viernes, 19 de julio de 2013

La Fuente Redonda

En el Llano de las Fuentes, situado en el noroeste de nuestro casco urbano se ubica la Fuente Redonda, popularmente conocida como la Fuente Reonda, por economía del lenguaje.

Ventanas-mirador del Jardín del Palacio Ducal. Hoy propiedad de la familia Berral

Su nombre deriva de una antigua fuente, la fuente del Pilar Redondo, que se ubicaba muy próxima actual, cerca de la tapia de los jardines de la Casa Ducal, hoy propiedad de la familia Berral, donde se encuentran dos ventanas que servían de mirador a la Alameda de las Fuentes y su llano. Inicialmente en este llano se encontraban dos pilones desde el medievo: la fuente del Pilar Largo,  que será sustituída en 1777 por la actual fuente de los Caños Doraos y la Fuente del Pilar Redondo.

La Fuente del Pilar Redondo. Año de 1920

La fuente resistío soberanamente el paso del tiempo hasta que en junio de 1934 se presentó un proyecto para adecentar el paraje de las fuentes y formar el denominado Paseo de la Alameda de las Fuentes (un proyecto que no culminaría hasta los años noventa con la construcción del Parque del Llano de las Fuentes actual) El promotor fue el alcalde Antonio Romero Romero que propuso levantar unos metros de muro, alrededor de la explanada de las fuentes y trazar un paseo, rellenandolo con tierra y sembrando plantas ornamentales. Ello suponía la ampliación de un colector que se había construído para tapar el arroyo Hondo que nacía junto a dichas fuentes y la desaparación de la Fuente del Pilar Redondo por no reunir sus aguas la potabilidad necesaria.

La Fuente del Pilar Redondo en torno a 1930
Las aguas de dicha fuente serían derivadas hacia el paraje comprendido entre la carretera de la Estación y el Matadero, al final de la calle Libertad, hoy calle Barroseco, para evitar la aglomeración de animales que se juntaban para abrevar, sobre todo en los días de feria, metros arriba en el Llano de las Fuentes. Esta solución del traslado de las fuentes no se llevó a efecto hasta 1974, conduciéndose las aguas hasta el lugar indicado, donde se construyó un pilar para uso exclusivo del ganado que hoy se conserva. Al poco tiempo de la destrucción de la fuente se hizo la nueva Fuente Redonda imitando a la anterior y casi en el mismo lugar.

Pilar entre la carretera de la Estación y el Matadero. Julio 2013

Pilar entre la carretera de la Estación y el Matadero. Julio 2013

La antigua fuente era muy parecida a la que se fabricó en tiempos recientes, solo que su pilón, lógicamente de forma circular, parecía de mayor amplitud. Ambas tenían un pretil hecho de ladrillo y se blanqueaban con cal para evitar la aparición de algas y verdín, de manera que sus aguas no perdiesen su salubridad. La actual, copia de la primitiva, tiene un diámetro de unos seis metros y dos pequeños caños que vierten el agua al pilón redondo.

Fuente Redonda. Julio de 2013

Junto con las otras dos fuentes restantes forman el complejo de fuentes del Llano de las Fuentes, hoy en el Parque del mismo nombre, y una de las zonas más conocidas de nuestro pueblo. El número tres, no es al azar puesto que según cuenta la tradición, la patrona de Fernán Núñez, Santa Marina de Aguas Santas fue martirizada con varios castigos y el último, viendo que los anteriores no producían su arrepentimiento, era ser degollada.Al tajo de la espada, su cabeza dió tres tumbos en el suelo y como consecuencia brotaron tres fuentes de agua que le dan el apellido de Aguas Santas a la mártir gallega, ya que se le atribuyeron propiedades curativas. Esto no sucedió en Fernán Núñez, sino en Orense, pero parece tener cierta relación con que las fuentes del Llano sean tres y no otro número. 

Fuentes de Santa Mariña de Augas Santas en Allariz (Orense)

Mi padre cuando era niño, vivía al final de la antigua calle Libertad, la calle Barroseco, con puerta falsa al Matadero, hoy Casa de la Cultura, situado al final de la zona donde se ubican las fuentes. Junto a su hermano Antonio y ambos con muy poca edad se encargaban de llevar los cochinos, como aquí llamamos a los cerdos,  para que se bañasen en el fango. En el verano se dedicaban con cierta picardía a quitar el tapón de la fuente reonda que servía para su desagüe y con su sobrante los cerdos podían disfrutar de su baño de barro en las hazas colindantes hasta las cuales llegaba el agua.

Caños de la Fuente Redonda. Julio de 2013


 · Información editada procedente de:

- Callejero de la villa de Fernán Núñez : nomenclátor de las vías urbanas con sus antecedentes históricos. Francisco Crespín Cuesta ; edición, estudio introductorio, fotografías y notas de José Naranjo Ramírez. 2007. 

