jueves, 10 de febrero de 2011

El convento de Santa Cruz de Córdoba (II)

En esta segunda entrada vamos a ver cuales son los aspectos artísticos a destacar de este convento cordobés.

Imagen de Santa Clara en la fachada principal
 El convento está integrado por un conjunto de casas y edificios en los que se combinan e integran perfectamente elementos romanos, musulmanes, mudéjares y barrocos, a través de los cuales se puede apreciar la riqueza artística de este inmueble. Este conjunto data de los siglos XV (1464), XVI, XVII y XVIII. Contiene en sus 6.000 metros cuadrados de planta: un palacete barroco de dos plantas y torreón con tres patios (en ruinas) excepcional ejemplo del barroco de placas con columnas en estípite y molduras.

Azulejos en la calle Valderrama
Centrándonos en  los patios  del convento, destacan el compás empedrado o el patio claustral con arcos de medio punto y capiteles de acarreo. Otros patios estructuran un conjunto de edificaciones o casas anexionadas al convento: corral con pilares de fundición en planta baja y madera en alta; otro con dos portadas gótico-humanistas y galería lateral; varios que combinan estructuras mudéjares con otros estilos posteriores utilizando generalmente material de acarreo. 

Uno de los patios, foto extraída de la web Calleja de las Flores
 Su iglesia tiene azulejos de más de cuatro siglos y un valioso retablo (el primitivo está en la iglesia de Santiago) Es de única nave con tres tramos de bóveda de crucería (ojival) sobre ménsulas barrocas. Dos coros, alto y bajo. Tras el refectorio hay una capilla barroca.

La fachada, que da a la calle Agustín Moreno, es un  muro blanco simple con la portada renacentista  de orden dórico que da al compás. Contiene el escudo de los marqueses de las Escalonias en su frontón, que fueron los patronos tras los marqueses de Murillo y usaron la iglesia como lugar de enterramiento. Contiene varios azulejos en ella sobre Santa Clara o Santa Gema.

Fachada principal
Detalle del Escudo de los Marqueses de las Escalonias

En el interior del convento se veneran algunas imágenes de gran estimación y valor artístico como Nuestra Señora de Belén y el Santo Cristo que estaba en el coro de Santa Clara que era de la escultora cordobesa doña Mencía de Oliva, madre del cronista  Ambrosio de Morales.

En Córdoba es conocido este cenobio, entre otros aspectos, por el culto que cada jueves reciben en él Santa Gema y San Expedito.
Azulejo de Santa Gema en la fachada principal

Y curiosamente el culto de Santa Gema también  llegó a Fernán Núñez, concretamente a la ermita del Calvario donde se trajo una escultura de la santa italiana. Muchas de las vecinas del entorno del convento cordobés, del Barrio de Santiago y San Pedro llamaron a sus hijas Gema igual que ocurrió en nuestro pueblo. 



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