Mostrando entradas con la etiqueta Fernán Núñez de Témez. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Fernán Núñez de Témez. Mostrar todas las entradas

miércoles, 27 de julio de 2011

Fernán Núñez y sus cañones ingleses del siglo XVII

Apuntes históricos
El 24 de junio de 1657, el almirante inglés Robert Blake intentó entrar en Cádiz con una escuadra como había realizado poco antes en Málaga. Quedó en el intento gracias al decidido empeño del gobernador de Sanlúcar de Barrameda y principal jefe de galeras de la costa andaluza,  Diego Gutiérrez de los Ríos y Guzmán, segundo conde de Fernán-Núñez, que no sólo impidió el desembarco sino que los siguió y dio alcance cuando ya habían abordado a una flotilla de galeones procedentes de América. Tras la contienda no sólo se salvó el cargamento de los galeones sino que se infringió una importante derrota y apresamiento del enemigo, e incluso Blake falleció antes de llegar a Inglaterra. 

Retrato de Sir Robert Blake
Un cañón y ocho bombardas fueron el trofeo que de aquel singular acontecimiento trajo el conde a  este pueblo y quedaron como recuerdo en una de las dependencias del castillo de Fernán-Núñez durante 125 años que se vino abajo gran parte de este por el terremoto de Lisboa. Con la destrucción del castillo y la construcción del nuevo palacio por Carlos José Gutiérrez de los Ríos, biznieto del vencedor de Blake, quedaron empotradas en una de las torres del nuevo palacio, hasta hoy.
 
Los cañones en la torre de Fernán Núñez
Para poder contemplar los cañones nos tenemos que ir hasta el patio de Caballerizas. Este patio se sitúa tras una verja franqueada por dos bustos de dos de los condes de Fernán Núñez. Ahora esta parte, pertenece al ala de los edificios que fueron vendidos, y por tanto de propiedad privada, pero normalmente la verja está abierta.

Esquina de las Caballerizas. Plaza de Armas de Fernán Núñez.
Desde el patio de caballerizas podemos contemplar como se ven los sillares de la antigua torre de Fernán Núñez de Témez, en lo que se denomina la "torre desmochada" porque no conserva su parte superior, sino que dicha parte es ya factura del palacio ducal, y en la zona próxima a esta parte nueva, es donde se ubican las ocho bombardas y en el centro, un gran cañón.

Cañón y bombardas en la torre de Fernán Núñez de Témez. Patio de Caballerizas
 Como hemos dicho anteriormente fue Carlos José Gutiérrez de los Ríos quién mandó esta nueva ubicación para las armas, cuando construyó el palacio a finales del siglo XVIII. Miran hacia el este, hacia el arroyo hondo, hoy Llano de las Fuentes, y antiguamente sorprendían a los visitantes que se ubicaban en dicho llano, por tener dicha dirección. La construcción de un segundo cuerpo en los edificios del patio de las caballerizas acabó con esta estampa. Es una tónica general que en Fernán Núñez se construya siempre sin ningún tipo de consideración. 

Antes y después. En rojo la construcción posterior al conjunto del siglo XVIII.
 Quizás el conde Carlos José, quiso evocar la lucha de su familia contra el reino Nazarí de Granada con esa orientación o dejar en esa torre del palacio todas las reliquias de sus antepasados, ya que añadió además una placa para recordar que esa era la torre que Fernán Núñez de Témez conquistó a los árabes y a la que dió su nombre, y la torre a su vez, dio nombre al pueblo, placa que se conserva, justo debajo del cañón central.

Lápida en mármol azulado que se sitúa debajo de los cañones de Blake
 Las bombardas están muy deterioradas por la acción del tiempo y de los elementos. Crespín Cuesta, el antiguo cronista de este pueblo, ya se pronunció varias veces a cerca del inadecuado emplazamiento de estas reliquias de nuestra historia y como el mismo dijo: por el hielo que aquí suele envolver a todo cuanto se refiere a nuestro pasado histórico, estimamos que estamos perdiendo el tiempo y predicando en la Antártida.

Estado de conservación de una de las bombardas

Estado de conservación de una de las bombardas
Esta entrada es otra muestra de la brillante historia que hay detrás de los edificios de nuestro pueblo, historia que se omite muchas veces por desidia y sobre todo la falta de conocimiento de nuestras propia historia, pues no solo era el conde el que iba en la galera, sino que muchos de sus hombres eran vecinos de nuestro pueblo que acompañaban al mismo en estas grandes empresas de la historia de España.

Información editada procedente de:
Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crespín Cuesta.
Cruces y Piedras. Francisco Crespín Cuesta.