- Fotografías antiguas obtenidas de Fernán Núñez en Imágenes.

jueves, 4 de julio de 2013

La Fuente del Duque de Fernán Núñez (La Fuente de los Patos)

Muy pocos fernannuñenses conocen hoy día a esta fuente por esta denominación. Parece que su historia ha estado siempre basada en el reaprovechamiento de otros restos. Actualmente no tiene un nombre concreto, por eso he decido coger su denominación oficial desde el año de su inauguración en 1928 y el que creo, es el nombre más popular en nuestros días.

Nuestros vecinos la conocen como Fuente de los Patos por instalarse en torno a ella un estanque en fechas más recientes, o por la Fuente Chiquita, la Fuente de la Concha o Fuente del Cañito del Molino. La fuente llevaba asociada la construcción de unos nuevos lavaderos que usarían sus aguas sobrantes.

Fue construída en 1927, siendo alcalde de la villa Alvaro Cecilia Moreno, según consta en el libro de Actas del Pleno del Ilustrísimo Ayuntamiento de Fernán Núñez. Un año antes se solicitó la condonación de la renta de diez pesetas y cesión de terrenos, a favor de este municipio, para construir un paseo en la Alameda de las Fuentes, justo debajo del llano donde se encontraban las fuentes. No era la primera vez que se solicitaba dicha donación, y fue rechazaba nuevamente.

Manuel Falcó d'Adda. III Duque de Fernán Núñez
Previamente en mayo de dicho año, el duque consorte de Fernán Núñez, Manuel Facó d'Adda, hizo cesión gratuita del agua necesaria para la construcción de una nueva fuente, en el llamado Cañito del Molinillo.

En Fernán Núñez se le da tradicionalmente el nombre de cañito a los manantiales que afloraban tanto en la zona del Llano de las Fuentes y la contigua la Gavia del Higueral (hoy cuesta y jardines del Encinar) como a los situados en la zona de La Juncada. La coletilla de El Molinillo viene dada porque el agua de dicho cañito era usado para mover la piedra de un pequeño molino harinero situado a excasos metros abajo popularmente conocido como Molinillo de Antonio Molina hoy desaparecido. A su vez, antes o después, se usaba para alimentar los caños de unos lavaderos conocidos como el Pilón del Molinillo.

El duque dejó las siguientes condiciones en su contrato de cesión:
1ª. Por cuenta del Ayuntamiento se establecerá una nueva fuente pública, en la gavia del Higueral, frente al "Cañito del Molino"
2ª. El agua de la citada fuente será exclusivamente para consumo de las personas, quedando terminantemente prohibido servirse de ella para otros usos.
3ª. Como quiera que el establecimiento de la citada fuente puede perjudicar la gavia del Higueral, por el continuo uso que del terreno se haga en las inmediaciones de la mencionada fuente, el ayuntamiento construirá a su costa, a mabos lados de la misma, la obra de fábrica que se juzgue necesaria para la defensa de la citada gavia.
4ª. Al construir la fuente se procurará que al agua sobrante de la misma vierta donde lo hace actualmente, o sea en el pilón del molino harinero situado al otro lado del camino. 
5ª. Toda reparación que en cualquier época haya que ejecutar, para la buena conservación de la obra que ahora se haga para instalar la fuente, será de cuenta del Ayuntamiento.
6ª. Si por cualquier causa disminuyese el caudal de agua que ahora se cede para la nueva fuente, S.E. (Su Excelencia, el Duque) no sería responsable de los perjuicios que ello ocasionara al vecindario, no pudiendo el Ayuntamiento destinar el sobrante de agua de las fuentes, sin perjuicio de S.E., a otros usos que aquéllos a que la Casa Ducal los destina en la actualidad.

Las anteriores condiciones se harán constar en la escritura que en su día se extienda, relativa a las diversas  concesiones que en beneficio del pueblo tiene hecha S.E., sin perjuiciode que al ser ahora aprobados por el Ayuntamiento, se entregue al representante de S.E. copia literal del acta en la que se relaciona con este asunto.
 
Las condiciones dejan demostrado que este caño, antes de su uso para la fuente servía para alimentar el caudal del citado pilón del molinillo.

Inauguración de la fuente en 1927

El once de junio de 1927, el alcalde Cecilia Moreno dio cuenta de que las obras acordadas para construcción de lavaderos públicos y Fuente del Cañito del Molino habían dado comienzo, llevase el nombre de Duque de Fernán Núñez. A mediados de agosto de este año se encontraba ya esta fuente terminada y, para su inaguración, se acordó invitar a las autoridades superiores de la provincia, a las cuales se obsequiaría con una comida, a cuyo acto podrían concurrir libremente todos los ciudadanos que adquiriesen tarjeta para el mismo, al precio de cinco pesetas. Para dicha fiesta fueron también invitados los miembros del Ayuntamiento, fuerzas vivas de la villa, presidentes de las sociedades recreativas y de las Uniones Gremail y Patriótica. Se nombró un guarda interino para las fuentes y lavaderos públicos recién construídos. Nombramiento que cayó en la persona de Diego Jaraba Miranda con un sueldo diario de dos pesetas.

