa en 1755.  

Se tiene constancia documental de obras acontecidas en el mismo por parte del tercer conde Francisco Gutiérrez de los Ríos en su relación diaria de cartas.

Por desgracia podemos contemplar como era la plaza y su entorno en esa época pero no como era el palacio fortaleza en sí, aunque sí muchos de sus edificios auxiliares gracias al cuadro Procesión de la Virgen de Guadalupe. La vista del cuadro es desde las almenas del palacio-fortaleza, o bien desde uno de sus balcones o ventanales.

Cuadro de la Procesión de la Virgen de Guadalupe. La plaza en el siglo XVII
Pero aún hay una posibilidad de saber algo más sobre esta fortaleza:  en el testamento del tercer conde, adjunto a él, hay un inventario postmortem de todos los bienes muebles de los que disponía las principales estancias de dicha fortaleza-palacio. Al hacer nombramiento de los mismos, describe sus estancias.


 Tercera etapa: Castillo (a partir de 1236 - incierto) 
El castillo fue creado  en torno a la torre conquistada por Fernán Núñez de Témez a los árabes.
Es nombrado en algunos testamentos como el del  maestre escuela de la catedral de Córdoba, Lope Gutiérrez de los Ríos y Alfonso (otorgado el 24 de junio de 1441), segundón,  hermano del séptimo señor de Fernán Núñez donde deja 400 doblas para la construcción del castillo. Hay que tener en cuenta que aún existía el reino nazarí de Granada. Probablemente la conquista de este último fuese el inicio del final de una fortaleza con fines militares, dando paso a un lugar de recreo y vivienda de nobles.

Existía la figura de la dama de llaves o gobernanta del castillo. Una de ellas, María de Negrillo, natural de La Rambla tuvo hasta tres hijos con Alonso de los Ríos y Sotomayor, XIII señor de la villa, aunque estaba casado con una señora de la nobleza cordobesa, Aldonza de Angulo y Berrio.


Segunda etapa: Torre de Fernán Núñez. (siglo VIII - 1236)
Al ser una torre árabe es probable que se iniciase su construcción tras la llegada de los musulmanes a la península, desconociendo su año exacto de fabricación y sí se hizo sobre los restos de otra anterior.
Lo que está claro es que fue conquistado por los caballeros de Fernando III, y entregado a su conquistador, Fernán Núñez de Témez que le dió su nombre.

La parte en piedra es lo único que queda de la antigua torre. Caballerizas en la Plaza de Armas


Primera etapa: Torre romana (siglo I a.C.)
Según cuenta Crespín Cuesta, y con ello llegamos al inicio de la historia de este edificio, la torre de Fernán Núñez tiene su origen más allá de la época árabe. Tenemos que retroceder hasta la época del Imperio Romano. La relaciona con Casio Longino, gobernador de Hispania.


Con este repaso, intento relacionar cada edificio o construcción con sus fuentes y periodos históricos.  Sobre todo, en el caso de la cuarta etapa, y concretamente por el Inventario postmortem de los bienes muebles del tercer conde que es lo que voy a usar en la siguiente entrada para describir las principales habitaciones del palacio-fortaleza, hasta ahora desconocido, al menos para el que escribe estas lineas.

Gracias al inventario podemos darnos un pequeño paseo por sus aposentos y conocer cómo eran las habitaciones y la decoración de uno de los nobles españoles más importantes del siglo XVII.


 · Información editada procedente de:
- Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crespín Cuesta. 1994.

· Enlaces relacionados:
Introducción sobre Francisco Gutiérrez de los Ríos y Córdoba, tercer conde de Fernán Núñez.
Breve biografía de Francisco Gutiérrez de los Ríos
Las reformas de Francisco de los Ríos en Fernán Núñez (I)
Las reformas de Francisco de los Ríos en Fernán Núñez (II)
Las reformas de Francisco de los Ríos en Fernán Núñez (III)
Las cartas del tercer conde de Fernán Núñez
Los cuadros del tercer conde
La fortaleza-palacio de Fernán Núñez en tiempos del tercer conde
Francisco Gutiérrez de los Ríos y el convento de la Concepción de Córdoba
El entierro del tercer conde de Fernán Núñez
Descendencia y muerte del tercer conde de Fernán Núñez
Francisco Gutiérrez de los Ríos en Fernán Núñez y Córdoba 

miércoles, 24 de octubre de 2012

Las lápidas de la torre de la Iglesia de Santa Marina


Es típico hablar de la fachada de Santa Marina como una parte austera de la iglesia. En parte beneficia a su interior por sorprender al visitante por el contraste, pero lo cierto es que su exterior conserva elementos que pasan desapercibidos, con muchos años de historia que merece la pena recordar y rescatar, en especial sus tres lápidas que se sitúan en forma de cruz.