Entradas relacionadas:
Antepasados  de Diego Gutiérrez de los Ríos y Guzmán
Diego Gutiérrez de los Ríos y Guzmán y los toros
Biografía de Diego Gutiérrez de los Ríos y Guzmán (I)
Biografía de Diego Gutiérrez de los Ríos y Guzmán (II)
Biografía de Diego Gutiérrez de los Ríos y Guzmán (III)
La torre de Fernán Núñez de Témez: descripción.
El cuadro de Diego Gutiérrez de los Ríos y Guzmán

domingo, 19 de diciembre de 2010

Fernán Núñez de Témez (III)

En función de la bibliografía consultada encontramos diferencias en el reparto que Fernando III concedió a Fernán Núñez de Témez como agradecimiento a su fidelidad y dedicación:

En el libro Justificación de la grandeza y cobertura de primera clase del Marqués de Priego de Joseph Pellicer de Tobar Abarca dice literalmente:  
<< ...en 1236 el rey Fernando III, le otorgó los Castillos de Cañete, Paterna, Loeches, Dos Hermanas, y el Lugar de Fernán Núñez, á que dio su nombre, y pobló de Cristianos, y fue primero Señor de él.>>

En el libro Casa de Cabrera en Córdoba de Francisco Ruano cita:
<<...Y por estos señalados servicios lo premió el Santo Rey D. Fernando , dándole repartimientos de Casas principales en la Collación de San Nicolás de la Villa cerca de los muros, de viñas, huertas, y heredamientos en la Torre de Abentoxiel , como todo consta de la memoria de donadios...>>
<<...Fernando Muñoz de Temez , á quien tocó el heredamiento de Abentoxiel, con el Castillo de Dos Hermanas...>>

Aparte, Ruano  en el mismo libro dice de su hijo primogénito:
 <<...D. Alonso Fernandez, en quien recayo toda la succesion de la Casa por muerte de su hermano mayor sin succesion de varones , y por haber seguido el estado Eclesiastico su hermano D. Rodrigo, fué II. Señor de esta Casa, del Castillo , y heredamientos de Dos Hermanas, de las Cuevas de Carchena, de la Villa, y Castillo de Cañete de las Torres, y Alcalá de los Ganzules, Paterna y Lueches, Castro Gonzalo, y otros grandes heredamientos, que compró...>>

Y la única manera que se me ocurre para poner en orden todo esto es haciendo un mapa.
 



 Azules: territorios fuera de Andalucía.

1. Castrogonzalo (provincia de Zamora)


2. Loeches (provincia de Madrid)


Rojos: territorios andaluces, vínculados a los nuevos territorios conquistados.

3. Casas en la Collación de San Nicolás de la Villa en Córdoba. Se usarían para la creación del Convento de la Concepción.


4. Castillo y villa de Cañete de las Torres (otros autores afirman que fue entregada a su hijo don Alonso Fernández)

5. Torre de Fernán Núñez
 

6. Castillo de Dos Hermanas (en el término de Montemayor)



7. Alcalá de los Gazules (Cádiz) tras la conquista de Sevilla en 1248.




Y queda por identificar tres lugares, bien porque actualmente no hay ninguna población con ese nombre o  porque me cuesta identificar su ubicación. Curiosamente dos de estos lugares están vinculados a los dos cursos de agua más importantes del término de Fernán Núñez y de Montemayor: los arroyos Ventojil y Carchena.

8. Torre de Abentoxiel, junto a sus viñas y huertas.
9. Cuevas del Carchena (próximo a el municipio de Albendín, en Baena)
10. Paterna. Se puede referir al municipio gaditano de Paterna de Rivera, próximo a Alcalá de los Gazules o a una zona y cortijo de Posadas que se llama Paterna. 

sábado, 18 de diciembre de 2010

Fernán Núñez de Témez (II)

Fernán Núñez de Témez se casó con la hija del Adalid Domingo Muñoz, otro de los grandes protagonistas en las conquistas de los territorios del reino de Jaén y de Córdoba en el siglo XIII.  Doña Leonor Muñoz, que así se llamaba, era conocida como doña Ora tuvo  hasta nueve hijos con Fernán Núñez de Témez. De estos, saldrían las principales casas de la nobleza española en los siglos siguientes: la Casa de Cabrera, la Casa de Aguayo, la Casa de Medinaceli, de Feria... y en todas ellas empiezan su genealogía por Fernán Núñez de Témez.

Los hijos de Fernán Núñez cambiaron su apellido Fernández de Témez, por el de Fernández de Córdoba, para hacer honor a los nuevos territorios recibidos por su padre de manos del rey Fernando.


Los que están en rojo son los que han estado vinculados a nuestro pueblo y entre paréntesis aparecen las casas nobiliarias que se formarán tras su matrimonio y sucesivas generaciones.

Primero, de manera directa, doña Constancia o Constanza Fernández de Córdoba que se casará con Lope Gutiérrez de Haro, hijo de Pedro Díaz de Haro, primer señor de Abencalez. Su padre, Fernán Núñez le entregará como dote  el castillo que ha creado en torno a la torre a la que puso su nombre y que se encuentra próxima al señorío de Abencalez.