Fuente Chiquita durante la feria. Fotografía de Salvador López Cañero
Fuente Chiquita. Fotografía de Andrés Raya Saro. Mayo de 1969

La desaparición de las pilas modificó el uso del agua sobrante. En torno a 1974 se creó un bello jardín en torno a la fuente y el agua ahora se usaba para alimentar un estanque. La fuente también fue cambiando su aspecto: Inicialmente tenía una pared decorada con azulejos de la que salían dos caños que vertían agua a un pilón en forma de concha que según un artículo de la Revista de Feria de 1992: ... según testigos de la época estuvo situado antes de su actual ubicación en la Plaza de Armas..., en la esquina de la casa que se compró y se anexó al actual ayuntamiento y que está frente a la escalera de la Capilla de Santa Escolástica. Encima de los azulejos la fuente tenía un frontón circular donde estaba colocado una lápida que decía: Fuente del Duque de Fernán Núñez, 1927. 

Pilón en forma de concha o venera
Con el paso de los años desapareció la pared posterior y se construyó un pedestal de piedra donde se colocó la imagen de Santa Marina de Aguas Santas, hecha por Juan Polo Velasco y que inicialmente estuvo colocada en la Avda. Juan Carlos I, junto al Instituto Francisco de los Ríos.

Ubicación original de Santa Marina

Estaba situada en una hornacina con un arco. Con el tiempo el arco se perdió y solo se conserva hoy el pedestal con la estatua de Santa Marina que ha sufrido bastantes actos vandálicos. A los pies de Santa Marina sigue estando la concha que recoge el agua de los caños y rodeando toda la fuente el estanque de los patos. Con la construcción en 1990 del Parque del Llano de las Fuentes se construyó un mirador aprovechando el gran desnivel entre la fuente y las calles colindantes desde donde hay una bella vista del parque y del conjunto del palacio ducal y sus jardines. La parte inferior del mirador se usa como piqueras para palomas y para los patos.


Estanque antes de la construcción del Parque Llano de las Fuentes
La Fuente de los Patos. Junio de 2013

Estatua de Santa Marina, patrona de Fernán Núñez. Juan Polo.


 · Información editada procedente de:
 
- Callejero de la villa de Fernán Núñez : nomenclátor de las vías urbanas con sus antecedentes históricos. Francisco Crespín Cuesta ; edición, estudio introductorio, fotografías y notas de José Naranjo Ramírez. 2007.

-· Revista de Feria de 1992. Las Fuentes. Páginas 75-80.

martes, 18 de junio de 2013

Los Caños Dorados

Al noroeste del casco urbano de Fernán Núñez, en el conocido como Parque del Llano de las Fuentes,  se encuentra una de las fuentes más notables de la provincia de Córdoba.

Los Caños Dorados. Junio 2013
Su historia se remonta a 1755, el corregidor de la villa, Francisco Bermúdez de Cañas, manifiesta su imposibilidad de hacer frente a la construcción de una nueva fuente, la cual era muy necesaria para la población, en sustitución de otra antigua que se encontraba totalmente arruinada, la conocida como Fuente del Pilar Largo. Esta fuente hacía pareja con otra llamada del Pilar Redondo, ambas abastecían de agua a la población siglos atrás.

Pilar oriental y tapia del jardín del Palacio ducal
Crespín Cuesta menciona que en 1756 ya había desaparecido dicha fuente y había sido sustituída por otra llamada de Los Cuatro Caños, de la que sabemos poco y quizás no se llegó ni a construir o debido a las penurias económicas fue finalmente reducida a dos caños, dando a la fuente de los Caños Dorados. Lo que si sabemos gracias a los documentos del Archivo Municipal es que finalmente en un cabildo celebrado el 22 de diciembre de 1775 se le asigna una cantidad de 1330 reales de vellón para su construcción procedentes de los caudales de Propios, es decir, fue pagada por todos los fernannuñenses. También el  regidor José de Figueroa fue elegido representante del cabildo para contratar a los maestros canteros Juan Gutiérrez y Francisco Carrasco que deberían labrar un pilón de piedra con dos pedestales para dicha fuente, con un coste de 1050 reales de vellón.  

Una vez concluídas las diferentes piezas de dicha fuente fueron conducidas a Fernán Núñez en once carretas, transporte que se ofrecieron a efectuar voluntariamente y sin cobrar, varios labradores de la localidad.