Consta de dos lápidas de color rojizo  a modo de brazos y son las que en peor estado se encuentran y por fechas sabemos que son las de mayor antigüedad. Probablemente estuviesen colocadas de otra forma en la torre o incluso en otra parte de la iglesia, hasta que a finales del siglo XVIII fueron cambiadas formando esta cruz que hoy podemos contemplar. La prueba de ello es las múltiples fracturas que presenta una de ellas.

¿Qué cuentan dichas lápidas?
¿Quiénes las pusieron ahí?
¿Por qué motivo?

Pues para responder de forma rápida, las lápidas fueron puestas por Francisco Gutiérrez de los Ríos, tercer conde  y por su nieto Carlos José Gutiérrez de los Ríos, sexto conde.  Estas lápidas se encontraban para recordar los siguientes hechos:



1. La devoción que la Casa Condal tenía hacia la Virgen de Guadalupe como su protectora desde primeros del siglo XVI.

2. La fundación de una obra pía o de caridad para el casamiento de las jóvenes huérfanas o viudas de Fernán Núñez el quince de enero de 1692. Esta obra se hacía en honor de la Virgen de Guadalupe.

3. La refundación de la obra pía en 1784 tras problemas de herencias en la casa condal que hicieron bloquear dicha obra de caridad desde 1721.

1ª Lápida

Esta lápida colocada en Marzo de 1717 por el tercer conde cuenta la historia del patronazgo de la Virgen de Guadalupe como protectora de la Casa de Fernán Núñez. Don Alonso Gutiérrez de los Ríos y doña Beatriz Carrillo (hija de los señores de Montemayor) contrayeron matrimonio con tan solo diez años ambos. Tras varios años sin descendencia, decidieron peregrinar hasta el monasterio cacereño de Guadalupe y al poco tiempo llegó su primer hijo Fernando Gutiérrez de los Ríos y Carrillo. Don Alonso y doña Beatriz trajeron una réplica a Fernán Núñez de la Virgen extremeña y crearon un fiesta anual que se celebraba el ocho de septiembre con gran solemnidad y que debía ser mantenida por todos los sucesores de la casa señorial así como el envío de cirios hasta el monasterio de Guadalupe para que alumbrase a la Virgen durante las fiestas más importantes. Su primogénito no continuó con dicha devoción aunque veremos como otros sucesores si que la continuaron siglos después.

Cuadro que recuerda la traída de la imagen de la Virgen de Guadalupe a la Villa
El tercer conde aprovecha para dejar claro que la Iglesia Parroquial de Santa Marina es del Patronazgo de los Gutiérrez de los Ríos, y que su familia tiene enlaces con la casa real de España, para lo que menciona que su sexta abuela era prima segunda del rey Fernando V el Católico, datos relevantes para la obtención de otros títulos como el de duque o la Grandeza de España, ambos obtenidos más tarde por sus sucesores.

Transcribo su texto:
El excmo. Sr. Conde D. Francisco de los Ríos hizo poner esta lápida a primeros del mes de Marzo de 1717 en memoria de sus sextos abuelos D. Alonso de los Ríos y Córdoba y Dª Beatriz Carrillo de Córdoba sobrina legítima hija de prima segunda del S. Rey Fernando el Católico que fueron décimos señores de esta Villa desde D. Fernán Núñez de Témez cuyos sucesores [parte ilegible] fortalecieron y fundaron esta Iglesia Parroquial de Santa Marina aquella que llaman de Aguas Santas en Galicia y los sobredichos D. Alonso y Beatriz trajeron  del Real Convento de Guadalupe la Santa Imagen de aquella advocación que colocaron en el altar mayor tomándola por patrona suya y de sus sucesores en su Estado fundando una fiesta perpetua [parte ilegible] el 8 de septiembre en cada año y [parte ilegible] solemnidad que la del Convento con diferentes bienes de qeu consta por el testamento de los Sres que para en el Archivo de esta Casa y esto referido también en el de esta Iglesia y atribuyéndole no haber tenido sucesión el hijo de los Refereridos Sres. al no haber cumplido con [parte ilegible] dispusieron en la que sea continuado por los demás sucesores de esta Casa, como dicho Conde D. Francisco como se espera que continuara siempre en adelante sobre [parte ilegible] a todos los Prelados eclesiásticos a que pertenezca y seglares [parte ilegible] por esta lápida nunca podrá suponer que falte [parte ilegible].

