La conquista del Reino Nazarí de Granada y Fernán Núñez

El dos de Enero de 1492, el rey Boabdil de Granada entregaba las llaves de la ciudad y la fortaleza-palacio de la Alhambra a los Reyes Católicos. Entre los múltiples señores y caballeros castellanos que participaban en tal guerra se encontraba don Fernando Gutiérrez de los Ríos, noveno señor de Fernán Núñez y Abencález.

Entrega del las llaves de Granada a los Reyes Católicos

 Los Reyes Católicos le enviaron la siguiente carta que se conserva en el archivo:

EL REY E LA REINA. Fernando de los Rios. Ya sabeis como vos embiamos a encargar e mandar, que para cosa que mucho cumplela servicio de Dios e nuestro, toviesedes percebidas diez lanças. E porque cumple mucho al sevicio de Dios Nuestro Señor que la dicha gente sea en nuestro Real para treinta dias deste mes de Diciembre. Por ende vos mandamos e rogamos, que para dicho termino Nos embieis vos dichas lanças, con una persona de vuestra Casa, con talegas para veinte dias que, venidos Nos les mandaremos pagar el sueldo que hoviessen de aver, desde el dia en que partieron de sus casas, con la venida, e estada, e tornada a ellas. E por servicio nuestro, por cosa alguna no se detenga ni falte la dicha gente al dicho tiempo, que en ello nos fareis servicio. Del nuestro Real de la Vega de Granada, a 13 de Diziembre de 91 años. YO EL REY. YO LA REINA

A los reyes, les urgían la presencia de estas fuerzas en su campamento de Santa Fé, por hallarse próxima la conquista de la capital del reino nazarí y pedían a don Fernando que los diez lanceros fuesen conducidos por una persona de la Casa de Fernán-Núñez. El señor pensó que no debería ser otro que él mismo quien fuese a Granada y así, en los días finales de 1491, después de revistar a sus huestes en la Plaza de Armas del castillo,  partió hacia las tierras granadinas. A su regreso a Fernán Núñez se celebraría por primera vez la fiesta del Jueves Lardero.

Plano original del campamento de Santa Fé

 He vivido bastantes años en Granada, es el sitio donde he pasado más tiempo de mi vida, después de nuestro pueblo. Incluso tenía que ir muchos fines de semana a Santa Fé para unos cursos de especialización. La villa de Santa Fé conserva aún su trazado de calles que siguen las líneas de aquel campamento que vigilaba la ciudad, este se rodeaba por una muralla con cuatro puertas, de las que se conservan tres. Uno de los grandes reclamos de este pueblo son los dulces, los piononos, siendo una de sus pastelerías la primera en fabricar este dulce tan típico de Granada. Y como no era festivo allí, muchos años tenía que celebrar el Jueves Lardero en aquellas tierras. Cuando le contaba a la gente que era festivo en mi pueblo, me preguntaban que qué celebrabamos y siempre se sorprendían ante la respuesta: la conquista de Granada.