Con los doscientos ochenta reales que restaban, no había dinero suficiente para poner y sentar la fuente, así como para poner una calzada de piedra para que el ganado y las personas no se atasquen con el remanente de la misma y con el agua de las lluvias, así que se decide acudir al Supremo Consejo de Castilla, para que amplie dicha consignación lo necesario. El terreno de su ubicación, como todo en esta villa, era propiedad del condado y se tuvo que pedir autorización al conde Carlos José Gutiérrez de los Ríos, que no solo la concedió sino que trajo personal especializado desde la ciudad de Cádiz para su colocación.


Uniones entre piedras
 Dos años más tarde, en 1777, el veinticinco de julio, día de Santiago Apostol sería inaugurada la nueva fuente, junto a los lavaderos anexos que fueron restaurados. Al acto no le faltaron bendiciones ni la asistencia multitudinaria del vecindario que usaría sus aguas.

Caño oriental
 El contrato suscrito por el Concejo de la Villa dice lo siguiente:
Declaramos por éste Juan Gutiérrez y Francisco Carrasco, maestros de canteros y vecinos de la ciudad de Córdoba, que nos obligamos los dos a cumplir el contrato que tenemos hecho con Don José de Figueroa y Moreno, vecino de la villa de Fernán-Núñez y regidor en ella, y este contrato es para hacer una fuente para la mencionada villa, con las condiciones siguientes:

1º Que ha de ser de piedra franca, del banco duro que hay a la falda de la sierra de Córdoba, compañera de la que se gasta en la torre de San Hipólito y en el Colegio Nuevo, frente de la Compañía en la ciudad de Córdoba.
2º Que ha de tener tres varas de largo, y el correspondiente ancho, y tres varas de alto, con sus pirámides o pedestales, todo con arreglo al diseño que para en poder del referido Don José de Figueroa.
3º Que los dichos maestros han de dar toda la obra hecha y puesta en Córdoba, en todo el presente mes de Octubre de este año de 1.775.
4º Que ha de ser la conducción de la mencionada fuente de cuenta de la villa de Fernán-Núñez.
5º Que los referidos maestros han de asentar la fuente y arreglarla hasta dejarla corriente, pagándoles el Concejo de la villa, los jornales que acostumbran ganar, en los días que se ocupen en dicho trabajo, y darle bagaje para ida y vuelta.
Y quedamos convenidos y ajustada dicha obra en mil cincuenta reales de vellón, y nos obligamos a todo lo dicho con nuestros bienes habidos y por haber, y lo firmamos en Córdoba a 10 de Septiembre de 1.775.
Escudo de Armas de la Villa de Fernán Núñez. Pilar occidental de la fuente
Sobre el pilar occidental de la fuente fueron grabados el Escudo de Armas de la Villa y la siguiente inscripción:
Año de 1777. Siendo Corregidor el Sr. Licenciado D. Francisco Bermúdez de Cañas, abogado del Ilustre Colegio de Granada y diputado de esta obra D. Antonio Juan Martínez, Síndico General.


 Su caudal era redirigido hacia las pilas públicas, hoy desaparecidas y el sobrante se mandaba a las huertas condales mediante una serie de acequias, aún hoy se puede ver el ingenio que se usaba para tal fin. Siglos más tarde, ya en el siglo XX, se colocó una valla de protección ante la cantidad de sedimentos que durante las lluvias eran arrastrados por las calles Encinar y Arenal. La valla duró hasta que el Llano se convirtió en el actual Parque de las Fuentes.

 Crespín Cuesta contaba en su libro de Piedras y Cruces la siguiente tradición en torno a la fuente:

"...una costumbre que ya se ha convertido en tradición es la de decir que todo el que bebe en los Caños Dorados, si tiene libre su corazón, quedará en Fernán Núñez aprisionado por las redes amorosas. Hay quien toma a chanza esta aseveración y se rie de ella, pero Fernán Núñez es un pueblo de aguas prodigiosas y en él, todo es posible. Así como las del Pozuelo y las del Pocito de Santa Marina tienen facultad para curar ciertas enfermedades, ¿quién podrá asegurar que los Caños Dorados no las tenga  para aprisionar el corazón? Yo, querido lector, quizá pueda ser el más indicado para sacarte de las dudas que pudiran caberte al respecto, porque cierto día tuve la ocurrencia de ir a comprobarlo, bebiendo de aquel agua deliciosa y cristalina y... ¡zas! caí en la trampa"
[Francisco Crespín Cuesta era natural de La Victoria pero se casó con la fernannuñesa Luisa Vargas Arroyo]

Caño occidental

Según el cronista Alfonso Zurita, el corregidor leyó un solemne discurso aquel veinticinco de julio de 1777 que concluyó con la siguiente frase:
Aquí queda esta obra para la perpetuidad

Y como decía José Cosano Moyano en un buen artículo sobre esta fuente para la Asociación Cultural Caños Dorados: 
Hagamos todo lo posible porque así sea


Algunas fotografías antiguas obtenidas de Fernán Núñez en Imágenes



Fotografía de Fernando Serrano. 1977


Fotografía de Fernando Serrano. 1977

Imagen extraída del libro Historia de la Villa de Fernán Núñez


 · Información editada procedente de:

- Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crespín Cuesta. 1994.
- http://www.conocetusfuentes.com/ Datos del apartado dedicado a la Fuente de los Caños Dorados.
- Piedras y Cruces. Francisco Crespín Cuesta. 1983.
- La fuente de los Caños Dorados, paradigma de la Ilustración. José Cosano Moyano. Revista Caños Dorados.

miércoles, 12 de junio de 2013

El conde de Fernán Núñez, embajador en Lisboa.

