viernes, 31 de mayo de 2013

El conde de Fernán Núñez herido en Argel

En el año 1775, bajo el reinado de Carlos III, se planeó una expedición militar española contra Argel, ciudad del norte de Africa, base de la piratería del Mediterráneo y que traía de cabeza a los puertos y navíos del este de nuestra península desde el siglo XVI.

Grabado de la Historia del Reyno de Argel de Laugier de Tasi. Siglo XVIII
La idea del ataque se le atribuye a al Marqués de Grimaldi, secretario de Estado de Carlos III, sin embargo, los historiadores apuntan a que fueron dos sacerdotes los que inspiraron dicho ataque, fray Joaquín de Eleta y la Piedra, confesor de Carlos III y el trinitario fray Alonso Cano Nieto que conocía dicha ciudad e incluso la llegó a cartografiar por haber participado en la última gran redención de cautivos de 1769. Como persona capaz de realizar la empresa eligieron a Alejandro O'Reilly, conde de O'Reilly que capitanea la expedición.

Alejandro O'Reilly por Goya

Según su biografía, incluída en su obra Vida de Carlos III, el conde de Fernán Núñez, Carlos José Gutiérrez de los Ríos Rohan-Chabot acude solícito al llamamiento que se le hace en el mes de mayo bajo el puesto de brigadier. En la noche del 7 al 8 de julio desembarca del navío San José en aquellas playas, a las órdenes del marqués de la Romana, Pedro Caro y Fontes, mandando la brigada del Rey formada por cuatro batallones de los regimientos Inmemorial del Rey, Lisboa, España y Príncipe, con 27.000 hombres.


Al inicio de una gran batalla cae muerto el marqués, y presencia cómo decapitaban los argelinos al teniente de guardias españolas, José de Landa, su maestro en la milicia. El conde decide no retirarse del campo de batalla a pesar de las graves pérdidas y ejecuta con las reservas una hábil maniobra, salvando la situación, pero sufriendo una contusión en el pecho que le hizo comenzar a arrojar sangre por la boca.


Detalle del anterior

A pesar de esto, la situación de las tropas españolas no fue a mejor y esta expedición fue considerado el fracaso militar mayor del reinado de Carlos III, levantándose numerosas críticas en todo el país y poniéndole de sobrenombre a O'Reilly el de Capitán del Desastre.


En el palacio de los Duques de Fernán Núñez, en el de su villa del mismo nombre, se conservaba una concha cogida por el Conde al ser herido, y en la que se leía lo siguiente, escrito de su mano:


Esta  concha la cogí en la  Playa de Argel 
 el día 8 de Julio de 1775 después de la Batalla.

 Fernán-Núñez.

El conde escribió una crónica sobre los hechos, que se ha convertido en un instrumento muy valioso para el análisis histórico de lo sucedido, el Diario de la expedición contra Argel. Comprende los sucesos desde el 25 de mayo hasta mediados de julio, época del regreso de las tropas.

Mientras, en la villa de Fernán Núñez, se recibían las malas noticias sobre la derrota española, incluyendo entre ellas la de que el conde se encontraba herido. Según Crespín Cuesta: ...al conocer el Concejo esta comunicación se reunió en cabildo de urgencia (una especie de pleno extraordinario) y tomaron el acuerdo de rendir sus respetos a su excelencia, ofreciendo una fiesta solemne a Nuestra Señora de Guadalupe, patrona y protectora de la Casa de Fernán Núñez, con exposición del del Santísimo Sacramento, para implorar la misericordia divina sobre la persona del conde...

Virgen de Guadalupe, presidiendo el Altar Mayor de la Parroquia de Santa Marina. Diseñado por el propio sexto conde.
El cinco de febrero de 1776, le confirió el rey, como premio por su conducta en Argel, el grado de Mariscal de Campo, con destino el Ejército nacional de Castilla La Nueva y el dos de marzo le nombró gentil hombre de cámara con ejercicio para acompañar a la Corte y le dió el siete de diciembre de dicho año la Gran Cruz de la Orden de Carlos III, la cual hoy podemos ver en  los escudos de la casa ducal que están rodeando toda la Plaza de Armas de nuestro pueblo.


Insignia de la  Real y Distinguida Orden de Carlos III


Escudo de la Casa Ducal de Fernán Núñez.

