martes, 27 de septiembre de 2011

¿Niño, tú de quien eres?

Más de una vez me han parado por Fernán Núñez, sobre todo personas mayores con mucho interés en que responda a la pregunta que da título a la entrada.

Fernán Núñez desde la Vereda Córdoba- La Rambla
En parte, es normal que no me reconozcan puesto que estuve más de seis años estudiando y trabajando fuera de mi casa. Uno se va casi siendo un niño y vuelve con barba y hasta un poco más alto (un poco solo).  Ahora nuevamente, estoy fuera de ella, y la adaptación al nuevo medio lleva su tiempo, que le resta a otras cosas, entre ellas el blog, pero eso no quiere decir que no vaya a continuar. Lo haré más despacio pero con más ganas, por la gran nostalgia que me produce estar fuera de mi tierra, hay que aprovechar ese sentimiento y darle alguna utilidad.

Por eso, porque no es suficiente los nombres y apellidos en un pueblo, sirva esta entrada de presentación, que la de la izquierda se queda siempre muy escueta.

Por parte de padre, soy nieto de Francisco Cardador López,  aperaor de la Lameilla (La Alamedilla) conocido con el mote de "el extremeño". Se casó con Tránsito Ariza Rosal (cómo no, uno de los nombres más fernannuñenses que haya), vivían en la calle Barroseco, en una casa grande con dos puertas, la falsa daba al matadero. Tuvieron seis hijos: Ana, Juan, Antonio, Antoñi, Francisco y Rosa.

Por parte de madre, soy nieto de Diego González Tamayo, montillano, que se casó con mi abuela Francisca Luque Cardador, con el mote de "la cachirrota". Su familia procedía de Nueva Carteya. Mi abuela era la hermana mayor de ocho hermanos, todos vivían en la barriada del Monte La Vieja, de la que algún día hablaré.  Mis abuelos solo tuvieron una hija, María, mi madre, Mari "la cachirrota" para muchos. Mi abuelo Diego estuvo mucho tiempo en Linares, por no compartir los ideales que se imponían en aquellos tiempos. Mi abuela trabajaba hasta los domingos para poder ayudar a sus demás hermanos y para sacar adelante su propia familia. Mi abuelo después tenía un carrillo-puestecillo con chucherías que ponía en el paseo los días de fiesta y los fines de semana. También arreglaba paraguas.

Mis padres no fueron más de unos meses a la escuela. Cuando aprendieron a leer y a escribir se fueron a trabajar. Mi padre a la Viña del Duque, de zagal, a guardar mulos entre otras cosas, en cuyas cuadras dormía y mi madre ha trabajado en todas las profesiones posibles del campo incluso embarazada de nueve meses de la primera de mis hermanas estaba cogiendo aceitunas en el cortijo de Monteagüillo. 

La Viña del Duque
Pues se conocieron el hijo del extremeño y la cachirrota y en esta parte de la historia es cuando llego yo. Primero llegó mi hermana Tránsito, después mi hermana Paqui, siguió mi hermana Mari, mi hermano Antonio, mi hermano Francisco, con su mote "El Chico" y yo, el más pequeño, en teoría pero no en práctica, porque mi hermano siguió llevando el mote.

Mi padre fue aperaor de otro cortijo, Villafranquilla, y mi madre lo acompañó. Allí vivieron ellos con mis tres primeras hermanas, hasta que decidieron mudarse a Fernán Núñez, su lugar de origen y dejar de tener internas a mis hermanas en el Convento del Espíritu Santo de La Rambla.

Supongo que fue casualidad, pero lo cierto es que eligieron en un punto intermedio entre sus casas familiares, la del Monte La Vieja y la calle Barroseco: la calle San Sebastián. Allí por 25000 pesetas mi padre compró una casa con pozo, corral y dos puertas, la falsa al Encinar y al Higueral y la principal a la calle San Sebastián. Mi padre consiguió el dinero gracias a un año donde tuvo un melonar excepcional (vamos, las cosas están igualitas que hoy)

Desde mi azotea: un gato del Encinar y la capilla de Santa Escolástica (torre del Palacio Ducal, al fondo)
Y aquí se detiene la historia porque cada uno de nosotros seis estamos escribiendo ahora nuestra parte de la historia.  Sirva esta entrada para que me situéis aquellos que me leéis e intuyáis quien está detrás de estas lineas, a veces algo apersonales.


8 comentarios:

  1. ¡Qué no! ¡que los chuscarraos son los de Montemayor!

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  2. Anda que no me han hecho a mi veces esa pregunta Diego: "pare, ¿y tú de quién eres?". Me ha gustado mucho esta emotiva entrada, me ha traído recuerdos de mi abuelo Andrés, gran melonero que se llevó alegrías y malos ratos con los melonares que echó durante varias décadas, toda la familia se iba a vivir al melonar durante la cosecha; padre, madre y cuatro hijos viviendo en el chozo, algunas fotos hay por ahí. Las fotos preciosas, sobre todo la primera. El convento del Espíritu Santo de La Rambla creo que sigue teniendo monjas, aunque no estoy muy seguro. Un saludo.



    PD: con permiso te cojo la idea de esta entrada para algún día hacer una referida a mis orígenes familiares, que en gran parte son montalbeños y se remontan hasta el siglo XVI (tengo documentado hasta 1686), si bien por parte de mi abuelo materno tengo sangre almeriense, concretamente de Bacares.

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  3. A pesar de lo explicado en esta entrada,sigo sin ponerte cara...pare, ¿y tú de quién eres?...conozco a tu familia, jugué con tu hermano Antonio(un crack total) al baloncesto hace siglos ya y con tu hermano "Chico", durante una temporada salimos en bicicleta juntos,( pesaba el tío mas de 100 kilos y a los de 85 kgs nos llevaba de una oreja a todas partes
    jajajaja),tus hermanas mas o menos me suenan,pero hijo
    http://youtu.be/PQMrilKAMIs

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  4. jajaja Qué temazo! Esto debe ser de la época del Adondesea que era el pub de mi prima Alfonsi!

    Pues en Navidad, Semana Santa, Feria fíjate en mi hermano Antonio y por los alrededores andaré!

    No me parezco casi nada a mi hermano Chico, me parezco a mi hermano Antonio pero menos alto y sin músculos jajaja

    Venga un saludo!

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  5. me ha encantado y emocianado <tu relato, es precioso

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  6. Joder yo juegué y sigo jugando "pachangas" con tu hermano. Con tu hermano "Chico" iba a la escuela, pasando por la puerta de todos hasta llegar al Fernando Miranda.
    Yo jugaba con "Quisquillo" tu vecino hasta que se mudaron.

    Un saludo.

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  7. Jejeje pues entonces me has situado ya. Qué típico era subir por la calle Pintor Velazquez hasta llegar al Fernando Miranda llamando a los amigos uno por uno! (al F. Miranda y hasta yendo al Instituto)

    Un saludo!

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