2ª Lápida


 El tercer conde usa uno de los símbolos de la Casa, la Virgen de Guadalupe para  fundar una obra caritativa. En primer lugar, continúa con el cambio de la fecha de la festividad de la Virgen de Guadalupe al cinco de marzo, fecha en la que el nació. Su madre la segunda condesa Ana Antonia Gutiérrez de los Ríos manda cambiar la fecha de la fiesta de Guadalupe del ocho de septiembre al  cinco de marzo, para celebrar  y dar gracias por haber dado un hijo heredero después de dos generaciones de mujeres, hijas únicas, en esta Casa de Fernán Núñez (la segunda condesa Ana Antonia y su madre, Aldonza Gutiérrez de los Ríos que no llegó a ser condesa por fallecer antes de que su padre, el primer conde Alonso Estacio Gutiérrez de los Ríos) La segunda condesa profesaba gran devoción por la Virgen de Guadalupe: quiso darle una capilla dejando para ello quinientos ducados y que uno de sus vestidos de gala se emplease para hacer un manto.

Volviendo a la obra caritativa, consistía en la dotación de mujeres pobres de la villa que se debían de casar el día de dicha festividad, el cinco de marzo. El propio conde relata en las escrituras de su fundación que se hacía para: "muestra de mi benevolencia a la fidelidad y amor que yo y mis predecesores habemos experimentado en nuestros vasallos de la Villa de Fernán Núñez desde la conquista de aquel reino y población de cristianos que allí hicimos"

Estas escrituras también dejan claramente como se repartirían las rentas destinadas para la celebración: una parte se usa para pagar los gastos propios de la fiesta (gastos en la iglesia de Santa Marina), otra parte en el Convento de San Francisco de Córdoba (donde se diría un sermón por dicha fiesta) y otra parte para limosna. El restante se convertiría en tantas dotes como doncellas o viudas pobres de solemnidad hubieran. Por pobre de solemnidad se entiende las que no tienen bienes raíces ninguno y vivían solo de su trabajo. El orden para recibir la dote era el siguiente:
1. Huérfanas de padre y madre
2. Huérfanas solo de padre
3. Huérfanas solo de madre
4. Pobres que tengan padre y madre y de entre ellas las de mayor edad.
5. Viudas

Y para todas ellas, la condición era ser hijas de vecinos naturales de la villa o que por lo menos tuvieran vencindad en ella de diez años antes de la elección. Eran elegidas antes de año nuevo y se casaban, como hemos dicho el cinco de marzo.

Transcribo su texto:
 El excelentísimo Señor Conde Don Francisco fundó una obra pía [ilegible] en Madrid a los 13 días de Enero de 1692 ante Andrés de Catalañazor escribano (ssno) de S.M. (su majestad) para casar huerfanas con preferencia las de P (padre) y M(madre) en su falta las de M y en ella las de P(padre), Vas (viudas) de esta Villa situada [ilegible] en censos perpetuos de plata sobre posesiones libres propias de su Excelencia y clausula de que se le [ilegible] fundación en cada año el día 5 de marzo que es el de su Nacimiento y se den personalmente en esta Iglesia Parroquial las dotes a los casados en aquel día y otras condiciones que con en aquel y [ilegible] cuyas copias auténticas están protocoladas en la [ilegible] de escribano y del Archivo del Cabildo de esta Villa y Correduria de su excelencia que encarga la conciencia a los Vicarios y curas de esta Parroquia donde está fundada esta obra pía cuiden celen y soliciten el puntual cumplimiento de ello como hasta el presente se ha cumplido y que si así no lo hiciesen incumplan en indignación divina y den estrechas cuenta a Dios de su omisión y perjuicio de sus feligreses asi mismo [ilegible] cuales persona eclesiástica o seglar que no diere cuenta en los Tribunales superiores pues para que conste a todos esta lapida se ha puesto.
Y también añadió a los 14 días del mes de Enero de 1698 ante Luis de Mesa escribano público y del Cabildo de esta Villa [ilegible] para el aniversarioo que se hace y ha de hacerse en esta Iglesia siempre el día siguiente el de la oración de los difuntos por los señores fundadores de ella y de esta Villa y sus sucesores y criados perpetuamente en las partes arriba expresadas pertenecientes señalando el [ilegible] que en Córdoba tiene su Casa.
Lápida 3