El hermano mayor de Constancia, Alonso Fernández de Córdoba, será el principal sucesor de Fernán Núñez de Témez, recibiendo por ser el heredero mayor masculino la mayoría de sus posesiones. Su segundo hijo,  Martín Alfonso, devolverá a la familia la torre de Fernán Núñez, incluyendo la de Abencalez  por su matrimonio con la heredera de la Casa de Haro, su prima Aldonza.  Esto supone el fin de este linaje como señores de Fernán Núñez y Abencález. Martín Alfonso heredará la torre de la Atalaya y por proximidad, la unirá a la de Fernán Núñez y Abencález que heredará su hija Inés.



Doña Inés se casaría con el primer señor de nuestro pueblo perteneciente a la casa de los Gutiérrez de los Ríos, don Diego Gutiérrez de los Ríos, empezando así una nueva etapa de dominio alejada de los Fernández de Córdoba, donde se volverán a repetir matrimonios entre familiares para asegurarse que no salgan las posesiones de la familia nobiliaria. Ambos fundarán el mayorazgo para el primogénito del Señorío de Fernán Núñez, que incluye la torre de Abencalez y la Torre de la Atalaya y las tierras que las circundan.

martes, 14 de diciembre de 2010

Fernán Núñez de Témez (I)

En esta entrada voy a hacer una pequeña biografía de este caballero del siglo XIII. Poco se sabe de el lugar y la fecha de nacimiento de quién dio nombre a nuestro pueblo. Probablemente nacería en una de las posesiones gallegas, cabecera del Señorío de su padre, Chantada o Témez, en la provincia de Lugo, en la primera mitad del siglo XIII.

Comarca actual de Chantada, en la provincia de Lugo

También llamado Fernando Muñoz de Témez ó Fernán Martínez, formó parte junto con su padre y sus hermanos del ejército de Fernando III en la conquista del Valle del Guadalquivir. Sus éxitos en el campo de batalla le llevaron a alejarse de los territorios gallegos, que fueron para su hermano mayor, mientras el se quedó con el resto de plazas que le fueron entregadas de manos del rey Fernando repartidas por Andalucía y otros territorios de Castilla.

Conquista de Córdoba por Fernando III

De su papel en la conquista de Córdoba se recoge como Fernán Núñez se encontraba con su tío Alvar Perez de Castro, Señor de Cigales y Paredes, alcaide de Andujar y Adelantado Mayor de la Frontera, cuando el Adalid Domingo Muñoz tuvo aviso del descuído en la guardia y custodia de Cordoba por parte de los musulmanes, iniciándose así la conquista de la ciudad.

Algunos documentos recogen que fue Alcalde Mayor de Córdoba en torno a 1258 y posteriormente pasó a ser Aguacil Mayor, hasta 1283 cuando falleció en la Batalla de los Visos.

Antes de llegar al puente Viejo sobre el Guadajoz,  encontramos la cuesta de los Visos, donde en menos de un siglo se ubicarían los campamentos de los ejercitos enemigos de la Batalla del Campo de la Verdad o de los Piconeros. 

 Esta Batalla de Los Visos, o del Guadajoz  se debió a las desavenencias entre el rey Alfonso X el Sabio y su hijo el infante don Sancho (posteriormente Sancho IV, El Bravo) Córdoba se declaró a favor de el infante y decidió atacar a las huestes de Fernando Pérez Ponce, uno de los más notables guerreros de la época que estaba al servicio de Alfonso X. Este pasaba con su ejército por las proximidades de la ciudad, procedentes de otras batallas en Granada. Algunos autores fijaron  el número de los cordobeses que salieron a este encuentro en unos diez mil, cifra que otros ven exagerada, porque es demasiado para no haber conseguido la victoria.

Zona donde se desarrollaría la Batalla
Ambos ejércitos se encontraron en Los Visos y aunque don Fernando Pérez Ponce quiso evitar la batalla, le fue imposible. Al final tuvieron que ceder los cordobeses por haber muerto su principal jefe, Fernán Núñez de Témez a quien sus contrarios cortaron la cabeza, llevándola con el pendón de esta ciudad a Sevilla, donde estaba el Alfonso X, como trofeo de su victoria.

Capilla de San Bartolomé (Mezquita Catedral de Córdoba)
Posteriormente el Alfonso X decidió darle una sepultura honorífica y fue trasladada a Córdoba, a la Capilla de San Bartolomé, en la Mezquita-Catedral, donde fue enterrado.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Fernán Núñez de Aza (o de Haza) - Parte segunda

Según el libro de la Casa de Cabrera en Córdoba, esta fue la sucesión de la posesión entregada a Fernán Núñez de Aza. Finalmente, tras una serie de ventas y herencias, acabó formando parte del mayorazgo que crearía doña Inés Alonso de Montemayor y su marido don Diego Gutiérrez de los Ríos para sus sucesores primogénitos.