El 26 de febrero de 1778 el sexto conde de Fernán Núñez, Carlos José Gutiérrez de los Ríos Rohán-Chabot, es nombrado embajador en la capital portuguesa. A nivel político, nuestro país todavía vive una relación distante con Portugal que sigue siendo aliada de Inglaterra tras afianzarse en la corona española la dinastía de los Borbones, y por tanto, la consideración de Francia como un país aliado. Carlos José de los Ríos, desempeñó este cargo hasta marzo de 1786, estando al frente de la embajada durante ocho años. La sede de la embajada era el Palacio de las Necesidades.

Palacio de las Necesidades

El hecho que más destacó durante su cargo fue la fastuosa doble boda celebrada en el Palacio del Rocío de Lisboa. El conde llevó a cabo las negociaciones para el casamiento en la primavera de 1785 de los siguientes nobles:

Gabriel Antonio de Borbón, décimo hijo de Carlos III, que casó con la primogénita del rey de Portugal, Mariana Victoria de Braganza.

Carlota Joaquina de Borbón, primogénita de Carlos VI, que casó con el futuro rey de Portugal, Juan VI. Carlota llegó a ser la reina de Portugal y estuvo acusada de conspirar contra su propio marido, que la aisló en un palacio en las afueras de Lisboa. Carlota estuvo también a punto de ser reina regente de España, mientras su hermano Fernando VII estaba apresado por los franceses.

Carlota Joaquina y Joao IV
El conde no solo se encargó de las negociaciones sino que costeó de su propio bolsillo ambas bodas, sin escatimar en detalles.Construyó un arco triunfal que el mismo diseñó, escribiendo las siguientes inscripciones en sus frontispicios:

CAROLO. III. MARIAE. I. PETRO. III.
CATHOLICO. ET. FIDELISS. REGIBVS.
PERP. VTRIVSQ. GENTIS. CONCORDIAE.
DVPLICI.SVOR.CONNVBIO. AVCTORIB.

CARLOTAE. REG. HISP. NEPT. ET. GABRIELIS.
EIVSD. F. CVM. IOANNE. ET. M. A. VICTORIA.
REG. PORT. EF. CONIVG. FAVSTISS. CDDCCLXXXV.
C.C. FERN. NUÑS. HISP. LEG. POPP. FEL. AVG. IMP.

La fiesta que se celebró en el palacio del Rocío contaba con más de tres mil quinientas velas de cera blanca en lámparas de araña y candelabros. Además sonó una ópera anónima, aunque se cree que fue escrita por el sexto conde, llamada Il ritorno de Astrea in terra, cuya música compuso Giuseppe Palomino, instrumentista de la Real Cámara. Esa noche cenaron más de trescientos invitados en mesas adornadas con centros traídos desde París. 

Por último hizo acuñar una medalla conmemorativa cuyo anverso representa un altar antiguo sobre la que dos genios unen dos corazones. Himeneo, el dios griego de las ceremonias matrimoniales, coloca sobre ellos una corona de rosas y de mirtos. En el basamento se lee la fecha de los desposorios con la siguiente leyenda que demuestra la felicidad pública:

AVGVSTA.CONNVBIA. DIVTVRNAE. FELICITATIS. PIGNORA.

A lo lejos se descubren las vistas de las cortes de Madrid y Lisboa, en cuyas cortes se celebraron los desposorios, como se indica:

MATR. XXVII. MART.
OLYSIP. XII. APR.

Medalla conmemorativa


Una corona, formada por dos ramas de rosas y mirto, sujetas en sus extremos por un lazo, como símbolo de la unión, ocupa el reverso, y en el campo, se lee esta inscripción, destinada a dar a conocer en la posteridad el cariño y el celo del embajador a su soberano y a su patria:

GEMINATAM
POPULORUM
LAETITIAM
GRATULATVR
C.C.F.N.L.H.

El rey de Portugal quiso agradecer al conde su entrega con la boda y se puso en contacto con Carlos III, el cual autorizó al monarca luso para la entrega de un regalo digno de la categoría de un rey. Carlos José Gutiérrez de los Ríos rechazó dicho regalo. Carlos III insistió, en agradecerle de alguna manera las atenciones prestadas y acabó nombrándolo Consejero de Estado y ofreciéndole la embajada de Viena, la cual no fue aceptada, otorgándole en Marzo de 1786 la embajada de Londres, que había quedado libre tras dejarla el marqués de Almodóvar. Sin embargo, nunca la llegó a ocupar porque el conde de Aranda dejó en esas fechas libre la embajada de París, decidiendo Carlos III en último momento que el mejor para ocupar el puesto sería el conde de Fernán Núñez. El nombramiento fue a principios de 1787, pero hasta mediados de octubre no tomó posesión de la embajada.

