viernes, 2 de abril de 2010

Recuerdos personales de Semana Santa



Impresionante lo sencillo y bonito que era sin el insulto que le hicieron detrás


En estas fechas, siempre me acuerdo de cuando era niño y como mi abuela o alguno de mis amigos me contaban leyendas o anécdotas sobre las imágenes que antiguamente procesionaban o de las que hoy siguen haciéndolo por nuestras calles. Por supuesto, el patrimonio relacionado con la Semana Santa daría para entradas y entradas en el blog, pero con la cosa de que llevo poco en esto, que estamos aún a Viernes Santo (y uno ya acumula cansancio desde el Domingo) y que pronto habrá que irse a ver salir El Silencio, traigo algunos de mis momentos favoritos:


- El Cuello Sucio

Mi padre siempre, y a día de hoy lo sigue recordando: "hoy es la procesión del cuello sucio", como si año tras año nos olvidásemos y tuviese que refrescarnos la memoria. En parte, puede ser por la tradición femenina de llamar Tránsito a las primogénitas en mi familia, donde uno de los nombres más tradicionales de este pueblo abunda, nos hace difícil no tener cariño especial por esta procesión.

El Cristo de la Humildad

El mote de "El Cuello Sucio" se debe a la llegada de los zagales, temporeros y aperaores como mi abuelo del cortijo donde trabajaban para pasar los días festivos de Semana Santa en el pueblo. Sin apenas tiempo de asearse se incorporaban a la procesión de la Virgen del Tránsito y el Cristo de la Humildad.


Mª Santísima del Tránsito


- Viernes Santo


Mi abuela siempre me contaba como era el Viernes Santo cuando ella era mozuela. Se bajaban a la Plaza de Armas y allí situaban el Nazareno frente a la Verónica, San Juan , La Magdalena y la Virgen de la Soledad cada uno en su propio paso. Muchos de ellos con brazos articulados con los que el Nazareno bendecía el pueblo, San Juan limpiaba las lágrimas de la Virgen de la Soledad o la Verónica desplegaba el paño con la Santa Faz.


El Nazareno llegando a la Plaza de Armas



Y muchísimas leyendas de la Guerra Civil sobre el gran trabajo que costó quemar las figuras antes mencionadas del Viernes Santo y como algunas parecían milagrosamente resistir a las llamas o de cómo una de las familias de nuestro pueblo se adelantó al saqueo del Calvario y pudo rescatar a la Virgen del Tránsito y guardarla en su propia casa.

Porque como dije en la primera entrada patrimonio son tantas cosas... y aunque este sea un poco "patrimonio personal" estoy seguro de que muchos habréis visto reflejadas en estas líneas, las historias y momentos que vuestros abuelos y padres os relataban o siguen relatando.

¡A seguir disfrutando del Viernes Santo!


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