También en este libro se recoge una posibilidad muy sorprendente. Según explica, algunos autores han identificado a Fernán Núñez de Haza como el auténtico conquistador de la torre de Fernán Núñez (torre del Palacio Ducal) y que por confusiones se le atribuyó a Fernán Núñez de Témez. No creo que este detalle se le pasase por alto a los anteriores cronistas del pueblo, y que fue descartado por carecer de importancia (no aparece en el libro Historia de la Villa de Fernán Núñez de Crespín Cuesta) Tampoco sería raro que realmente fuese Fernán Núñez de Aza conquistador de ambas torres (Atalaya y Fernán Núñez) y que después Fernando III las repartiera como quisiese, quedándose Fernán Núñez de Témez con la que hoy forma parte del palacio ducal y así tomando su nombre posteriormente.
Torre de Fernán Núñez de Témez
Restos de la Torre de la Atalaya

lunes, 22 de noviembre de 2010

Pedro Díaz de Haro (III)

Y en esta última entrada voy a hacer un repaso del rasto que dejaron los Haro en nuestro pueblo.

En primer lugar, en algunas leves descripciones sobre la torre de Abencaez se decía que tenía el escudo de la Casa de los Haro, probablemente añadido en alguna reforma o reparación acometida por los primeros señores de dicha alquería.

Escudo en piedra de los Haro (no es el de Abencalez que está desaparecido, pero podría parecerse)



Crespín Cuesta nos dejaba en el Libro de la Feria de 1988 una efeméride relativa a su hijo don Lope:

Año 1288
Se extrema la desconfianza de Sancho IV el Bravo, hacia don Lope Gutiérrez de Haro, Señor de Fernán-Núñez y Abencaez a causa de la muerte de don Lope de Haro, señor de Vizcaya en las Cortes que se celebraban este año en la villa de Alfaro, decretada por el propio monarca, el cual, creyendo al Señor partidario de sus parientes vizcaínos mandó vigilar el castillo de esta villa, en prevención de cualquier acto hostil, por parte de don Lope.

Estatua de Sancho IV  "El Bravo" en Tarifa
 
Esto refuerza la idea de que  los vínculos se seguían manteniendo estrechamente con su casa paterna y que el segundo señor de Abencalez, don Lope probablemente ya no estableció su residencia en Nájera como lo hizo su padre don Pedro. Es curioso como se manda vigilar el castillo de la villa y no la torre, por tanto, el poder militar estaba en el castillo que Fernán Núñez de Témez fue creando en torno a su torre, mientras que la torre de Abencalez, estaría en un segundo plano.

Finalmente la Casa de Haro cesó por línea recta masculina en el siglo XIV (perdiendo el mayorazgo del Señorío de Vizcaya) mientras que en la provincia de Córdoba siguieron dos ramas menores:

- La que nos atañe, la de los Señores de Abencalez que duraría hasta el mismo siglo XIV, siendo sucedido por la Casa de los Gutierrez de los Ríos.

- La de los Señores y luego Marqueses del Carpio, título que consiguió esta casa en el siglo XV y que perdura hasta el siglo XVIII, donde pasa a la Casa de Alba y que proceden todos del hermanastro de Don Pedro, y señor de Vizcaya, Don Lope Díaz de Haro, conquistador de Baeza.

El Carpio
 A esta ilustre Casa debemos también la repoblación de Abencalez con gallegos. Siempre se habló de la devoción de Fernán Núñez de Témez por Santa Marina pero ni este creó iglesia, en torno a la nueva fortaleza,  ni es probable que repoblase las tierras de otro señor. Luego sigue siendo una incógnita si realmente era devoción propia que traían los repobladores, o bien, se trasladó por parte de su hija al señorío de su marido, Abencalez.

Aldonza de Haro fue la última señora de Abencalez y Fernán Núñez que pertenecía a esta Casa riojana y la que dedicó estas palabras antes de que ocurriese  la Batalla del Campo de la Verdad a su hijo Alonso Fernández de Montemayor:


 Mirad hijo, se rumorea que vais a entregar la ciudad a nuestros enemigos. ¡No olvidéis que en nuestro linaje jamás ha habido un traidor! No hagáis menos que nuestros antepasados.

Tras un repaso por su linaje se entiende con facilidad estas palabras: los Haro habían participado en todas las Batallas de los reyes castellano-leoneses incluyendo las Navas de Tolosa o la conquista de ciudades como Baeza, Córdoba, Écija o Sevilla. 

Para terminar, es muy difícil seguir la pista a la Casa de Haro porque van cambiando de apellido en función de su antecesor: si se llamaba Diego, pasan a llamarse Díaz, y si se llamaba Lope, pasa a López y encima siempre se repetían ambos nombres de pila y se identificaban por un mote o por números romanos. Es por eso que quizás resulte difícil la lectura de estas entradas, yo he mirado la genealogía cada vez que escribía prácticamente y por eso, para quien le interese, aquí la dejo.