Estas bodas no eran más que el propósito de recuperar la gran alianza entre Portugal y España, lo que se denomina históricamente como la Unión Ibérica, que ya sucedió en la época de los Austrias, en los reinados de Felipe II, Felipe III y Felipe IV.

Los inicios de Carlos José de los Ríos en la embajada no fueron fáciles. Portugal incumplía un tratado con Inglaterra del siglo XVII por el interés propio de seguir siendo su aliado. El tratado en uno de sus artículos dejaba claro cual era el número de barcos que podían entrar en los puertos lusos que eran refugio y escala de los piratas ingleses que continuamente atacaban los barcos que venían de América a España. Según el tratado, el máximo de barcos ingleses no debía ser mayor a seis, según los datos del embajador, en la ciudad de Lisboa el 20 de febrero de 1780 había hasta veinte navíos ingleses.

Con el Tratado de París de 1783 que puso fin a la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos y que Inglaterra firmó con otros países entre ellos España, se recuperaron muchos territorios que fueron conquistados por los británicos, excepto Gibraltar. En estas negociaciones intervino el sexto conde de Fernán Núñez, otorgándole Carlos III por todos sus logros y méritos, la Orden del Toisón de Oro, que fue incluido al escudo condal. 



Escudo ducal en la Plaza de Armas con la Orden del Toisón de Oro en el centro

Antes de salir de la embajada portuguesa ocurrió en Peniche, cerca de Lisboa,el dos de febrero de 1786, el naufragio del navío San Pedro de Alcántara. El conde gestionó la repatriación de los heridos, el rescate de los fallecidos y de su tesoro. Su bienhacer fue recompensado económicamente y destinó dicha recompensa para la construcción del cementerio y la restauración del Hospicio de La Caridad de su villa de Fernán Núñez.


 · Información editada procedente de:

- Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crespín Cuesta. 1994.
- Vida de Carlos III. Carlos José Gutiérrez de los Ríos.

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viernes, 31 de mayo de 2013

El conde de Fernán Núñez herido en Argel

En el año 1775, bajo el reinado de Carlos III, se planeó una expedición militar española contra Argel, ciudad del norte de Africa, base de la piratería del Mediterráneo y que traía de cabeza a los puertos y navíos del este de nuestra península desde el siglo XVI.

Grabado de la Historia del Reyno de Argel de Laugier de Tasi. Siglo XVIII
La idea del ataque se le atribuye a al Marqués de Grimaldi, secretario de Estado de Carlos III, sin embargo, los historiadores apuntan a que fueron dos sacerdotes los que inspiraron dicho ataque, fray Joaquín de Eleta y la Piedra, confesor de Carlos III y el trinitario fray Alonso Cano Nieto que conocía dicha ciudad e incluso la llegó a cartografiar por haber participado en la última gran redención de cautivos de 1769. Como persona capaz de realizar la empresa eligieron a Alejandro O'Reilly, conde de O'Reilly que capitanea la expedición.

Alejandro O'Reilly por Goya

Según su biografía, incluída en su obra Vida de Carlos III, el conde de Fernán Núñez, Carlos José Gutiérrez de los Ríos Rohan-Chabot acude solícito al llamamiento que se le hace en el mes de mayo bajo el puesto de brigadier. En la noche del 7 al 8 de julio desembarca del navío San José en aquellas playas, a las órdenes del marqués de la Romana, Pedro Caro y Fontes, mandando la brigada del Rey formada por cuatro batallones de los regimientos Inmemorial del Rey, Lisboa, España y Príncipe, con 27.000 hombres.


Al inicio de una gran batalla cae muerto el marqués, y presencia cómo decapitaban los argelinos al teniente de guardias españolas, José de Landa, su maestro en la milicia. El conde decide no retirarse del campo de batalla a pesar de las graves pérdidas y ejecuta con las reservas una hábil maniobra, salvando la situación, pero sufriendo una contusión en el pecho que le hizo comenzar a arrojar sangre por la boca.


Detalle del anterior

A pesar de esto, la situación de las tropas españolas no fue a mejor y esta expedición fue considerado el fracaso militar mayor del reinado de Carlos III, levantándose numerosas críticas en todo el país y poniéndole de sobrenombre a O'Reilly el de Capitán del Desastre.


En el palacio de los Duques de Fernán Núñez, en el de su villa del mismo nombre, se conservaba una concha cogida por el Conde al ser herido, y en la que se leía lo siguiente, escrito de su mano:


Esta  concha la cogí en la  Playa de Argel 
 el día 8 de Julio de 1775 después de la Batalla.

