Señora, todo está decidido: vamos al campo y allí se verá la verdad.
Estas fueron las palabras que Alonso Fernández de Córdoba, adelantado mayor de la frontera y segundo señor de Montemayor, contestó a su madre, doña Aldonza de Haro, tataranieta de don Fernán Núñez de Témez y señora de Fernán Núñez y Abencalez que se situó al frente de un grupo de mujeres que se reunieron cerca de la puerta del puente, bajo el Sabat de la Mezquita o pasadizo de los Arquillos que comunicaba la aljama con el antiguo Alcázar musulmán.
Reconstrucción del Sabat o pasadizo entre la Mezquita y el Palacio Episcopal - Alcázar |
Mirad hijo, se rumorea que vais a entregar la ciudad a nuestros enemigos. ¡No olvidéis que en nuestro linaje jamás ha habido un traidor! No hagáis menos que nuestros antepasados.
Y así, su respuesta dió nombre al paraje que ha dado nombre al barrio, situado en aquel campo de batalla desde el año de 1368.
Se completa con las siguientes entradas publicadas en este blog:
La Batalla del Campo de la Verdad (II)
La Batalla del Campo de la Verdad (III)
La Batalla del Campo de la Verdad (IV)
Ya eran traidores antes de la batalla al haberse rebelado contra su rey.
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