Lo único que pretendo es vincular nuestro pueblo con el otro lado de la península y demostrar que nos unen lazos con sitios tan impesables como Bilbao, Nájera, Haro o un pequeño pueblo de Navarra llamado Carcar.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Pedro Díaz de Haro (II)

Pues, igual que con Fernán Núñez de Témez, vamos a echar la vista atrás para conocer más sobre de donde procedía este capitán del Rey Fernando III, primer señor de Abencalez.

Puntos en rojo: Haro (en La Rioja), Carcar (en Navarra) y Bilbao(en el País Vasco) . En azul: Nájera

Torre de la Iglesia de Santo Tomás de Haro
Pedro Díaz de Haro y Pérez de Azagra, pertenecía a la familia de los Haro, señores de la ciudad riojana del mismo nombre, señores de Vizcaya y condes de Nájera. Una de las familias más poderosas de los inicios de la formación de los reinos de Castilla y Navarra. Su padre, Diego López II de Haro, estuvo al mando de uno de los tres ejércitos cristianos en la Batalla de las Navas de Tolosa. Diego era V señor de Vizcaya, señorío que sería heredado por su primogénito, Lope Díaz II de Haro, hermanastro de nuestro protagonista, don Pedro. Siguiendo esta rama de los primogénitos, y familia directa por tanto, llegamos al fundador de Bilbao, Don Diego López V de Haro.

Estatua de D. Diego Lopez V de Haro en Bilbao (Obra de Benlliure)

Por tanto, al no ser primogénito Don Pedro Díaz recibe el señorío de Carcar por parte de su madre, actualmente en Navarra. Finalmente Don Pedro, acaba cediéndolo al rey de Navarra, Sancho VII. Quizás ese fuese el motivo por el que decide formar parte de las tropas de Fernando III en la conquista de nuevas tierras.

Así fue como en 1240 conquistó la torre y poblado de Abencalez. Este señorío pasaría a sus descendientes. Lope Gutierrez de Haro, segundo señor de Abencalez que casaría con  Constanza Fernández de Córdoba, hija de Fernán Núñez de Témez y que llevaba como dote, la fortaleza de Fernán Núñez, unificándose Abencalez y Fernán Núñez. 

La bisnieta de esta unión fue Aldonza de Haro, que se casaría nuevamente con un bisnieto del  hijo primogénito de Fernán Núñez de Témez, para así sellar nuevamente esta unión familiar.

La mayor parte de la familia de los Haro está enterrada en dos monasterios riojanos:  El Monasterio de Cañas y Santa María la Real de Nájera. En este último es donde está enterrado Diego López II de Haro, su segunda mujer Toda Pérez de Azagra y como no, Pedro Díaz de Haro, concretamente en el claustro de dicho monumento, que es además panteón de reyes e infantes del Reino de Navarra  y el anterior Reino de Pamplona-Nájera.

Sepulcro de Diego López de Haro y de su segunda esposa Toda Pérez de Azagra

La foto del sepulcro de quién conquistó Abencalez, tendrá que dejarse para cuando visitemos Nájera en persona (no la he encontrado por la red)

martes, 16 de noviembre de 2010

Pedro Díaz de Haro (I)

Este verano, dando una vuelta con la bici, subí el viejo Camino de La Victoria que parte desde el Ventojil, hasta dicho pueblo. Una vez subida y cerca del Cortijo de La Montesina, me detuve a contemplar lo siguiente:


La ladera de La Estacá hasta los dos postes del Realengo, aún poco urbanizada (excepto alguna casilla y chalets de ciertos "afortunados")  Como si le mirase por encima del hombro, asoma Fernán Núñez, o más bien, algunas casas de las zonas más altas y la torre de la Veracruz. Y me vino la siguiente pregunta:

¿Qué hubiese ocurrido si en 1382 Abencalez no hubiese sido destruída por el ataque de los musulmanes?

La iglesia, los habitantes, el agua, los caminos estaban en Abencalez. Probablemente el castillo de Fernán Núñez, solo era eso, un castillo o fortaleza, surgida en torno a una torre con una guarnición militar. El mismo Fernán Núñez de Temez fijó su mayorazgo en la fortaleza de Dos Hermanas y dejó esta heredad para una de sus hijas. 

Sin embargo, Abencalez tenía otro papel. Fue conquistada por Pedro Díaz de Haro, caballero del Rey Fernando III, que no cambió el nombre de su conquista. No conozco cuantos hijos tuvo, pero sí al que cedió estos territorios conquistado, el que sería luego el esposo de la hija de Fernán Núñez de Temez.

Escudo de los Haro (Señores de Vizcaya)
Por tanto, podemos decir, que la fortaleza de Fernán Núñez pasó a ser parte de los dominios de Abencalez con este matrimonio, ya que fue aportado como dote por parte de la hija de quien dió nombre a nuestro actual pueblo. En pocas palabras, Abencalez se tragó a Fernán Núñez, pero la historia tiene muchos giros y en menos de ciento cincuenta años la fortaleza de Fernán Núñez pasó a tener el protagonismo.