La fundación, a la muerte del tercer conde, quedó sin uso por falta de bienes.  Su hijo don Pedro Gutiérrez de los Ríos, cuarto conde, quiso reestablecerla y para ello dejó la mitad de sus bienes libres. Falleció en 1934 pero su mujer, Ana Francisca de los Ríos y Alsacia,  le sobrevivió hasta 1752, siendo la poseedora de dichos bienes. El sexto conde, era sobrino de don Pedro (don Pedro y doña Ana Francisca no tuvieron hijos y heredó el título primero su hermano menor, el quinto conde José Diego Gutiérrez de los Ríos y le siguió el hijo de este Carlos José Gutiérrez de los Ríos) y se encargó de embargar los bienes de su tía una vez difunta, así como de resolver cuestiones que aún estaban pendientes del testamento de su abuelo, el tercer conde, como pagos a sus criados que su hijo Pedro, cuarto conde se negó a realizar.

Una vez todo resuelto en 1784 se reestableció la fundación con una dote de 2206 reales y para celebrar este hecho el sexto conde invitó a los casados que se habían beneficiado de la obra pía a una merienda en el jardín del palacio.

Jardines del Palacio

Carlos José Gutiérrez de los Ríos mandó colocar una nueva lápida en la fachada principal de la Iglesia de Santa Marina que guardaría la memoria de la caridad de su abuelo y la suya propia como continuador de su iniciativa.

Transcribo su texto:

Ha de saberse que aunque la caridad y el amor que el Conde Don Francisco profesó siempre a sus vasallos le hizo mandar en su testamento la obra pía de la dote que expresa esta lápida inmediata no pudo tener efecto por falta de caudales. El conde don Pedro su hijo mandó agregar a ella la mitad del valor de los bienes líquidos que resultasen después de sus días y en 1772 se liquidaron 34239 reales y 11 maravedíes. El conde don Carlos su sobrino, nombrado Patrono, como señor del Estado se hizo cargo de esta suma desde el año de 1766 había dado por sí una dote anual de 600 reales y desde el de 72 lo aumentó hasta 1633 reales incluyendo esta los 834 correspondientes al rédito de la mitad del capital de los 34239 reales y 11 maravedíes del Conde Don Pedro. Últimamente en 22 de mayo de 1784 formalizó esta fundación y la dotó a perpetuidad completando una dote anual de 2206 reales. Como consta en la escritura de la fundación otorgada ante Alonso Espinosa en dicho día con lo que a los 63 años del fallecimiento del Conde Don Francisco su abuelo, primer móvil de este pensamiento al cuarto poseedor de sus bienes se vió verificada esta piadosa memoria debida a aquel magnánimo, caritativo y discreto padre de su pueblo que como tal hay que encomendarle siempre a Dios. Sirva este ejemplo a la posteridad y no arrepentirse nunca de extender las ideas caritativas y patrióticas más allá de lo que alcancen sus medios, Dios se los dará algún día a sus sucesores para ponerlos en obras sin apropiarse en mérito que tuvieron los primeros que las crearon, publicaron y promovieron para mucha honra y gloria y bien de la patria.

Ha sido esta una entrada larga que quizás sea un poco áspera de leer, pero he considerado que valía la pena conocer la historia de estas lápidas que son las guardianas de muchos entresijos históricos entre los condes de nuestro pueblo y mujeres que vieron en estas ayudas una oportunidad de tener una vida mejor, puesto que por simplemente ser mujeres y pobres, no podían casarse por no poder aportar ninguna dote al matrimonio.
 