 · Información editada procedente de:
- Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crespín Cuesta. 1994.
- Vida de Carlos III. Carlos José Gutiérrez de los Ríos.
- http://anatomiadelahistoria.com/ 

domingo, 26 de mayo de 2013

La gallina del humo

Según algunos documentos, existía en la villa de Fernán Núñez un impuesto desde antiguo, que consistía en dar una gallina por casa habitada en algún momento del año. La gallina del humo hace referencia a que en cada hogar donde se produjese humo de las cocinas, lo cual indicaba que estaba habitado, tenía que entregar una gallina a la casa señorial.  El origen probablemente sea dar una renta a cambio del uso del suelo para la construcción de la casa. Ya que en este pueblo todo era del señor. Pero parece ser que no todos los fernannuñenses pagaban dicha contribución, quizás por haber adquirido económicamente el suelo de la vivienda o simplemente por simpatía con los administradores del señorío, y luego condado, de Fernán Núñez.

Me es imposible conocer la fecha de la primera vez que se cobró el impuesto, puesto que gran parte del archivo del concejo de Fernán Núñez desapareció en 1755 con el terremoto del Lisboa o quizás nunca se puso una fecha inicial sino que era exigido generación tras generación.

Sin embargo, el primer documento donde se refleja dicho tributo y su explicación es en el Catastro de Ensenada de 1750, este documento está compuesto por cuarenta preguntas que eran realizadas a una serie de personalidades de cada municipio, en este caso la pregunta veintidós hacía referencia al número de casas que había en Fernán Núñez en dicho momento:

A la vigesimo segunda dixeron que mediante haver reconocido la poblacion de esta vª para su satisfaccion aseguraron ay en ella ochocientas setenta y quatro casas, las ochocientas veinte y cinco habitables, las veinte ynhabitables, y las veinte y nuebe arruinadas o reducidas a solares y que el Conde Señor de esta vª se acostumbra en su nombre y por su parte cobrar a distintos de los vezinos que no todos, una gallina en cada Año, que llaman por esa razon del humo que se hace en la casa, lo que por no contarles del lexitimo titulo para ello no lo afirman y se remiten a los instrumentos o titulos de esta pertenencia y por que lo cobra a unos y otros no, no pueden verificar la importancia de este derecho.

Retrato del Marqués de Ensenada

 En el catastro ya se deja constancia de lo arbitrario que era este impuesto y que formaba parte más de una renta simbólica que algo de obligado cumplimiento. Esto iría a más con los años, como podemos comprobar en el siguiente documento del Archivo Municipal, extraído del libro de Crespín Cuesta:


En junio de 1783, el diputado del común*, don Alonso de Yuste, en representación del vecindario, elevó un memorial al Concejo en el cual se acusaba al alguacil mayor*, don José Herrera y Pérez, de presionar a los vecinos para que pagasen una contribución denominada "La gallina del humo", consistente en dar a la Casa Condal una gallina por año, todo vecino en cuyo hogar hubiese ardido la lumbre durante todo o parte del año. El Concejo, estimando que dicho impuesto era injusto y vejatorio para la población, acordó hacer una reclamación al conde don Carlos José, por medio de su gobernador de rentas, para que S.E. manifestase los fundamentos que tuviera para cobrar semejante arbitrio y presentase los legítimos títulos que le autorizaban a ello o, en su defecto, diese orden para que cesase dicha exacción.

Este arbitrario tributo venía siendo cobrado inexorablemente en la villa y entregado en palacio, donde el Gobernador del Estado hacía un reparto con las aves recogidas, en el que participaban el corregidor, el alférez mayor*, el alguacil mayor, el vicario y los curas de la Parroquia, quedando una buena porció para la casa del Sr. Conde, cuyos empleados se las distribuían. Posiblemente surtió efecto esta reclamación, porque en los sucesivos documentos capitulares no se vuelve a mencionar este asunto.
 En el anterior párrafo vemos con el conde no pudo argumentar con solidez el porqué del cobro arbitrario de esos tributos a unos vecinos y a otros no y como eso jugó en contra a la hora de refutar la proposición del diputado del común. Lo cierto es que el impuesto desapareció, siendo ya los únicos impuestos a pagar por los vecinos los que correspondían por las rentas de las tierras condales y posteriormente ducales.

Diputado del común: representante del pueblo a nivel municipal. Aún se conserva esta figura en las Islas Canarias. 
Alguacil mayor: equivaldría al actual jefe de la policia municipal o local.
Alférez mayor: otro "funcionario" de la casa condal que simplemente portada el pendón de la Casa en los actos oficiales y que podía tener voto en el Cabildo.


 · Información editada procedente de:
- Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crespín Cuesta. 1994. 
- Catastro de Ensenada. PARES. 

miércoles, 22 de mayo de 2013

Introducción sobre Carlos José Gutiérrez de los Ríos, sexto conde de Fernán Núñez

Grabado de Carlos José Gutiérrez de los Ríos, sexto conde de Fernán Núñez
Hablar de Carlos José Gutiérrez de los Ríos Rohán-Chabot es meterse en camisas en once varas. No es el mejor comienzo de una entrada, pero al menos es sincero.

