Al noroeste del casco urbano de Fernán Núñez, en el conocido como Parque del Llano de las Fuentes, se encuentra una de las fuentes más notables de la provincia de Córdoba.
Los Caños Dorados. Junio 2013 |
Su historia se remonta a 1755, el corregidor de la villa, Francisco Bermúdez de Cañas, manifiesta su imposibilidad de hacer frente a la construcción de una nueva fuente, la cual era muy necesaria para la población, en sustitución de otra antigua que se encontraba totalmente arruinada, la conocida como Fuente del Pilar Largo. Esta fuente hacía pareja con otra llamada del Pilar Redondo, ambas abastecían de agua a la población siglos atrás.
Pilar oriental y tapia del jardín del Palacio ducal |
Crespín Cuesta menciona que en 1756 ya había desaparecido dicha fuente y había sido sustituída por otra llamada de Los Cuatro Caños, de la que sabemos poco y quizás no se llegó ni a construir o debido a las penurias económicas fue finalmente reducida a dos caños, dando a la fuente de los Caños Dorados. Lo que si sabemos gracias a los documentos del Archivo Municipal es que finalmente en un cabildo celebrado el 22 de diciembre de 1775 se le asigna una cantidad de 1330 reales de vellón para su construcción procedentes de los caudales de Propios, es decir, fue pagada por todos los fernannuñenses. También el regidor José de Figueroa fue elegido representante del cabildo para contratar a los maestros canteros Juan Gutiérrez y Francisco Carrasco que deberían labrar un pilón de piedra con dos pedestales para dicha fuente, con un coste de 1050 reales de vellón.
Una vez concluídas las diferentes piezas de dicha fuente fueron conducidas a Fernán Núñez en once carretas, transporte que se ofrecieron a efectuar voluntariamente y sin cobrar, varios labradores de la localidad.
Con los doscientos ochenta reales que restaban, no había dinero suficiente para poner y sentar la fuente, así como para poner una calzada de piedra para que el ganado y las personas no se atasquen con el remanente de la misma y con el agua de las lluvias, así que se decide acudir al Supremo Consejo de Castilla, para que amplie dicha consignación lo necesario. El terreno de su ubicación, como todo en esta villa, era propiedad del condado y se tuvo que pedir autorización al conde Carlos José Gutiérrez de los Ríos, que no solo la concedió sino que trajo personal especializado desde la ciudad de Cádiz para su colocación.
Dos años más tarde, en 1777, el veinticinco de julio, día de Santiago Apostol sería inaugurada la nueva fuente, junto a los lavaderos anexos que fueron restaurados. Al acto no le faltaron bendiciones ni la asistencia multitudinaria del vecindario que usaría sus aguas.
Uniones entre piedras |
Caño oriental |
El contrato suscrito por el Concejo de la Villa dice lo siguiente:
Declaramos por éste Juan Gutiérrez y Francisco Carrasco, maestros de canteros y vecinos de la ciudad de Córdoba, que nos obligamos los dos a cumplir el contrato que tenemos hecho con Don José de Figueroa y Moreno, vecino de la villa de Fernán-Núñez y regidor en ella, y este contrato es para hacer una fuente para la mencionada villa, con las condiciones siguientes:
1º Que ha de ser de piedra franca, del banco duro que hay a la falda de la sierra de Córdoba, compañera de la que se gasta en la torre de San Hipólito y en el Colegio Nuevo, frente de la Compañía en la ciudad de Córdoba.
2º Que ha de tener tres varas de largo, y el correspondiente ancho, y tres varas de alto, con sus pirámides o pedestales, todo con arreglo al diseño que para en poder del referido Don José de Figueroa.
3º Que los dichos maestros han de dar toda la obra hecha y puesta en Córdoba, en todo el presente mes de Octubre de este año de 1.775.
4º Que ha de ser la conducción de la mencionada fuente de cuenta de la villa de Fernán-Núñez.
5º Que los referidos maestros han de asentar la fuente y arreglarla hasta dejarla corriente, pagándoles el Concejo de la villa, los jornales que acostumbran ganar, en los días que se ocupen en dicho trabajo, y darle bagaje para ida y vuelta.
Y quedamos convenidos y ajustada dicha obra en mil cincuenta reales de vellón, y nos obligamos a todo lo dicho con nuestros bienes habidos y por haber, y lo firmamos en Córdoba a 10 de Septiembre de 1.775.
Sobre el pilar occidental de la fuente fueron grabados el Escudo de Armas de la Villa y la siguiente inscripción:
Año de 1777. Siendo Corregidor el Sr. Licenciado D. Francisco Bermúdez de Cañas, abogado del Ilustre Colegio de Granada y diputado de esta obra D. Antonio Juan Martínez, Síndico General.
Su caudal era redirigido hacia las pilas públicas, hoy desaparecidas y el sobrante se mandaba a las huertas condales mediante una serie de acequias, aún hoy se puede ver el ingenio que se usaba para tal fin. Siglos más tarde, ya en el siglo XX, se colocó una valla de protección ante la cantidad de sedimentos que durante las lluvias eran arrastrados por las calles Encinar y Arenal. La valla duró hasta que el Llano se convirtió en el actual Parque de las Fuentes.
Crespín Cuesta contaba en su libro de Piedras y Cruces la siguiente tradición en torno a la fuente:
"...una costumbre que ya se ha convertido en tradición es la de decir que todo el que bebe en los Caños Dorados, si tiene libre su corazón, quedará en Fernán Núñez aprisionado por las redes amorosas. Hay quien toma a chanza esta aseveración y se rie de ella, pero Fernán Núñez es un pueblo de aguas prodigiosas y en él, todo es posible. Así como las del Pozuelo y las del Pocito de Santa Marina tienen facultad para curar ciertas enfermedades, ¿quién podrá asegurar que los Caños Dorados no las tenga para aprisionar el corazón? Yo, querido lector, quizá pueda ser el más indicado para sacarte de las dudas que pudiran caberte al respecto, porque cierto día tuve la ocurrencia de ir a comprobarlo, bebiendo de aquel agua deliciosa y cristalina y... ¡zas! caí en la trampa"
[Francisco Crespín Cuesta era natural de La Victoria pero se casó con la fernannuñesa Luisa Vargas Arroyo]
Según el cronista Alfonso Zurita, el corregidor leyó un solemne discurso aquel veinticinco de julio de 1777 que concluyó con la siguiente frase:
Aquí queda esta obra para la perpetuidad
Y como decía José Cosano Moyano en un buen artículo sobre esta fuente para la Asociación Cultural Caños Dorados:
Hagamos todo lo posible porque así sea
Algunas fotografías antiguas obtenidas de Fernán Núñez en Imágenes
Fotografía de Fernando Serrano. 1977 |
Fotografía de Fernando Serrano. 1977 |
Imagen extraída del libro Historia de la Villa de Fernán Núñez |
· Información editada procedente de:
- http://www.conocetusfuentes.com/ Datos del apartado dedicado a la Fuente de los Caños Dorados.
- Piedras y Cruces. Francisco Crespín Cuesta. 1983.
- La fuente de los Caños Dorados, paradigma de la Ilustración. José Cosano Moyano. Revista Caños Dorados.
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