 · Información editada procedente de:
- Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crespín Cuesta. 1994.
- El tercer conde de Fernán Núñez (1644 - 1721): Corte, parentesco y memoria familiar. Carolina Brutrach. Florencia. 2009.

miércoles, 17 de octubre de 2012

El entierro del tercer conde de Fernán Núñez

En Fernán Núñez, el siete de abril de 1717, el tercer conde Francisco Gutiérrez de los Ríos y Córdoba realiza su testamento, redactado por el escribano Alonso de Espinosa, donde el conde ordena que cuando fallezca su cuerpo sea embalsamado y vestido con el traje de la Orden de Alcántara a la que pertenecía, y fuese sepultado en el panteón familiar que el mismo había proyectado construir en la Iglesia Parroquial de Santa Marina de Aguas Santas de la villa de Fernán Núñez, cuyas obras aún no habían concluído. 

Busto del tercer conde en el Ayuntamiento de Fernán Núñez
Aclara que su corazón y sus entrañas se debían de poner en una caja de plomo y entregarse a la abadesa del Convento de La Concepción, bajo en patronazgo de la casa condal, en Córdoba, donde se debían de depositar en la tumba de Beatriz Carrillo, décima señora de Fernán Núñez que mandó enterrarse en el coro de la iglesia de dicho convento. 

La Calle Concepción con la portada del Convento homónimo. Gracias a Paco Muñoz
La abadesa era Inés Gutiérrez de los Ríos y Córdoba, hermana del tercer conde, que explicaba esta decisión por el amor que al convento y a sus tres hemanas monjas en el mismo.

Parece ser que este extraño ritual era muy frecuente en la Edad Media. En España, por ejemplo, se encuentra el corazón  y las entrañas de Alfonso X en la Catedral de Murcia, mientras que su cuerpo descansa en la catedral de Sevilla. 

Corazón en el escudo de la ciudad de Murcia que me llevó a conocer la historia de Alfonso X

Y según la copia del testamento, ubicado en el Archivo Histórico Provincial de Córdoba, transcribo lo que testó don Francisco Gutiérrez de los Ríos:

...En cualquier parte que me halle mi cuerpo sea armado según los establecimientos de mi orden de Alcántara y se embalsame y componga en la mejor forma posible para ser puesto en el entierro de los Señores de mi Casa, en la Capilla Mayor de la Iglesia Parroquial desta Villa fundación y patronato nuestro, y que si, lo que Dios no quiera, muriese yo antes de haberse perfeccionado la nueva capilla mayor y bóveda cuya fábrica tengo muy adelantada y que encargo en reverencia de Dios y memoria mía y entre tanto se rompan los tabiques del arco de la capilla de San Andrés donde está depositado el cuerpo de mi mujer y junto con la caja de esta se pongan, hasta que sean trasladados [a la cripta de la Capilla Mayor] con separación de los huesos de los otros señores, mis predecesores que allí se han ido depositando, en la bóveda que comprende toda la Capilla Mayor. Y así mismo, mando que mis entrañas puestas en una caja de plomo soldado se lleven a la ciudad de Córdoba, suplicando a mi Señora la Abadesa que es o fuese y demás Señoras religiosas del Convento de la Concepción, Patronazgo nuestro, que las ponga en el sepulcro de la Señora Doña Beatriz Carrillo de Córdoba, mi sexta abuela que está en el coro de aquel convento por el amor que yo siempre he tenido y tengo a mi hermana, mi Señora Doña Ignes (Inés), Abadesa que ha sido y es en aquel Santo Convento, encargando juntamente sobre sus consciencias a mis sucesiones estamentarios el ahorro de gastos de vanidades y pompas funerales...

Como ya escribí en otras entradas (enlace), el tercer conde hizo varias reformas en el Convento de la Concepción y un año después de redactar este testamento hizo una revisión del Patronato de la Casa de los Fernán Núñez sobre el mismo, que dió muchas ventajas a la comunidad de religiosas donde vivían mujeres de su familia: sus hermanas Inés, que era la abadesa, Ana, Isabel y Antonia y su hija natural, que no legítima, Francisca de los Ríos. Quizás todos estos vínculos le llevaron a tomar la decisión de disgregar su cuerpo, mandando su corazón a dicho convento.