Y seguí mirando el paisaje. Pensaba que a lo mejor, sin ese ataque de 1385 ahora no viviríamos en Fernán Núñez, sino en Abencalez. Las calles irían siguiendo las curvas de nivel  de toda la ladera de La Estacá  y serían cortadas por empinadas cuestas  hasta llegar a un llano, el del arroyo Ventojil , que habría quedado dentro de su casco urbano.

Quizás, si Pedro Díaz de Haro, o su hijo, hubiesen fortificado bien la aldea, restaurado la torre y dotado de muros y de defensa, al igual que se hizo en la de Fernán Núñez... quizás hubiesemos seguido mirando al poniente, ocho siglos después y Fernán Núñez en lugar del nombre de nuestro pueblo, sería solo el nombre de un capitán y conquistador gallego de una zona próxima, de nuestro término.

Nuestro "héroe" pasaría a ser Pedro Díaz de Haro en lugar de este último. De todas formas, poca gente sigue conociendo que nuestro pueblo los tiene a los dos por fundadores, y esto no lo digo yo, lo dice el escudo del municipio. Por eso, merecerá la pena dedicar algunas entradas para conocer algo sobre este otro caballero de la Edad Media.

Dos torres: Fernán Núñez y Abencalez, unidas por un arco

sábado, 6 de noviembre de 2010

Las raíces gallegas de Fernán Núñez de Temes

Cuando se empieza a hablar de la historia local, cuando se llega al periodo de la conquista cristiana, siempre se empieza por Fernán Núñez de Témez. Con esta entrada, lo que se pretende es mirar un poco por encima. 

Escudo de los Temes

Este capitán, procedía de una familia noble gallega, Los Temes, que tenían su señorío en los actuales municipios lucenses de Chantada y de Carballedo, el cual tiene en su concello una aldea llamada Temes. En Temes es donde los historiadores sitúan el castillo o torre más importante de este linaje y de donde tomaron el nombre. 

Provincia de Lugo: en rojo el Concello de Chantada y en azul el de Carballedo, donde se encuentra Temes.


Sin profundizar en su genealogía nos vamos a remontar al abuelo de Fernán Núñez de Temez, Don Vasco Fernández de Témez, Señor de Temez y de Chantada durante la segunda mitad del siglo XII; hijo de Fernando Bermúdez de Trava, descendiente de la antiquísima Casa feudal de los Condes de Trava y Trastamara, y de Urraca Fernández de Temez, Señora de Temez y de Chantada; Don Vasco era sobrino  de Alfonso Enríquez, primer Rey de Portugal.

Vasco Fernández de Temez había contraído matrimonio con Mayor Nuñez, hija del Conde Nuño Pérez,  Señor de Monterroso en Galicia de quien nació el padre de Fernán Núñez de Témez, don Nuño Fernández, que también participó como  conquistador de las ciudades de Córdoba y de Sevilla , bajo las banderas del Rey San Fernando. Casó con Elvira Fernández de Castro y de esta unión nacieron:


- Vasco Muñoz de Témez, Señor de Témez y de Chantada, heredero de la Casa paterna en Galicia.

- Fernán Núñez de Témez.

 Los descendientes del hermano de Fernán Núñez de Témez se enterraron en muchas de las iglesias de este término como Vasco Pérez de Témez, del cual se conserva un sepulcro en la iglesia parroquial de otra aldea llamada Lousada.
Dibujo del Sepulcro de Vasco Pérez de Témez


La parroquia de Santa María de Temes, tiene una lápida que fecha su consagración en el siglo IX, en la aldea abundan los restos romanos. 

Para mí, la sorpresa ha sido encontrar más vínculos con Lugo que con Orense, siempre había imaginado que Fernán Núñez provenía de esta última provincia, por la vinculación a Santa Marina de Aguas Santas. Los parajes naturales en esta zona parecen bastante espectaculares ya que confluyen los ríos Sil, Miño y Bubal en sus cercanías. Así que la próxima visita a tierras gallegas no estaría mal pasar por algunas de estas aldeas del sur de Lugo, donde quizás encontremos más vínculos y partes comunes en nuestra historia .

jueves, 4 de noviembre de 2010

El inicio


Sería un error decir que con el siguiente acontecimiento aislado en el tiempo, está el inicio de Fernán Núñez.  Según mi opinión, un pueblo, bien sea como grupo de personas de un lugar, de una región o de un país, se crea siempre con la mezcla de personas: las que llegan nuevas, otras que estaban aquí antes o recordando las que se fueron o ya no están. 