 Fernán-Núñez.

El conde escribió una crónica sobre los hechos, que se ha convertido en un instrumento muy valioso para el análisis histórico de lo sucedido, el Diario de la expedición contra Argel. Comprende los sucesos desde el 25 de mayo hasta mediados de julio, época del regreso de las tropas.

Mientras, en la villa de Fernán Núñez, se recibían las malas noticias sobre la derrota española, incluyendo entre ellas la de que el conde se encontraba herido. Según Crespín Cuesta: ...al conocer el Concejo esta comunicación se reunió en cabildo de urgencia (una especie de pleno extraordinario) y tomaron el acuerdo de rendir sus respetos a su excelencia, ofreciendo una fiesta solemne a Nuestra Señora de Guadalupe, patrona y protectora de la Casa de Fernán Núñez, con exposición del del Santísimo Sacramento, para implorar la misericordia divina sobre la persona del conde...

Virgen de Guadalupe, presidiendo el Altar Mayor de la Parroquia de Santa Marina. Diseñado por el propio sexto conde.
El cinco de febrero de 1776, le confirió el rey, como premio por su conducta en Argel, el grado de Mariscal de Campo, con destino el Ejército nacional de Castilla La Nueva y el dos de marzo le nombró gentil hombre de cámara con ejercicio para acompañar a la Corte y le dió el siete de diciembre de dicho año la Gran Cruz de la Orden de Carlos III, la cual hoy podemos ver en  los escudos de la casa ducal que están rodeando toda la Plaza de Armas de nuestro pueblo.


Insignia de la  Real y Distinguida Orden de Carlos III


Escudo de la Casa Ducal de Fernán Núñez.

 · Información editada procedente de:
- Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crespín Cuesta. 1994.
- Vida de Carlos III. Carlos José Gutiérrez de los Ríos.
- http://anatomiadelahistoria.com/ 

domingo, 26 de mayo de 2013

La gallina del humo

Según algunos documentos, existía en la villa de Fernán Núñez un impuesto desde antiguo, que consistía en dar una gallina por casa habitada en algún momento del año. La gallina del humo hace referencia a que en cada hogar donde se produjese humo de las cocinas, lo cual indicaba que estaba habitado, tenía que entregar una gallina a la casa señorial.  El origen probablemente sea dar una renta a cambio del uso del suelo para la construcción de la casa. Ya que en este pueblo todo era del señor. Pero parece ser que no todos los fernannuñenses pagaban dicha contribución, quizás por haber adquirido económicamente el suelo de la vivienda o simplemente por simpatía con los administradores del señorío, y luego condado, de Fernán Núñez.

Me es imposible conocer la fecha de la primera vez que se cobró el impuesto, puesto que gran parte del archivo del concejo de Fernán Núñez desapareció en 1755 con el terremoto del Lisboa o quizás nunca se puso una fecha inicial sino que era exigido generación tras generación.

Sin embargo, el primer documento donde se refleja dicho tributo y su explicación es en el Catastro de Ensenada de 1750, este documento está compuesto por cuarenta preguntas que eran realizadas a una serie de personalidades de cada municipio, en este caso la pregunta veintidós hacía referencia al número de casas que había en Fernán Núñez en dicho momento:

A la vigesimo segunda dixeron que mediante haver reconocido la poblacion de esta vª para su satisfaccion aseguraron ay en ella ochocientas setenta y quatro casas, las ochocientas veinte y cinco habitables, las veinte ynhabitables, y las veinte y nuebe arruinadas o reducidas a solares y que el Conde Señor de esta vª se acostumbra en su nombre y por su parte cobrar a distintos de los vezinos que no todos, una gallina en cada Año, que llaman por esa razon del humo que se hace en la casa, lo que por no contarles del lexitimo titulo para ello no lo afirman y se remiten a los instrumentos o titulos de esta pertenencia y por que lo cobra a unos y otros no, no pueden verificar la importancia de este derecho.

Retrato del Marqués de Ensenada

 En el catastro ya se deja constancia de lo arbitrario que era este impuesto y que formaba parte más de una renta simbólica que algo de obligado cumplimiento. Esto iría a más con los años, como podemos comprobar en el siguiente documento del Archivo Municipal, extraído del libro de Crespín Cuesta:


En junio de 1783, el diputado del común*, don Alonso de Yuste, en representación del vecindario, elevó un memorial al Concejo en el cual se acusaba al alguacil mayor*, don José Herrera y Pérez, de presionar a los vecinos para que pagasen una contribución denominada "La gallina del humo", consistente en dar a la Casa Condal una gallina por año, todo vecino en cuyo hogar hubiese ardido la lumbre durante todo o parte del año. El Concejo, estimando que dicho impuesto era injusto y vejatorio para la población, acordó hacer una reclamación al conde don Carlos José, por medio de su gobernador de rentas, para que S.E. manifestase los fundamentos que tuviera para cobrar semejante arbitrio y presentase los legítimos títulos que le autorizaban a ello o, en su defecto, diese orden para que cesase dicha exacción.