Finalmente falleció siete años después,  el 21 de abril de 1721 en Fernán Núñez y no se pudo enterrar en las obras del panteón que cita puesto que no estaban terminadas. Es más, la construcción de la nueva cripta afectó a los cimientos de la primitiva iglesia iniciada en 1385, teniéndose que derribar toda la iglesia en 1724 con licencia del Obispo de Córdoba. 

El cuarto conde, don Pedro visita las obras tras la muerte de su padre y se encuentra la iglesia en alberca (es decir solo con las paredes, sin el techo por no haberse terminado)  destinando 45000 reales para que se cerrase la bóveda del panteón de sus antepasados y se cubriese la iglesia. 

Techos de la parroquia de Santa Marina de Aguas Santas de Fernán Núñez. Salvador López
 Gracias a un informe del VI conde, su nieto, Carlos José Gutiérrez de los Ríos, se sabe que finalmente estuvo enterrado en la cripta junto a sus antepasados y su mujer. En cambio, no he encontrado nada a cerca  de que realmente se enviasen sus entrañas al Convento de la Concepción, pero quién sabe, siempre hay muchos documentos que se escapan a nuestro conocimiento y quizás en un futuro nos topemos con alguna noticia sobre ello.



 · Información editada procedente de:
-Testamento de Don Francisco Gutiérrez de los Ríos, III Conde de Fernán Núñez. ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE CÓRDOBA. 
- El tercer conde de Fernán Núñez (1644 - 1721): Corte, parentesco y memoria familiar. Carolina Brutrach. Florencia. 2009.


· Enlaces relacionados:
Introducción sobre Francisco Gutiérrez de los Ríos y Córdoba, tercer conde de Fernán Núñez.
Breve biografía de Francisco Gutiérrez de los Ríos
Francisco de los Ríos y Carlos II
Fernán Núñez y la Batalla de Cádiz (1702)
Francisco Gutiérrez de los Ríos y la Guerra de Sucesión Española.
Las reformas de Francisco de los Ríos en Fernán Núñez (I)
Las reformas de Francisco de los Ríos en Fernán Núñez (II)
Las reformas de Francisco de los Ríos en Fernán Núñez (III)
Las cartas del tercer conde de Fernán Núñez
El Hombre Práctico
Catálogo historial genealógico de la casa de Fernán Núñez de Luis de Salazar y Castro (I)
Catálogo historial genealógico de la casa de Fernán Núñez de Luis de Salazar y Castro (II)
El reparto de Valdeconejos
Las Dieciséis Huertas de Fernán Núñez
La Cruz de los Desamparados (I)
La Cruz de los Desamparados (II)
Los cuadros del tercer conde
La fortaleza-palacio de Fernán Núñez en tiempos del tercer conde (Introducción)
La fortaleza-palacio de Fernán Núñez en tiempos del tercer conde
Francisco Gutiérrez de los Ríos y el convento de la Concepción de Córdoba
Descendencia y muerte del tercer conde de Fernán Núñez
Francisco Gutiérrez de los Ríos en Fernán Núñez y Córdoba 

viernes, 28 de septiembre de 2012

El Panteón de los Fernán Núñez en La Alameda de Osuna

Los Fernán Núñez tienen enterramiento en muchos lugares: la Mezquita, en el desaparecido Convento de La Concepción, en la Parroquia de San Juan de los Caballeros de Córdoba, por supuesto en la Iglesia Parroquial de Santa Marina de Aguas Santas de Fernán Núñez, en la Iglesia de San Andrés de Madrid. Además de  un espacio que nunca fue usado, reservado en el Cementerio Municipal de Fernán Núñez, que contaba con un increíble proyecto que nunca se llevó a cabo.

Este último panteón fue construído al lado del Castillo de La Alameda de Osuna, en dicho barrio madrileño.

Quizás el detonante para la construcción de este panteón en Madrid fuese la muerte de Isabel Falcó y Osorio, hija de los terceros duques de Fernán Núñez, María Pilar Osorio Gutiérrez de los Ríos y Manuel Falcó d'Adda, ocurrida en Málaga el ocho de mayo de 1875, con diecisiete años.