Hay muchas cosas publicadas y estudiadas sobre este noble del siglo XVIII y por otro lado, mucho que estudiar y conocer todavía. Junto con Francisco Gutiérrez de los Ríos, su abuelo paterno, han sido las dos personas que más han afectado directa e indirectamente sobre la vida de Fernán Núñez, en aquel siglo XVIII donde vivieron y hasta hoy, pues todavía hoy perduran cosas tan básicas como la organización en manzanas de nuestro pueblo, sus principales obras acometidas como la Fuente de los Caños Dorados y hasta no hace más de cincuenta años algunas de las obras pías que fundaron.

Precisamente de su abuelo debió de tomar ese carácter por preocuparse por los suyos como el conde solía denominar a los fernannuñenses ya que quiso colocar en la entrada a su panteón,  que nunca se llegó a realizar, la inscripción de Descansa con los suyos. 

Proyecto del Cementerio
En la siguientes entradas hablaré de todas las facetas del mismo, edificios y lugares fundados por el, las cuales, a modo de resumen, serán las siguientes:

Desde joven ya manifestó un gran interés por las artes, diseñando los planos del Palacio Ducal de Fernán Núñez, el Altar Mayor de la Parroquia de Santa Marina y probablemente el Proyecto de Cementerio Municipal de la Villa.

Altar Mayor de la Parroquia de Santa Marina de Aguas Santas. Fernán Núñez
Fue consiliario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 1770 y compuso una obra musical de temática religiosa, llamada Stabat Mater.  En el campo de las letras destacó por ser autor de la obra Vida de Carlos III.

Empezó su carrera militar en la expedición de O'Reilly contra Argel y Túnez de 1775 para luego dar paso a la carrera diplomática siendo Embajador en Lisboa desde 1778, pasando a París en 1786 posteriormente.  

Retrato de Alejandro O'Reilly, por Goya
Finalmente me queda remarcar su labor en la villa donde hay que destacar:
- Reedificación del Palacio 
- Puso en servicio el Mesón que fundase su abuelo.
- Dividió en manzanas las casas del pueblo
- Fundó las Escuelas Públicas de Niños y Niñas.
- Reestableció las Escuelas de Cristo en la ermita de La Veracruz
- Desecó el término de Valdeconejos con siembra de olivos e hizo un nuevo reparto de tierras.
- Plantó moreras para que continuase la fabricación de seda. 
- Construyó la fuente de los Caños Dorados en el Llano de las Fuentes. 

Algunos de los puntos anteriores tienen enlace por haber estado ya hablando de ellos en entradas posteriores, de los que no, espero hablar con detalle en los siguientes meses y que los comentarios sobre su figura sean abundantes.


 · Información editada procedente de:
- Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crespín Cuesta. 1994.

viernes, 17 de mayo de 2013

La Villa durante la Regencia de Francisco de Cepeda

Tras la muerte de la quinta condesa de Fernán Núñez, Carlota Rohán-Chabot en 1750, su cuñada, Ana Francisca de los Ríos y Alsacia, viuda del cuarto conde, Pedro Gutiérrez de los Ríos Zapata de Mendoza, se queda a cargo de los dos hijos de los condes: Carlos José Gutiérrez de los Ríos Rohán - Chabot, con siete años de edad y su hermana Escolástica con solo tres años. Junto a ella pasarán los lutos por la muerte de su madre y esperarán la decisión del rey Fernando VI con respecto al futuro gobierno de la villa.

Fernando VI por Jean Ranc. 1731. Museo Naval de Madrid

La minoría de edad le impide al heredero ejercer la jurisdicción de Fernán Núñez así que el rey decide que el regente sea Francisco de Cepeda y Castro, consejero de Castilla. Nació en una familia de hidalgos de La Puebla de Montalbán (Toledo).

Una fuerte amistad unía a la Casa de Fernán Núñez con la Casa de Béjar, ya que la mujer del duque de Béjar, Joaquín López de Zúñiga y Castro era Leopoldina Elizabeth de Lorena, Mademoiselle de Pons, de procedencia francesa como ella. La condesa de Fernán Núñez nombra como albacea de su testamento al duque de Béjar y le deja encomendado que tras su muerte, si el rey así lo permite, sus hijos sean mandados a la Corte de París para que se eduquen y críen en poder del excelentísimo Duque de Rohán, mi hermano. Fernando VI no dió su consentimiento y don Carlos fue educado en el Seminario de Nobles (Conocido conocido como Colegio Imperial de la Compañía de Jesús o Reales Estudios de San Isidro) y su hermana doña Escolástica en el Convento de la Visitación (también conocido como Convento de las Salesas Reales, hoy ocupado en parte por el Tribunal Supremo), ambos en Madrid. 

