Año de 1240, Pedro Díaz de Haro, Fernán Núñez de Témez y Fernán Núñez de Aza, bajo las órdenes de Fernando III El Santo se disponen a ampliar el cerco defensivo al suroeste de la recién conquistada capital cordobesa, esa tierra de nadie que era parte de la campiña cordobesa.
No hay noticias sobre la resistencia de la población y de las torres militares hacia la conquista, pero no cabe duda que no sería grande por la escasez de población y por la debilidad de las estructuras militares. Entre ellas Abencalez, que según algunas crónicas contaba con población mozárabe.
No hay noticias sobre la resistencia de la población y de las torres militares hacia la conquista, pero no cabe duda que no sería grande por la escasez de población y por la debilidad de las estructuras militares. Entre ellas Abencalez, que según algunas crónicas contaba con población mozárabe.
Pedro Díaz de Haro se hace con la alquería y a diferencia de los dos caballeros que les acompañan no impone su nombre a la torre que conquista. La vinculación con esta familia , traería algunas consencuencias para nuestra villa, a lo largo de la edad media, como veremos en otras entradas.
Escudo de la casa de Haro
Aunque no le impuso su nombre a la torre y la población, si que dejaría el escudo de su familia en dicha torre, el cual no se conserva.
Normalmente se vincula la devoción de Santa Marina a Fernán Núñez de Temez, con toda la lógica, al tratarse de un capitán gallego y una santa gallega. Pero lo cierto es que en su torre y posterior castillo, no consta población ni iglesia, hasta el traslado de los habitantes de Abencalez. Luego, ¿cómo es que se instaló la devoción de la mártir en Abencalez, si no era este el territorio conquistado por un gallego, sino por un riojano?
Lo cierto es que, independientemente de quien la conquistó, se repobló con gallegos. Es curioso como aún quedan algunas evidencias en el pueblo: vecinos con el apellido Gallego viviendo a los pies del Calvario. No es muy descabellado pensar que pueden ser sucesores de aquellos primeros gallegos que llegaron a Abencalez y que aún se resisten a irse lejos de su aldea (El tejar de los Gallegos)
Normalmente se vincula la devoción de Santa Marina a Fernán Núñez de Temez, con toda la lógica, al tratarse de un capitán gallego y una santa gallega. Pero lo cierto es que en su torre y posterior castillo, no consta población ni iglesia, hasta el traslado de los habitantes de Abencalez. Luego, ¿cómo es que se instaló la devoción de la mártir en Abencalez, si no era este el territorio conquistado por un gallego, sino por un riojano?
Lo cierto es que, independientemente de quien la conquistó, se repobló con gallegos. Es curioso como aún quedan algunas evidencias en el pueblo: vecinos con el apellido Gallego viviendo a los pies del Calvario. No es muy descabellado pensar que pueden ser sucesores de aquellos primeros gallegos que llegaron a Abencalez y que aún se resisten a irse lejos de su aldea (El tejar de los Gallegos)
Probablemente el nuevo señor de Abencalez se encontró con una aldea con las defensas militares bastantes mermadas. Respecto a la iglesia, hay que recordar que lo mozárabes tenían impuesto por los musulmanes la prohibición de construir nuevas o repararlas. Normalmente eran iglesias que databan de la llegada de los árabes a la península, es decir de la época visigoda, periodo histórico del cual se han encontrado restos significantes en la zona del cerro del Calvario, indicando que por allí hubo algún asentamiento previo a la época árabe.
Pedro Díaz de Haro supuestamente restauraría la vieja torre de Abencalez y sus defensas militares, implantando su escudo familiar en la misma y por otro lado propiciaría el arreglo de la iglesia, que auspiciados por los nuevos pobladores rebautizarían, con gran añoranza por su tierra, con el nombre de la actual patrona de nuestro pueblo.
Y así es como comenzó la historia de una devoción que perdura hasta hoy, nueve siglos después.
Me gusta que utilices la palabra conquista en lugar de reconquista. Sigue, aunque no lo creas, estamos ahí. Te leemos y nos alegramos.
ResponderEliminarSaludos