Lienzo de la tercera duquesa, Pilar Osorio de los Ríos
Los Fernán Núñez ostentan entre otros títulos, el señorío de Alhaurín de la Torre y el condado de Frigiliana, y pasaban largas temporadas en Málaga. Por su amistad con los Marqueses de Larios, es enterrada temporalmente en el mausoleo de Enrique Crooke y Emilia Larios, en el cementerio de San Miguel de la capital malagueña.
Panteón de los Crooke en el Cementerio de San Miguel de Málaga

La tercera duquesa decide erigir un mausoleo para acoger los restos de su hija y encarga el proyecto a Francisco de Cubas y González, marqués de Cubas, construyéndose en 1879.

Proyecto del Marqués de Cubas

 El conjunto fue bendecido en noviembre de 1883, y posteriormente, se trasladó el cadáver de Isabel Falcó en abril de 1884, situándolo en el segundo mausoleo de la epístola (lado derecho mirando hacia el altar) realizado en mármol blanco, adornado con una corona esculpida de flores y cintas, dispuesta en la tapa del sarcófago.

Ilustración del Panteón de 1890. Revista de La Ilustración Española y Americana

Posteriormente fueron enterrados su padre (1892) y su madre la duquesa (1921) y el resto de duques de Fernán Núñez. Hoy día se encuentra en uso y en buen estado de conservación.
Se trata de una capilla con una planta rectangular, sobre la que se levanta una bóveda de crucería, cubierta exteriormente por un tejado a dos aguas, dividida en tres tramos a los que se suma otro que hace las veces de sacristía, situado tras el altar mayor. En este último se dipone una escalera por la que se tiene acceso a la cripta, ubicada bajo la nave, que, asimismo, está dividida en tres tramos de bóveda rebajada. Del estilo sobrio del interior destacan los cuatro grandes mausoleos, dispuestos dos a cada lado de la nave bajo los huecos de los arcos ojivales de la bóveda, obra del escultor Elías Martín Riesco (1839-1910) que trabajaría en otras ocasiones para los duques.

Fachada hacia Avda. de Logroño o delantera

Lateral izquierdo

Lateral derecho, desde el Castillo de La Alameda

Parte trasera
  Sobre el arco apuntado de la entrada, que señala su inconfundible estilo neogótigo, se sitúan el escudo ducal, una espadaña con campana y una pequeña cruz como únicos ornamentos exteriores.

Espadaña y escudo nobiliario

Detalle del escudo de los Falcó Osorio Gutiérrez de los Ríos
El conjunto está rodeado por un sencillo muro de ladrillo y piedra obtenida del cercano castillo.
Para acceder a el hay que desplazarse hasta el Barrio de la Alameda de Osuna (línea 5, color verde del Metro, última parada) estando situado en lo alto de un altozano a pocos metros de la parada, junto al castillo de La Alameda.


 · Información editada procedente de:
 
 

martes, 25 de septiembre de 2012

El Castillo de La Alameda de Osuna

En esta ocasión nos vamos hasta el barrio madrileño de la Alameda de Osuna (línea 5, color verde del Metro) integrado en el distrito de Barajas. En este barrio se ubican una serie de monumentos en el llamado Eje Histórico - Cultural de la Alameda de Osuna, un proyecto del Ayuntamiento de Madrid que se puso en marcha para dar a conocer los monumentos de una zona muy desconocida no solo para los turistas de fuera, sino para los habitantes de Madrid.

En rojo, el distrito de Barajas que engloba al Barrio de La Alameda
 Existen cientos de páginas, que os dejo en el pie de página, con mucha más información del castillo y sus alrededores. Paso  así centrarme en la parte que más nos interesa.


¿Qué tiene que ver La Alameda de Osuna con Fernán Núñez?

Todo se inicia en el siglo XVII cuando el tercer conde Francisco Gutiérrez de los Ríos y Córdoba se casa en 1676 con la hija del conde de Barajas, Catalina Zapata de Mendoza y Silva. El condado de Barajas y el marquesado de La Alameda (posteriormente  llamada de Osuna), eran una misma dote que ostentaba dicha casa de los Zapata, casa nobiliaria de gran influencia en la corte. 

Escudo nobiliario de los Zapata


El título del condado de Barajas, y el marquesado de la Alameda pasó a manos del sexto conde, Carlos José Gutiérrez de los Ríos y Rohan en 1785, debido a que la última condesa de Barajas murió sin descendencia. El título del condado de Barajas se añadió al resto de títulos que formaban el condado de Fernán Núñez, posteriormente ducado, y por ello, ambas villas y sus tierras pasaron a manos de los Fernán Núñez, exceptuando una pequeña parte que fue vendida con anterioridad a la casa de Osuna.