Sin embargo, esta imagen anterior es el inicio del nombre que hoy ostenta nuestro pueblo. El acto que se refleja en este cuadro  nos ha denominado e identificado durante más de siete siglos. Y no solo al término y lugar donde habitamos sino que los descendientes de uno de los protagonistas del cuadro llevaron ese nombre a Cádiz, a Cartagena, a Lisboa, a Viena, a París... y a la Corte de Madrid. Quizás no podamos conocer nunca que pensaba el español del siglo XVIII y XIX cuando se le nombraba Fernán Núñez pero casi seguro que dista de la imagen que hoy, al que le suene, tiene de nuestro pueblo.

Embajada de España en Lisboa durante el siglo XVIII: Palacio de las Necesidades

Me haría gracia ver como pronunciaban en el siglo XIX en París, el título del embajador el Duque de Fernán Núñez en cualquier acto importante de la capital francesa (no por la pomposidad y esas cosas refinadas, si no por escuchar como un francés dice tanta n junta)

Volviendo al lienzo, que forma parte de la colección de cuadros que están siendo restaurados del Palacio Ducal, podemos ver al Rey Fernando III haciendo el reparto de las tierras una vez conquistada Córdoba y probablemente frente a el, tengamos al capitán gallego Fernán Núñez de Témez. Debajo del cuadro figura la siguiente leyenda que transcribo:

Conquistada la insigne ciudad de Córdoba en el año de 1236 por el Santo Rey D. Fernando. Da este glorioso príncipe a sus ganadores, el privilegio de repartimento en el que toca a Fernán Núñez de Témez, el lugar que hoy conserva su hombre por haberlo fortalecido y poblado de cristianos, siendo este insigne héroe el primer fundador de esta casa en aquel Reino y progenitor  por varonía de toda la gran familia de Córdoba que tomó este apellido dejando el antiguo de Témez por la mucha parte que D. Fernán Núñez tuvo en la conquista de aquella Ciudad y Reino. 
Si alguna vez se restaura el Palacio no sé cual será la ubicación definitiva de dicho cuadro,  para mí no cabe duda que debería tener un lugar privilegiado. Aquí al menos en el blog lo va a tener, me parece el comienzo perfecto para el inicio de esta etapa nueva

viernes, 21 de mayo de 2010

Los restos de Abencalez en otros monumentos

A parte de la supuesta campana encontrada en el siglo XV por Juan Criado, otros restos de la aldea, sobre todo de la torre en torno a la cual se encontraba, fueron destinados a la construcción del castillo de Montemayor.

La población actual de Montemayor surgió cuando, a partir del año 1340, Martín Alonso de Córdoba trasladó a éste lugar a los pobladores del cercano castillo de Dos Hermanas, para mejorar así la defensa del territorio que un siglo antes conquistara Fernando III.

El Castillo de Dos Hermanas tras su conquista a los árabes fue donado a Fernán Núñez de Témez. Don Fernán Núñez y doña Ora tuvieron nueve hijos; pero de ellos sólo nos interesan  dos. El primero, llamado Alonso Fernández de Córdoba, que fue tercero en el orden de nacimiento, sucedió a su padre en el señorío de Dos Hermanas, por haber muerto el mayor de sus hermanos, Nuño, luchando contra los benimerines de África, cerca de Ecija. El segundo fue Ruy, que llegó a ser Canónigo de la Santa Iglesia de Córdoba.

Torre del Homenaje del Castillo de Montemayor

Fue D. Alonso, Adelantado Mayor de la Frontera, Alcaide de Alcalá la Real, Alcalde Mayor de Córdoba, primer señor de Montemayor, por compra de este territorio a la Corona, y progenitor de toda la gran Casa de Córdoba, en la que se cuentan seis grandezas de España, diez y siete Casas tituladas y muchísimas de vasallaje y mayorazgos de gran antigüedad.

Don Alonso, por ser hijo y nieto de los conquistadores de Córdoba, tomó este apellido, que ya fue concedido a su abuelo y padre de doña Ora, Domingo Muñoz, por privilegio real, olvidando el de su padre, si bien conservó las armas de la Casa de Témez, que pasaron a ser las de Córdoba: tres franjas rojas horizontales, en campo de oro. Casó con doña Teresa Ximénez, hija de Don Pedro Bandoma de Góngora, primer señor de la Zarza y el Cañaveral, miembro de la ilustre Casa de Góngora en Córdoba, cuyas armas fueron cinco leones de oro en campo rojo, colocados en forma de cruz.

Su hermana, doña Constanza Fernández de Córdoba, recibió en dote el señorío de Fernán Núñez. Casó con don Lope Gutiérrez de Haro, hijo del conquistador don Pedro Díaz de Haro, el cual aportó al matrimonio el señorío de la torre de Abencalez, con lo cual este señorío y el de Fernán Núñez quedaron definitivamente unidos, como veíamos en la anterior entrada.

