lunes, 22 de marzo de 2010

Ubicación de Abencalez (Segunda parte)

En la anterior entrada, ya veíamos como Crespín Cuesta situaba el núcleo mayor de población al oeste de la actual población, pero ¿en qué sitio concretamente?

¿Cuáles son los documentos o vestigios en los que nos podemos basar para situar Abencalez?

1)Algunos documentos de la casa ducal, que a día de hoy continúan poseyendo el título de Vizcondes de Abencalez.

Como ejemplo citamos la siguiente escritura pública del Conde don Francisco de los Ríos, que Alfonso Zurita Villalba aportaba a la Revista de Feria de 1988. En ella, el nueve de diciembre de 1702 en Cádiz, donde se encontraba ejerciendo de Capitán General de la Artillería y de la Armada del océano. En ella hace donación al concejo de la villa de 17 fanegas de tierra que están en el trance y sitio que dicen del Pozuelo, donde estuvo antiguamente la población de Abencalez.
Y es que las posesiones ducales en la zona eran muy abundantes. Puesto que son los terrenos que fueron conquistados por Pedro Díaz de Haro, y entregados en donadío por el rey Fernando III y que por uniones matrimoniales acabaron unidas a la de los herederos de Fernán Núñez de Témez y sus descendientes a lo largo de la Edad Moderna y Contemporánea.

2)Lápida de la antigua Cruz de los Desamparados.

Esta cruz contenía una lápida, conservada gracias al escultor local Juan Polo, y hoy, junto a una copia, se encuentra en la Parroquia de Santa Marina de Aguas Santas, concretamente en la capilla de la titular de la parroquia (antigua capilla del Bautismo). La lápida, fechada en 1717 cuenta el relato de la aparición de la patrona de nuestra villa citando literalmente "en este sitio por donde encontramos el lugar de Abencalez"


3) Restos arqueológicos

Existen una serie de muros en la parte media-baja de la loma que se situa al oeste del actual pueblo. Una loma que en algunos tramos presenta vegetación típica de bosque mediterráneo y fuertes pendientes, aunque hoy día muy suavizadas por las labores agrícolas.


Es muy dificil dar con los restos de esta alquería y su torre por uso de material para construcción de edificios del antiguo y del actual Fernán Núñez y hasta del cercano castillo de Montemayor.

En la cuesta de las huertas encontramos muros, relacionados con construcciones hidráulicas romanas por algunos expertos. Lo cierto que aunque fuese hidráulico en época romana no sé ha descrito si tuvo alguna función en la época árabe.

En la Estacada, en su parte más baja, se encuentran otros muros también sin función muy conocida.



Y mezclando un poco con la leyenda, aquí un ilustre vecino, Juan Criado, encontró una campana que atribuyó a la antigua iglesia de la aldea en el siglo XV. Hecho, que siendo realidad o ficción, si que demuestra el continuo uso de los materiales de Abencalez por los habitantes de Fernán Núñez en sus construcciones

4) Toponimia

Por último nos queda buscar alguna referencia sobre nuestra torre, algo que nos indique que en esa zona hubo alguna construcción. Es así como me fijé en la Colada de Puerta Alta. Es llamativo como de repente en una zona alejada del núcleo del actual Fernán Núñez, encontremos un camino con dicho nombre.  Se continúa dicho pago con el nombre de Puerta Baja. Pueden hacer referencia a las puertas de alguno sde los recintos amurallados de la alquería. Dichas poblaciones no solo contaban con una torre, sino con varios recintos amurallados que las protegían, normalmente construídos con tapial.


CONCLUSIONES

La zona más lógica para situar Abencalez, iría desde la actual Cruz de los Desamparados hasta el inicio de la Colada de Puerta Alta, justo próximo a la zona donde quedan unos pilares de la cerca que protegía a los olivos ducales de El Realengo.

La zona de mayor pendiente presenta restos de vegetación mediterránea y restos de estructuras defensivas como muros. Esta zona es bastante húmeda en época de lluvias y una vez termina, unos pocos metros más arriba de la actual carretera del pozuelo conforma un pequeño altiplano que permite una buena defensa y una visión bastante espectacular de toda la campiña, sobre todo la vega del Ventojil donde se ubicaban el resto de torres vigias.