Ya desde el siglo XVII después de dicha unión matrimonial con la hija del tercer conde de Barajas, se incluía en el escudo condal de los Gutiérrez de los Ríos y por ende, de la Casa de Fernán Núñez, un cuartel con las armas de los Zapata.

Escudo condal situado en el Mesón del Duque
 Existe un cuadro no identificado en el Palacio de Fernán Núñez que data precisamente de 1785 y que fue pintado en Lisboa. Quizás el sexto conde decide materializar su nueva posesión y que aparezca junto con el resto de cuadros que reflejan las propiedades de la casa condal en la galería del palacio fernannuñense y por eso lo encargó en Lisboa, donde este se encontraba como embajador en ese año de 1785.

Posible cuadro de La Alameda de Osuna. Palacio Ducal de Fernán Núñez


El nombre: 
¿La Alameda de Osuna o La Alameda de Fernán Núñez?

El nombre del barrio tiene su explicación por la abundancia de álamos que había en la zona, hoy no tan frecuentes, pero si es un barrio que cuenta con grandes y espaciosas avenidas pobladas de árboles.

El apellido de Osuna se lo debe a otra casa nobiliaria, a pesar de no ser quien ostenta el señorío de la aldea de La Alameda, si no que fueron los Barajas y posteriormente los Fernán Núñez, primero señores y luego, marqueses de La Alameda.

Bajo mi opinión, no se le dá el apellido de de Barajas por los pocos kilómetros que separaba este núcleo urbano del de Barajas y no se iba a repetir el nombre de La Alameda de Barajas, de modo que la aldea pareciese una adhesión al pueblo de Barajas, cosa imposible ya que son dos señoríos independientes.

Quizás tampoco se le llamó La Alameda de Fernán Núñez porque Pedro Téllez Girón, noveno duque de Osuna,  entra en la historia de La Alameda en 1783 al comprar una serie de terrenos y casas situados a poca distancia del castillo, dos años previos a la llegada de los Fernán Núñez como herederos de dicho condado y señorío. Los Osuna construyeron el famoso palacio de El Capricho, el otro gran atractivo turístico de este barrio. Mientras la posesión de los Fernán Núñez en la Alameda era unas tierras de labor que rodeaban las ruínas de un castillo del siglo XIV, los Osuna construyeron un magnífico palacio con un jardín espectacular conocido por toda la corte madrileña, convirtiéndose así en los vecinos más ilustres del barrio, que terminaron por darle su apellido. Para la construcción de dicho palacio se usaron los restos del castillo de la Alameda.

Pórtico del palacete de El Capricho. Alameda de Osuna (Madrid)
Los duques de Osuna, por Goya


El Castillo en manos de los Fernán Núñez

Parece ser que la  tercera duquesa de Fernán Núñez, Mª Pilar Osorio Gutiérrez de los Ríos, quizás por competir con la fastuosidad del palacete de verano y los jardines de los duques de Osuna decidió ponerse manos a la obra y comenzar una restauración del Castillo de La Alameda para convertirlo en otra suntuosa residencia de verano. El nuevo palacete pretendía integrar los restos del castillo.

Así se demuestra con los planos y bocetos que se mandaron encargar en 1856 por la duquesa. El proyecto nunca se llevó a cabo.

Plano


Alzado

Finalmente, con gran parte de los restos del castillo se construyó un panteón adosado en 1898 que hoy día es el lugar de enterramiento de la casa nobiliaria.

En un primer plano los restos del castillo y al fondo, entre los pinos el panteón ducal

Para terminar dejo algunas fotos de mi visita al Castillo de la Alameda. Su puesta en valor contó con un trabajo arqueológico magnífico, que adjunto al final, y os animo a leer porque es impresionante como relata el paso del tiempo por el mismo desde la época del bronce hasta la reciente Guerra Civil.
 

Entrada
Vistas desde la casa del guarda
Foso y panteón de los Fernán Núñez al fondo

Panteón de los Fernán Núñez

Búnker de la Guerra Civil

Otra vista del foso

Lienzo de muralla del patio

Muros del patio que contenían estancias.

Detalle de una ventana abierta al exterior, cuando pasó de castillo a palacio.