Este arbitrario tributo venía siendo cobrado inexorablemente en la villa y entregado en palacio, donde el Gobernador del Estado hacía un reparto con las aves recogidas, en el que participaban el corregidor, el alférez mayor*, el alguacil mayor, el vicario y los curas de la Parroquia, quedando una buena porció para la casa del Sr. Conde, cuyos empleados se las distribuían. Posiblemente surtió efecto esta reclamación, porque en los sucesivos documentos capitulares no se vuelve a mencionar este asunto.
 En el anterior párrafo vemos con el conde no pudo argumentar con solidez el porqué del cobro arbitrario de esos tributos a unos vecinos y a otros no y como eso jugó en contra a la hora de refutar la proposición del diputado del común. Lo cierto es que el impuesto desapareció, siendo ya los únicos impuestos a pagar por los vecinos los que correspondían por las rentas de las tierras condales y posteriormente ducales.

Diputado del común: representante del pueblo a nivel municipal. Aún se conserva esta figura en las Islas Canarias. 
Alguacil mayor: equivaldría al actual jefe de la policia municipal o local.
Alférez mayor: otro "funcionario" de la casa condal que simplemente portada el pendón de la Casa en los actos oficiales y que podía tener voto en el Cabildo.


 · Información editada procedente de:
- Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crespín Cuesta. 1994. 
- Catastro de Ensenada. PARES. 

miércoles, 22 de mayo de 2013

Introducción sobre Carlos José Gutiérrez de los Ríos, sexto conde de Fernán Núñez

Grabado de Carlos José Gutiérrez de los Ríos, sexto conde de Fernán Núñez
Hablar de Carlos José Gutiérrez de los Ríos Rohán-Chabot es meterse en camisas en once varas. No es el mejor comienzo de una entrada, pero al menos es sincero.

Hay muchas cosas publicadas y estudiadas sobre este noble del siglo XVIII y por otro lado, mucho que estudiar y conocer todavía. Junto con Francisco Gutiérrez de los Ríos, su abuelo paterno, han sido las dos personas que más han afectado directa e indirectamente sobre la vida de Fernán Núñez, en aquel siglo XVIII donde vivieron y hasta hoy, pues todavía hoy perduran cosas tan básicas como la organización en manzanas de nuestro pueblo, sus principales obras acometidas como la Fuente de los Caños Dorados y hasta no hace más de cincuenta años algunas de las obras pías que fundaron.

Precisamente de su abuelo debió de tomar ese carácter por preocuparse por los suyos como el conde solía denominar a los fernannuñenses ya que quiso colocar en la entrada a su panteón,  que nunca se llegó a realizar, la inscripción de Descansa con los suyos. 

Proyecto del Cementerio
En la siguientes entradas hablaré de todas las facetas del mismo, edificios y lugares fundados por el, las cuales, a modo de resumen, serán las siguientes:

Desde joven ya manifestó un gran interés por las artes, diseñando los planos del Palacio Ducal de Fernán Núñez, el Altar Mayor de la Parroquia de Santa Marina y probablemente el Proyecto de Cementerio Municipal de la Villa.

Altar Mayor de la Parroquia de Santa Marina de Aguas Santas. Fernán Núñez
Fue consiliario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 1770 y compuso una obra musical de temática religiosa, llamada Stabat Mater.  En el campo de las letras destacó por ser autor de la obra Vida de Carlos III.

Empezó su carrera militar en la expedición de O'Reilly contra Argel y Túnez de 1775 para luego dar paso a la carrera diplomática siendo Embajador en Lisboa desde 1778, pasando a París en 1786 posteriormente.  

Retrato de Alejandro O'Reilly, por Goya
Finalmente me queda remarcar su labor en la villa donde hay que destacar:
- Reedificación del Palacio 
- Puso en servicio el Mesón que fundase su abuelo.
- Dividió en manzanas las casas del pueblo
- Fundó las Escuelas Públicas de Niños y Niñas.
- Reestableció las Escuelas de Cristo en la ermita de La Veracruz
- Desecó el término de Valdeconejos con siembra de olivos e hizo un nuevo reparto de tierras.
- Plantó moreras para que continuase la fabricación de seda. 
- Construyó la fuente de los Caños Dorados en el Llano de las Fuentes. 

Algunos de los puntos anteriores tienen enlace por haber estado ya hablando de ellos en entradas posteriores, de los que no, espero hablar con detalle en los siguientes meses y que los comentarios sobre su figura sean abundantes.


 · Información editada procedente de:
- Historia de la Villa de Fernán Núñez. Francisco Crespín Cuesta. 1994.