Actual Instituto de San Isidro, antiguo Seminario de Nobles. Madrid.
La unión entre ambos hermanos fue muy fuerte, por ser ambos huérfanos de padre y madre a tan corta edad. Posteriormente Carlos José fundará una capilla, símbolo de este afecto, en Fernán Núñez  en honor a su hermana que falleció en 1782, un año justo después se empezarán las obras de reconstrucción del palacio de Fernán Núñez.

Hasta el año 1767, Carlos José no empieza a gobernar los estados heredados por su padre, siendo la fecha en la que alcanza la mayoría de edad para dicho fin (25 años) cesando Francisco de Cepeda de su cargo.

Durante los diecisiete años de mandato de Francisco de Cepeda  sucedieron importantes acontecimientos en la villa, en los que destacó:

El terremoto de Lisboa de 1755

El uno de Noviembre de 1755 fue una fecha fatídica para Portugal y para muchos pueblos y ciudades españolas, entre ellas Fernán Núñez. Las casas del vecindario quedaron bastante afectadas, entre ellas las Capitulares, situadas en la calle Puerta de la Villa. Varias dependencias del Palacio- Fortaleza se vinieron a tierra, entre ellas las que guardaban los papeles del Concejo Municipal, que después resultaron incendiadas, quemándose todos los documentos. El Cabildo Capitular expuso la situación a Francisco de Cepeda, quien respondió lo siguiente:

Respecto de hallarse las Casas Capitulares que esta Villa tiene para celebrar sus cabildos, con la próxima ruina en que las dejó el temblor y el terremoto que S. M. nos envió el día de todos los Santos del año pasado, por cuya desgracia, no teniendo otras adonde para los actos capitulares se junten, siendo indispensable el hacerlo, como el acudir a repararlas y componerlas de la mejor forma que puedan, Prevengo a Vm. que para celebrar los cabildos, interín que se dispone la composición de las casas que se tenía la Villa y han padecido el quebranto, destine las salas de ese palacio, que no haga falta ni perjudique a lo demás de él la comunicación que será precisa por la entrada de los mismos capitulares, para que en ella, con la decencia correspondiente, acudan a sus Ayuntamientos y demás actos propios de sus empleos. Madrid y Enero 28 de 1756. Francisco Cepeda.

Bernardo Espinalt y García dice, respecto al mismo suceso:
Este palacio padeció mucho en el terremoto de 1755 que derribó una parte, y entre ella la del archivo, no sin grave perjuicio, por los papeles que de él se han extraviado, perdiéndose igualmente varias pinturas, estatuas de mármol y alabastro y acciones memorables hechas por los Señores de la Casa y de los últimos Reyes Godos y Longobardos, de que se cree procede la de los Ríos.

En septiembre de 1756 se terminaron las obras de reparación de las Casas Capitulares, las cuales importaron la cantidad de 646 reales y 28 maravedís. Aunque según el cronista Crespín Cuesta no regresaron a estas y se instalaron en otras casas que disponían en la Plaza de Armas (que hoy ocupa el actual Ayuntamiento)


Foto de la izquierda: casas  de la Plaza de Armas propiedad del cabildo antes de 1750 ( Procesión Virgen de Guadalupe) Foto de la derecha: Actual ayuntamiento
Escuelas
Por este tiempo funcionaba en la villa dos escuelas de primeras letras, una de niños y otra de niñas, donde los alumnos pagaban la enseñanza que recibían, y una tercera de Gramática, fundada y dotada por el presbítero don Francisco Suárez Varela, que falleció el dos de septiembre de 1760 y se enterró en la bóveda del brazo izquierdo de la capilla mayor. Dejó fundada, desde mucho antes de su muerte, una capellanía perpetua para sostenimiento de su escuela y por su testamento, otorgado en 1754, dejó  por heredera de sus bienes a dicha capellanía.

Intento de refundación del Hospital de La Caridad por parte del Concejo de la Villa.
Ya tratado en la primera parte del siguiente enlace donde contaba la historia del antiguo Hospicio de Fernán Núñez.



 · Información editada procedente de: 
- Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crespín Cuesta. 1994.
- Los fiscales de la Cámara de Castilla. Pere Molas Ribalta. Revista de la UCM. 1993. 
-Vida de Carlos III. Carlos José Gutiérrez de los Ríos.