Al no disponer de restos arqueólogicos que corroboren esta hipótesis, esto no queda más que en eso una hipótesis, pero seguro que algo aporta sobre donde se encuentra una parte importante de la historia de nuestro pueblo.
Especial atención requiere actualmente esta zona por la gran cantidad de segunda residencias que nuestros vecinos se están haciendo y que probablemente no sientan ningún interés por respetar en cierto modo un lugar con tanta historia en sus entrañas.

viernes, 12 de marzo de 2010

Ubicación de Abencalez (Primera parte)

¿Dónde se situaba realmente Abencalez?

A día de hoy, esa sigue siendo una pregunta muy difícil de responder. Sin embargo para facilitar las cosas respondamos mejor a esta otra:

¿Dónde es seguro que no se sitúaba Abencalez?

1. Por similitud, se podría pensar que la torre de la aldea de Abencalez era la torre desmochada del Palacio, y que este se encontraba debajo del actual pueblo, que con el tiempo fue perdiendo su nombre a favor del actual. No cabe duda que no tiene ni pies ni cabeza si se supervisa los documentos que atañen a la conquista de estos territorios, donde se diferencian claramente tres torres, conquistadas por diferentes capitanes. La incógnita aquí es el nombre árabe de la torre del Palacio, que lógicamente será tratado en otra entrada.

2. La actual torre de la Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas. Otra torre sin nombre conocido, con restos de almenas y de pasado militar. No cabe duda que por la proximidad a la zona del Palacio, se descarte como la zona de Abencalez y su torre.

3. La torre de la Atalaya y restos de fortificaciones de la zona de El Plantonar. Nuevamente los escritos relativos a la conquista cristiana y alguna que otra prueba material que nos queda como ahora veremos más adelante, nos sitúan mucho más próximos al actual Fernán Núñez y en la dirección oeste y no al este, donde se sitúa esta torre.

El no tener unos restos arqueológicos de la antigua aldea o alquería, dificulta esta labor dejándola más que en meras hipótesis.



Según Crespín Cuesta, en el homenaje a Juan Crespo, en el VI centenario de la Villa:
Descendientes de Maad, Cais, es el árabe que llega a nuestras tierras pasando a llamar el terreno Ulía – al- Cambania, para distinguirlas de otras. Los caisitas se asentaron en: Las erillas, Hazas de la Villa Valdeconejos y Mudapelo, estos dos últimos asentamientos fueron posteriormente abandonados y el resto se agruparon en la zona de La Juncada, Las Primeras, y el cerro del Calvario formando Aben-Cais. Todo ello conlleva:
- Adaptación de la torre desmochada del palacio actual.
- Creación de la torre de Abentojil en Zorreras.
- Creación de la torre de la Atalaya, cerca de las canteras.
- Creación de la torre de Abentoxilla, junto al arroyo en tierras del Cortijo de Cuarto Nuevo

Este conjunto de fortificaciones es lo que se conoce como las torres militares de Abencalez y se cree que Aben Tojil fue el señor que mandó hacer la torre con dicho nombre.


Crespín Cuesta propone que Uliat-al-Cambania era una región de la campiña sur actual, heredera de la antigua Ulía romana, cuyo principal núcleo era Abencalez. A su vez, el territorio de Abencalez se delimitaba por una serie de torres (la del actual palacio, las que circundan el Ventojil y la del Plantonar) Estas atalayas podían estar en los límites de los territorios, marcado por el arroyo Ventojil, el principal curso de agua del término actual y por la Torre de la Atalaya en el punto más alto del término municipal. Todas vigilando la vega de dicho arroyo así como el camino que llevaba a Córdoba y Antequera. En la zona sur no hay restos ni evidencias de torres, hasta que se llega a la Fortaleza de La Rambla.

Aunque luego los conquistadores cristianos conquistasen de manera individual estas torres, puede existir la posibilidad de que fueran todas pertenecientes a la antigua alquería de Abencalez, bajo la misma jurisdicción de un señor feudal árabe de la época.

Por otro lado, existían en época romana una serie de villas (de las que si hay restos arqueológicos) y que coinciden con los puntos marcados por Crespín como nuevo asentamiento de los árabes tras la invasión, por la costrumbre de aprovechar materiales de los nuevos colonizadores. Tiene lógica que Valdeconejos y Mudapelo fuesen abandonados por encontrarse más distantes del resto de núcleos habitados y así se fuese formando con más solidez el núcleo en torno a la torre de Abencalez.