El hijo de Don Alonso, Martín Alonso de Córdoba destruyó parcialmente la antigua fortaleza musulmana de Dos Hermanas para aprovechar sus materiales en la construcción de lo que posteriormente sería el castillo de Montemayor. Así pues, la fundación de Montemayor comenzó con la construcción de su castillo, a cuyo alrededor se fue asentando la población. Martín Alonso contrajo matrimonio con su prima  Aldonza López de Haro, que por herencia era la 5ª señora de Fernán Núñez, uniéndose durante este matrimonio los señoríos de Dos Hermanas, ya Montemayor y Fernán Núñez y Abencalez.

Actuales restos de Dos Hermanas

Por tanto, Don Martín Alonso aprovechó los restos de la antigua torre del territorio de su esposa también para la construcción de su nueva fortaleza en Montemayor. Incluso esto llega a ser una baza para algunos historiadores que demuestran que hayan restos en el castillo de origen romano por ser procedentes de distintos sitios tanto de Dos Hermanas, que algunos autores citan como la antigua Soricaria romana como los de Abencalez, sembrando la gran polémica de si Ulia se encontraba en las proximidades de Fernán Núñez y Abencalez y fueron trasladados restos de este sitio hasta el actual castillo de Montemayor. Lo cierto, es que ambos términos son muy abundantes en restos romanos y carece de peso toda esta hipótesis de traslado de elementos romanos. Lo que si dejan claro es que parte de la torre fue usada para construir el nuevo castillo junto con los restos traídos desde Dos Hermanas (los restos de esta población y castillo se pueden visitar en la Carretera que une Espejo con Montemayor, en el cortijo del mismo nombre)

Rompiendo con la parte histórica ... yo me pregunto ¿qué pasaría si hoy día nos dijesen que de buenas a primeras nuestros gobernantes son para Montemayor y para Fernán Núñez al mismo tiempo? ¡Ay si nuestros vecinos supiesen que hay tanto pasado en común...! (y para otro día dejamos la historia de los Chuscarraos)

viernes, 23 de abril de 2010

La tradición de Santa Marina de Aguas Santas en Abencalez [1]

Fernando III "El Santo"

Año de 1240, Pedro Díaz de Haro, Fernán Núñez de Témez y Fernán Núñez de Aza, bajo las órdenes de Fernando III El Santo se disponen a ampliar el cerco defensivo al suroeste de la recién conquistada capital cordobesa, esa tierra de nadie que era parte de la campiña cordobesa.

No hay noticias sobre la resistencia de la población y de las torres militares hacia la conquista, pero no cabe duda que no sería grande por la escasez de población y por la debilidad de las estructuras militares. Entre ellas Abencalez, que según algunas crónicas contaba con población mozárabe.

Pedro Díaz de Haro se hace con la alquería y a diferencia de los dos caballeros que les acompañan no impone su nombre a la torre que conquista. La vinculación con esta familia , traería algunas consencuencias para nuestra villa, a lo largo de la edad media, como veremos en otras entradas.


Escudo de la casa de Haro

Aunque no le impuso su nombre a la torre y la población, si que dejaría el escudo de su familia en dicha torre, el cual no se conserva.

Normalmente se vincula la devoción de Santa Marina a Fernán Núñez de Temez, con toda la lógica, al tratarse de un capitán gallego y una santa gallega. Pero lo cierto es que en su torre y posterior castillo, no consta población ni iglesia, hasta el traslado de los habitantes de Abencalez. Luego, ¿cómo es que se instaló la devoción de la mártir en Abencalez, si no era este el territorio conquistado por un gallego, sino por un riojano?

Lo cierto es que, independientemente de quien la conquistó, se repobló con gallegos. Es curioso como aún quedan algunas evidencias en el pueblo: vecinos con el apellido Gallego viviendo a los pies del Calvario. No es muy descabellado pensar que pueden ser sucesores de aquellos primeros gallegos que llegaron a Abencalez y que aún se resisten a irse lejos de su aldea (El tejar de los Gallegos)

Parroquia de Santa Marina de Aguas Santas en Xinzo de Limia (Orense)

Probablemente el nuevo señor de Abencalez se encontró con una aldea con las defensas militares bastantes mermadas. Respecto a la iglesia, hay que recordar que lo mozárabes tenían impuesto por los musulmanes la prohibición de construir nuevas o repararlas. Normalmente eran iglesias que databan de la llegada de los árabes a la península, es decir de la época visigoda, periodo histórico del cual se han encontrado restos significantes en la zona del cerro del Calvario, indicando que por allí hubo algún asentamiento previo a la época árabe.

Pedro Díaz de Haro supuestamente restauraría la vieja torre de Abencalez y sus defensas militares, implantando su escudo familiar en la misma y por otro lado propiciaría el arreglo de la iglesia, que auspiciados por los nuevos pobladores rebautizarían, con gran añoranza por su tierra, con el nombre de la actual patrona de nuestro pueblo.

Y así es como comenzó la historia de una devoción que perdura hasta hoy, nueve siglos después.