Resumiendo, Crespín considera dos etapas:

1ª etapa
Asentamiento de los árabes en nuestro término


2ª etapa
Reestablecimiento y constitución de la aldea de Abencález
Consolidación militar con torres vigias.

Sin embargo, Crespín poco dice de la Torre de Abencalez, situada en la propia aldea (la añado yo al mapa) y que debería ser el gran bastión de la zona (así queda documentado a posteriori y por lógica del desplazamiento de los núcleos poblados hacia su zona para protección) Sorprende que hable del asentamiento en La Juncada, zona pantanosa donde se ubica la actual Piscina Municipal, pero por supuesto, debe ser basada en restos arqueológicos aparecidos en esa zona.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Abencalez: toponimia

A través de la historia hemos encontrado diferentes formas de denominar a esta antigua aldea y torre de la campiña.

En los archivos nobiliarios se recoge infinidad de veces la titularidad que ejercían los señores, marqueses, condes y finalmente duques de Fernán-Núñez, sobre este territorio concreto que recibía la denominación de Señorío de Abencalez, siendo Abencalez y Abencaes los término más abundantes en los registros. Sin irnos muy lejos, en una lápida de la torre derecha del Palacio Ducal, conmemorativa de la construcción del palacio (1783-1787), se refiere al Conde Carlos José Gutiérrez de los Ríos como señor del Castillo de Aben-Calis y la Morena, cuando se recogen sus dominios.

En la revista de Feria de 1988, Alfonso Zurita intentaba poner un poco de orden en este baile de palabras y decide basarse en documentos del siglo XVIII, escritos antiguos como el Diccionario Geográfico de Madoz o El Atlante Español de Espinalt (1767) donde se usa Abencalez. Mientras el cronista en publicaciones más recientes encuentra siempre el término Abencaes y achaca su aparición a la corrupción del lenguaje (como por ejemplo decir Cai, en lugar de Cádiz o Graná en el sitio de Granada)

Hasta llegamos a encontrar en otros documentos Aben-calez, separado por guión, como si se tratase de emular a nuestra actual denominación de Fernán-Núñez.



Para corroborar, en cierto modo la teoría de Zurita, he buscado algún documento muy vinculado a la antigua población. Y más que documento es un monumento, que aunque sea extemporáneo a la misma, no cabe duda de su gran vinculación con ella: La antigua Cruz de los Desamparados. Esta cruz contenía una lápida hoy conservada, junto a una copia, en la Parroquia de Santa Marina de Aguas Santas, concretamente en la capilla de la titular de la parroquia (antigua capilla del Bautismo). La lápida, fechada en 1717 cuenta el relato de la aparición de la patrona de nuestra villa citando literalmente "en este sitio por donde encontramos el lugar de Abencalez". Lo que coincide con lo argumentado por Zurita.

Por tanto, analizando los datos se ve como posiblemente la evolución del término fue así:

Al - Andalus (711 - 1236, 37 ): Ibn Qais (árabe) o Abencais (mozárabe)
Lo cierto es que a diferencia de otros términos locales de procedencia árabe como Ventojil (Ibn Toxil?) , han corrido menos suerte y nuestro Abencalez, no dista tanto de su raíz (Ibn Qais?)

Edad Moderna:

- Escritos del siglo XVIII y lápida de 1717: Abencalez
- Lápida conmemorativa de la construcción del palacio (1783): Abencalis

Parece que la letra ele ya estaba asentada en este nombre en el siglo XVIII y solo existirían discrepancias en cuanto al final de la palabra. Tiene mucho sentido lo que nos nombra, el gran Alfonso Zurita que por economía del lenguaje se recorte la palabra y se omita esa ele, siendo Abencalez el término que ha perdurado hasta nuestros días en esa evolución del árabe o mozárabe al castellano y el término usado para referirnos a esta aldea y torre, objeto de estudio. El término Abencalis aparece a posteriori quizás por ese Ilustrismo del XVIII, que miraba al pasado y se decidió dar un toque histórico al título para tan magno evento como la construcción del palacio.

La falta de restos sólidos y las discrepancias con su ubicación probablemente ayuden a que no se haya mantenido un único término y se usen diferentes palabras. No cabe duda que si los habitantes de Abencalez perdurasen no tolerarían deformaciones en el nombre de su aldea (bueno perduran, pero camuflados entre los actuales fernannuñeses)